Casa de los Tiros

La que fuera conocida como “La casa fuerte de artillería” no fue construida ex novo, sino que se aprovechó parte de una vivienda islámica, que compró el comendador de Montiel, Gil Vázquez de Rengifo. La compra de la mezquita de Ibn Gimara, posibilitaría la construcción del conjunto actual, datado en torno a 1530, cuando la familia adquiere mayor importancia, tras obtener Gil Vázquez Rengifo la tenencia del Generalife. Su hija María contrajo matrimonio con Pedro Granada Venegas, nieto de Cidy Yahya, noble musulmán de linaje de Yusuf IV y alcaide de Baza, que cambió de bando antes de la conquista. María aportó como dote la tenencia del Generalife y la casa, simbolizando el edificio la unión entre un linaje castellano y la dinastía local de los Granada Venegas. A nivel arquitectónico, sobresale su fachada de sillería regular vinculada a los modelos de casa-torre fortificada de la nobleza feudal castellana, con dos balcones, y con el añadido de cinco esculturas y tres enigmáticos polígonos en bronce clavados en la fachada. Destaca el perfil almenado del remate y la puerta adintelada, con la imagen en piedra de una espada encima de un corazón, al que parece va a partir por la mitad, y sobre la que puede leerse el lema de la casa: “El corazón manda”. Fue sede de la Academia de los Granada Venegas y es en la actualidad Museo Histórico de la ciudad.

Puerta

La puerta que se abre en la fachada es el único acceso a la casa palacio. Juega un papel importante desde el punto de vista estético, y además presenta algunas peculiaridades en su construcción.

Estatuas

Esta casa palacio quiere representar el ideal renacentista de “mansión del guerrero”, concebido como un amplio programa iconográfico que enfatiza al héroe renacentista a los monstruos, a los que derrota en sus hazañas. Pertenece al conjunto de mansiones renacentistas que utilizan la mitología clásica para exhibir un discurso destinado a sublimar las virtudes heroicas de sus propietarios. Los héroes mitológicos que aparecen en la fachada son Jasón y Héctor, arriba, y Hércules y Teseo, abajo, además del dios Mercurio, el mensajero de los dioses, en el centro. Este viste como heraldo de armas, ostentando el escudo de la familia, mientras que aquellos llevan indumentaria militar y están presentados en actitud vigilante, dispuestos al combate en cualquier momento.

Aldabones

Tres aldabones de bronce se aprecian en la fachada con curiosas figuras geométricas: un triángulo (izquierda), un cuadrado (centro) y un octógono (derecha). Se anclan a la pared mediante tachuelas en forma de corazón, y se lee jeroglíficamente las siguientes leyendas: “EL CORAZÓN MANDA. GENTE DE GERA EXERCITA LAS ARMAS” “EL CORAZÓN SE QVIEBRA HECHO ALDABA LLAMÁNDONOS A LA BATALLA” “ALDABADAS SON LAS QUE DIOS I LAS SIENTE EL CORAZÓN” La elección de estos polígonos regulares no es casual. Es fruto de su significado simbólico, apoyado por una parte por los números que le están asociados en cuanto a su característica más determinante, los lados: 3, 4 y 8. Por otra parte, tienen carga simbólica en el conjunto de la arquitectura, y de la renacentista en particular.

El patrón que modula la fachada

Las proporciones de la fachada giran en torno al número √3. La construcción de un cuadrado básico sobre su base (proporción 1) da lugar al denominado rectángulo √2 (sus lados son √2 y 1, por lo que su proporción es √2), sobre el que a su vez tomamos la diagonal para construir el llamado rectángulo √3 (sus lados son √3 y 1, por lo que su proporción es √3) que coincide con el límite de las almenas del primer plano de la fachada. Además en esta composición, la aldaba central cuadrada se sitúa exactamente sobre la diagonal √3 que da lugar al rectángulo de composición total, en el centro, por tanto, del rectángulo √2.

Zaguán

La Casa de los Tiros completa el programa iconográfico dentro de la misma. Concretamente, en el zaguán, situado en la entrada, en un alfarje sobre enormes vigas que apoyan en zapatas, se encuentran pintados, en 8 filas y en número de 4 por cada fila, 32 monstruos en total, luchando entre sí, con ferocidad y violencia.

Alfarje

Representados bien como fieras reales (leones, jabalí…) o bien como monstruos imaginarios (dragones, unicornios, grifos…) este repertorio del bestiario se enfrenta en las calles que separan las vigas del zaguán. Su actividad violenta está enfatizada por sus cuerpos ondulantes y arqueados, por su tensión muscular, por sus formas serpenteantes de gran agitación, como “símbolos de fuerzas cósmicas en estado inmediato al caótico”, según J. E. Cirlot. Estas posturas dinámicas contrastan con la quietud, que refleja la serenidad e inteligencia, de los héroes de la fachada.

Cuadra Dorada

Justo encima del zaguán se encuentra el salón de la casa: la Cuadra Dorada. Construido hacia 1540, es una sala cuadrada de riquísima ornamentación en tonos predominantemente dorados; de ahí su nombre. Su cubierta es un magnífico alfarje con vigas de madera divididas en grandes proporciones rectangulares que están llenas con bustos de monarcas y héroes de la reconquista, con rica policromía de tonos áureos. Las paredes también están decoradas con pinturas murales y cuatro tondos que hacen que el conjunto adquiera, bajo la luz que entra pos sus dos balcones, el aspecto de un salón noble y cautivador, a la vez que misterioso.

Escudo de armas de los Rengifo

El escudo de los Rengifo aparece decorando también el muro frontal de La Cuadra Dorada en su esquina superior derecha. Dividido en cuatro campos (cuartelado), sostenido por los dos dragones y orlado de 10 banderas. En los campos 1º, 2º y 3º hay un león rampante, con 8 aspas de azur sobre campo de oro en el primer cuarto, y 8 aspas de oro sobre campo de gules en el segundo y tercero. En el cuarto campo hay 13 roeles de azur distribuidos en 4 fajas (3+3+3+3+1) que corresponden al linaje Dávila.

Escudo de los Granada Venegas

En la esquina superior izquierda aparece el escudo de los Granada Venegas. Descendientes de Cidy Yahya del linaje de Yusuf IV, esta casa llegó a tener gran renombre en la corte castellana, acrecentada por su enlace con los Rengifo. Los Granada Venegas obtienen el título de marqueses de Campotéjar y es este escudo el que aparece. Coronado de marqués, tiene en el primer cuartel el escudo de Granada, en el segundo el de Mendoza, en el tercero el de Venegas y en el cuarto el de López de Ayala. A pesar de estar orlado de 10 estandartes ganados a los moros, mantiene en el centro, como escusón, el escudo de los reyes nazaríes, un campo de plata con una banda en azur sobrescrita con el lema “Solo Dios es vencedor”.

Puerta

La puerta principal por la que se accede a la sala de la Cuadra Dorada es de madera y está tallada. Tiene seis cuarterones, tres en cada hoja, con cabezas laureadas en los cuartelones inferiores de ésta.

Heroínas

A los elementos decorativos de las paredes se les añadieron posteriormente, en la parte superior de los muros, rompiendo el discurso visual de las mismas, cuatro tondos con los bustos en altorrelieve de cuatro heroínas: Judit, Semíramis, Pentesilea y Lucrecia. Las tres primeras vencieron a ejércitos, al igual que el héroe Héctor de la fachada, y una ellas, Judit, sostiene en sus manos la cabeza decapitada de Holofernes, en claro paralelismo con Teseo, que sostiene la de Procustes. Es la única representación de un monstruo en la cuadra dorada, aunque el programa de heroínas parece ser posterior al de la fachada en un intento de ser una réplica en femenino del mismo, y cuyo impulso pudiera deberse a María Rengifo, hija del constructor Gil Vázquez de Rengifo.

Techo

En su artesonado se representan en las 8 calles que dejan asimismo las vigas, a razón de 4 por calle, 32 héroes de la conquista, con su nombre y una alusión a sus hazañas. En casi todos sitúa el adjetivo “español”, remarcando que se trata de un programa ensalzador del bando victorioso en la guerra por el control de la península y explicitando los monstruos vencidos: moros, franceses, turcos, romanos y arrianos. Representados en actitud serena, hierática, y con rica policromía en donde domina el dorado, como una constelación cósmica de héroes, ordenada y brillante, inmóvil y eterna, frente al conjunto oscuro y caótico, mutable e imprevisible de los monstruos del zaguán. Las vigas están decoradas en la parte inferior por dos espadas enfrentadas y un corazón en el centro, lema de la casa.

Héroes

En las paredes hay una rica decoración con pinturas murales policromadas. En la pared frontal aparece lo que se han identificado como dos guerreros, que fueron descubiertos tras la restauración llevada a cabo en 1991-94. Sobre su dibujo aún se aprecian los picotazos del saneamiento de la pared. Sin embargo, parecen más que simples guerreros: su vestimenta es, como en la de los héroes de la fachada, a la romana, y llevan unos cascos dorados con forma en espiral, muy originales, y que hacen alusión a su condición singular. Tienen entre su impedimenta espadas y hachas y sostienen entre las manos una cartela, que los huecos dejados en el mural y el carácter enrollado de la misma deja leer con bastante dificultad.