VOLVER

Share

Tres jóvenes investigadores estudian la germinación y el crecimiento de plantas en la Luna

Fuente: Universidad de Málaga


23 de marzo de 2017

luna1WNunca se ha sembrado una planta en la Luna. Hasta ahora. Y es que tres jóvenes investigadores malagueños han propuesto un experimento revolucionario para estudiar la germinación y el crecimiento de vida vegetal en gravedad lunar.

Se trata de ‘Green Moon Project’, una idea que emana de los estudiantes de la UMA Gonzalo Moncada, biólogo; y Julián Serrano, ingeniero de la Energía; junto a José María Ortega, que está terminando el grado de ingeniería Aeroespacial en la UCA; y que ha quedado entre los 15 finalistas del programa ‘Lab2Moon’, dentro de la competición ‘Google Lunar X Prize’, que, a finales de año, enviará la sonda lunar india HHK 1 con el experimento ganador, finalmente, logrado por el equipo italiano ‘Space4Life’, que presentó un escudo de cianobacterias para ver cómo interaccionaba con la radiación cósmica y solar procedente del espacio.

El prototipo ideado por los científicos malagueños fue seleccionado de entre 3.400 propuestas procedentes de todo el mundo para presentar su trabajo, junto a otros 25, ante un comité evaluador en la India hace unas semanas, consiguiendo posicionarse entre los 15 primeros y siendo los únicos representantes de nuestro país.

luna2WEl experimento ‘Green Moon Project’ propone llevar semillas a la Luna para ver si es posible su supervivencia, y estudiar cómo afecta la gravedad lunar, seis veces menor que la terrestre, en el crecimiento de la planta y cómo estas realizan la fotosíntesis sin luz natural.

La hipótesis que estos jóvenes mantienen es que, a menor gravedad, mayor crecimiento, ya que el transporte de nutrientes por dentro del tallo hasta las hojas es más fácil; y el objetivo demostrar la posibilidad de que la luna sea una base de alimentación y permita, algún día, la supervivencia del ser humano, a través de su propia producción vegetal.

“Nunca antes se ha realizado ningún experimento de cómo sería la germinación de una planta en la Luna. Nosotros nos hemos inspirado en el proyecto ‘Moon Village’, de la Agencia Espacial Europea (ESA), el cual nos ha servido de guía e inspiración para la definición de nuestro concepto, la maduración de la idea y la construcción del prototipo”, explica el investigador José María Ortega.

Asesoramiento de la UMA

Para el diseño de este prototipo, estos tres científicos de 23 años, han contado con el asesoramiento de la Universidad de Málaga. En concreto, el Departamento de Biología Vegetal ha sido el responsable de ceder las semillas Arabidopsis Thaliana, que crecerán dentro de una cápsula que trata de asemejarse lo máximo posible al suelo lunar.

luna3W“Para ello empleamos simulante de regolito lunar JSC-1ª y realizamos la prueba de germinación de semillas de lentejas, que brotaron después de haber estado 48 horas a -16ºC en la Tierra. De esta forma garantizamos que, en caso de haber sido los seleccionados para ir a la Luna, las semillas habrían germinado correctamente una vez que la trampilla se hubiera activado al estar sobre su superficie”, aclara Ortega.

“Tres LEDs de colores azul, rojo y rojo lejano permitirían que dentro del prototipo diseñado pudiera darse esta germinación de las semillas y la posterior fotosíntesis gracias a esos colores dentro del espectro lumínico. Según lo estudiado, con ello conseguiríamos suplir todo el espectro proporcionado por el Sol y haríamos que el experimento fuera exitoso”, continúa.

Igualmente, la Escuela de Ingeniería Industrial de la UMA les ha apoyado económicamente y ha colaborado para realizar la estructura de la cápsula. Una verdadera obra de ingeniería construida con aluminio e impresos en 3D para evitar los adhesivos, que con las temperaturas extremas de la luna podrían contaminar la muestra.

También, desde el Departamento de Tecnología Electrónica de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación han aportado su grano de arena con la programación de la placa Intel Edison, el ordenador de a bordo y su programación.

Asimismo, han contado con el apoyo de geólogos, biólogos, ingenieros industriales e ingenieros de telecomunicaciones de la Universidad, así como con el respaldo económico de la empresa malagueña que fabrica paneles solares para satélites y microsatélites: DHV Technology. El Centro de Astrobiología del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (CSIC), la empresa InnoPlant, vinculada a la Universidad de Granada, e incluso, la Agencia Espacial Europea, han sido otros de los colaboradores.

Hacia una especie interplanetaria sostenible, ese es el futuro que proponen estos tres jóvenes investigadores malagueños que, aunque han estado casi a punto de llegar a la luna, tienen los pies muy en la tierra. Y pisan fuerte.


Share

Últimas publicaciones

Diseñan una nueva técnica para lograr la autosuficiencia energética en las islas
Jaén | 22 de abril de 2024

Un equipo de investigación de la Universidad de Jaén ha validado un nuevo sistema que mejora las redes eléctricas insulares evitando los cortes a los que suelen verse sometidas. Además, permite el almacenamiento de energía en baterías de vehículos, lo que fomenta el uso de este tipo de coches.

Sigue leyendo
Descubre la ciencia
Andalucía | 22 de abril de 2024

Para entender lo que pasa a nuestro alrededor, la ciencia juega un papel fundamental. En Andalucía, la Fundación Descubre coordina y promueve iniciativas relacionadas con la divulgación del conocimiento científico y tecnológico, creando sinergias entre las universidades, los centros de investigación, las asociaciones y la ciudadanía. Cafés con Ciencia, la Noche de los Investigadores, la Semana de la Ciencia, la agencia de noticias Ciencia Directa, una veintena de portales web temáticos… proyectos que esta entidad pone en marcha cada año para contar los avances científicos y tecnológicos de nuestra región y fomentar el interés y la participación ciudadana en torno a la ciencia.

Sigue leyendo
Un estudio concluye que el olvido y el recuerdo dependen de cambios selectivos en los circuitos cerebrales
Sevilla | 22 de abril de 2024

Investigadores de la Universidad Pablo de Olavide y del Centro Vasco de Investigación en Neurociencia Achucarro determinan el mecanismo neuronal que hace posible aprender y olvidar. El estudio ha concluido que el giro dentado (GD) del hipocampo –una región del cerebro crucial para diversos procesos de aprendizaje y memoria– es necesario para la activación de memorias ya adquiridas y para su recuperación.

Sigue leyendo

#CienciaDirecta

Tu fuente de noticias sobre ciencia andaluza

Más información Suscríbete

Ir al contenido