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UN REFUGIO FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO: SALINA LA ESPERANZA DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ

VISITA VIRTUAL POR LA SALINA 'LA ESPERANZA'
Esta visita virtual comienza en la portada, donde se encuentra el acceso peatonal, la entrada 'de tierra', para luego acompañar al agua en su recorrido desde el mar (en la compuerta o entrada 'de mar') hasta el lugar dónde se produce la cristalización de la sal, las 'tajerías' CARACTERÍSTICAS Y SITUACIÓN GEOGRÁFICA La salina La Esperanza está constituida por dos instalaciones, la Esperanza Grande y la Esperanza Chica. Cada una de ellas se alimenta por un canal de agua diferente. Extensión: 35 ha Situación geográfica: 36°30'39.06" N; 6° 9'16.62"O Término municipal de Puerto Real, Cádiz Parque Natural de la Bahía de Cádiz BIBLIOGRAFÍA 'Salinas de Andalucía'. Consejería de Medioambiente, Junta de Andalucía. 2014 'Maestros de la sal' Universidad de Cádiz, Grupo de Humedales Costeros. 2015

PANORÁMICA 1: PUERTA DE ACCESO

BIENVENIDO A SALINA 'LA ESPERANZA'
Este espacio singular se convierte en un laboratorio al aire libre para la investigación y la divulgación de la mano de la Universidad de Cádiz. En nuestra visita virtual acompañaremos al agua en su viaje desde el mar hasta su cristalización en tierra para presentar unas instalaciones que, apoyadas en su pasado, investigan en el presente cómo mirar al futuro con propuestas que protejan y mantengan su esencia.
4. PARTES Y FUNCIONAMIENTO DE LAS SALINAS
Las salinas se alimentan de aguas procedentes de alguno de los numerosos 'caños' existentes en la Bahía. Los caños son los cursos de agua de mar que se adentran en las marismas. El elemento que delimita una salina exteriormente se llama 'la vuelta de fuera'. A través de al menos una compuerta, la salina toma agua del caño y la almacena en 'el estero', un embalse de gran tamaño y profundidad. Desde el estero, a través de compuertas, el agua pasa a un largo y sinuoso sistema de canales en el que va ganando temperatura y concentración salina. Los diferentes sectores por los que circula son cada vez más estrechos y se denominan 'lucio', 'vueltas de periquillo' y 'vueltas de retenida'. Por último, el agua llega a los cristalizadores o 'tajerías', donde la sal cristaliza y finalmente es recogida.
1. NOS ENCONTRAMOS EN...
El Parque Natural de la Bahía de Cádiz, en el litoral atlántico de Andalucía. Este entorno ha acogido históricamente la mayor concentración de explotaciones salineras de Andalucía, al darse un conjunto de factores físico-naturales idóneos para el desarrollo de esta actividad: grandes coeficientes de marea que inundan el terreno con agua de mar, numerosas horas de insolación y vientos favorables que colaboran en la evaporación necesaria para la obtención de la sal. La situación geográfica de la zona, próxima al Estrecho de Gibraltar, es también una de las causas de la presencia de numerosas especies de aves presentes en las salinas. Aquí confluyen dos vías de vuelo: la del Atlántico oriental y la del Mediterráneo. Por ello, estas aves encuentran en las salinas unos hábitats estratégicos donde pueden alimentarse y descansar.
5. CIENCIA QUE UNE PASADO Y FUTURO
La Universidad de Cádiz desarrolla varios proyectos de investigación en la Salina La Esperanza. Éstos no sólo están enfocados a conocer y proteger a las especies de aves limícolas propias de esta zona, sino que también se centran en el desarrollo de nuevos procesos y productos comerciales que aseguren el futuro de estas estructuras ancestrales: las salinas.
3. CULTURA SALINERA
Las salinas han estado presentes en el paisaje gaditano desde los tiempos de los fenicios y, más tarde, de los romanos. Un ejemplo del arraigo cultural es que la palabra salario, que aún utilizamos hoy, proviene del pago en sal que se efectuaba en la Antigüedad. Hasta la década de los años 60 del siglo XX, más de 150 salinas se explotaban en la Bahía gaditana, siendo un sector productivo muy exitoso. Con la llegada de la industria del frío, la sal ya no era necesaria para mantener los alimentos y se inició así el declive del sector, comenzando la mecanización de las salinas y la desaparición de las pequeñas explotaciones artesanales con todo su acervo cultural.
2. LA SALINA, UN REFUGIO PARA LAS AVES FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO
En la salina encuentran alimento y descanso muchas aves acuáticas. También se reproducen varias especies. La mayoría son migradoras de largas distancias, es decir, recorren todos los años miles de kilómetros desde las zonas de nidificación en el norte de Europa, algunos incluso desde la tundra ártica, hasta la Bahía de Cádiz donde pasan el invierno. Otras, sin embargo, pasan la temporada invernal en el sur de África y vienen a esta zona a criar. En los fangos que quedan al descubierto en la bajamar buscan su alimento las aves denominadas limícolas. La subida del nivel del mar debido al calentamiento global podría llevar a la reducción o desaparición de muchas zonas estuarias, provocando que estas especies reduzcan sus poblaciones o incluso desaparezcan al no tener dónde alimentarse. Las salinas constituyen un refugio para ellas donde podrán anidar y encontrar alimento si los fangos intermareales del litoral desaparecieran.

PANORÁMICA 2: CAPTACIÓN DE AGUA

COMPUERTA Y ESTERO
EL AGUA INICIA SU RECORRIDO La compuerta es la entrada principal de agua desde el saco interno de la Bahía de Cádiz a través del caño de marea. Una vez dentro, es almacenada en el estero, una depresión del terreno que actúa a modo de embalse. Desde aquí se lleva a los distintos circuitos de la salina según la cantidad necesaria. Con la llegada de agua también entran peces que son criados en el estero de manera natural.
2. UCA INVESTIGA: Cultivo de Macroalgas en la compuerta
Las macroalgas representan un elemento biológico muy característico de las salinas. Los pigmentos fotosintéticos (sustancias capaces de absorber la energía solar y de transformarla para hacer la fotosíntesis) que poseen las sitúan en la base en la red trófica del ecosistema salinero. Así, son el punto de partida de las relaciones alimenticias entre los seres vivos que aquí encontramos, ya que alimentan a todo un sinfín de organismos; desde pequeños invertebrados hasta peces herbívoros. Además, incorporan nutrientes disueltos en el agua y la oxigenan, con lo que contribuyen a mejorar la calidad ambiental de las salinas. Actualmente se cultivan macroalgas en las salinas con interés comercial, tanto para uso alimentario como en la industria química o farmacéutica, siendo una de las actividades sostenibles más innovadoras que complementan a la extracción de la sal. Especies de algas rojas como 'Chondracanthus teedei' y 'Gracilariopsis longissima' se pueden cultivar en cuerdas y ser cosechadas varias veces a lo largo del año. Otras macroalgas como las 'Ulvas' sp. alcanzan un gran tamaño y hoy en día son recolectadas y consumidas en varios restaurantes de la bahía. La Universidad de Cádiz ha desarrollado un estudio sobre el cultivo de macroalgas en las compuertas de las salinas, concluyendo que son un lugar muy propicio para ello. En las compuertas el agua fluye a gran velocidad durante los intercambios de marea, lo que proporciona una energía auxiliar que favorece un mayor crecimiento de la biomasa.
1. PICOS Y PATAS DIFERENTES: MORFOLOGÍA ADAPTADA AL MEDIO
Debido a que en las salinas encontramos distintos estanques con diversas profundidades y salinidades son muchas las especies de aves que pueden convivir. Cada una de ellas se adapta al medio donde vive: tienen picos y patas adaptados a las profundidades del espacio que habitan y al tipo de alimento que ingieren. Las especies que podemos ver en el estero y alrededores son las zancudas, como los flamencos ('Phoenicopterus roseus'), las garzas ('Ardea cinerea') y garcetas ('Egretta alba' y 'E. garzetta') o las espátulas ('Platalea leucorodia'), todas de tamaño y patas grandes para poder alimentarse en esta zona donde el agua alcanza una mayor profundidad.

PANORÁMICA 3: CANALIZACIONES DEL AGUA

VUELTAS DE RETENIDA
"MAREANDO" EL AGUA Dejando atrás el estero, y gracias a la diferencia de pendiente, el agua continúa su recorrido por un laberinto de canales serpenteantes llamados vueltas de retenida o de periquillo. Este “marear el agua”, en argot salinero, es fundamental para la decantación de carbonatos y otros elementos. El agua llegará así más pura al final de su viaje por las salinas, a las tajerías, donde se producirá la cristalización.
3. UCA INVESTIGA: Planta experimental de microalgas
Las microalgas son organismos unicelulares que forman parte del fitoplancton marino. Su importancia para el mantenimiento de la vida del planeta Tierra es crucial, ya que a través de la fotosíntesis nos proporcionan gran parte del oxígeno que necesitamos para respirar. La diversidad de especies de microalgas marinas es inmensa, lo que hace de estos organismos una prometedora fuente sostenible de recursos. Actualmente se emplean microalgas en cosmética como protectores solares, en alimentación humana y animal, como biofertilizantes o en el campo de la farmacología. Como organismos unicelulares que son, tienen una capacidad de crecimiento y de generación de biomasa mucho mayor que las plantas superiores. Además, es posible cosechar microalgas durante todo el año y para su producción se emplean fotobiorreactores muy sencillos y fácilmente integrables en el entorno salinero sin excesivas modificaciones. La Universidad de Cádiz a través de grupos de investigación de diferentes áreas ha apostado por el desarrollo de biotecnología para la producción de microalgas en instalaciones salineras. Una de estas plantas experimentales de microalgas se ubicará en un futuro en la salina La Esperanza.
2. UCA DIVULGA: Un lugar donde anidar
Mediante proyectos de participación ciudadana del Grupo de Conservación de Humedales Costeros de la Universidad de Cádiz, se ha construido un islote de zahorra (material de relleno) con el fin de aumentar la superficie disponible para las aves que crían en la salina, poniendo a su disposición un lugar seguro donde anidar. En los meses primaverales este islote alberga más de 50 nidos entre chorlitejos patinegros ('Charadrius alexandrinus'), avocetas ('Recurvirostra avoesetta') y charrancitos ('Sternula albifrons'). En la época no reproductora también observamos otras especies en esta zona de tamaño medio: el archibebe común ('Tringa totanus'), la cigüeñuela ('Himantopus himantopus'), la aguja colinegra ('Limosa limosa') y el correlimos ('Calidris' sp.').
1. VEGETACIÓN EN LAS SALINAS
Las plantas que pueden vivir en suelos con altas concentraciones de sal presentan adaptaciones para evitar la pérdida de agua, como la impermeabilización de las hojas recubriéndolas de ceras para evitar la desecación. Además de esto, las especies vegetales que encontramos en este ambiente poseen mecanismos diferentes para amortiguar los efectos del estrés hídrico: 'Quenopodiaceae' sp. (como por ejemplo la 'Salicornia' sp. o la 'Sarcocornia' sp.): Sus tallos están compartimentados a modo de pequeños saquitos donde almacenan agua. 'Limoniastrum monopetalum': Excretan la sal a través de unas glándulas especiales. 'Halimione portulacoides': Almacenan salmuera sobrante en órganos especializados.

PANORÁMICA 4: CRISTALIZADORES DE LA SAL

TAJERÍAS
FIN DEL CAMINO: LA EXTRACCIÓN DE LA SAL Aquí concluye el viaje del agua: en las tajerías o cristalizadores se produce la cristalización y posterior extracción de la sal. Son pequeñas balsas cuadradas de muy poca profundidad cuyo tamaño corresponde a la longitud de la vara de madera utilizada para recoger la sal. En la zona central, la 'matriz', antiguamente transitada por burros, anidan hoy en día varias especies de aves limícolas.
2. CASA DE APEROS
Esta pequeña vivienda, reconstruida por la Universidad de Cádiz, era una antigua casa de aperos donde se guardaban los utensilios como las varas o parihuelas para el transporte de la sal. En la actualidad se usa para el almacenamiento de aparataje científico así como para la realización de actividades de divulgación. Un nuevo proyecto de la UCA junto con la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía actualmente en desarrollo, dotará a la salina La Esperanza de una sala de usos múltiples y otros espacios complementarios. La casa salinera, a la vez vivienda y complemento de las labores de recolección de la sal, constituye una tipología constructiva propia de la Bahía de Cádiz.
3. UCA INVESTIGA: actividad humana y biodiversidad
La Universidad de Cádiz, a través del grupo de Conservación de Humedales Costeros, está investigando cómo hacer compatibles las diferentes actividades humanas desarrolladas en la salina (tales como la propia extracción de la sal, el ecoturismo o la acuicultura) con la conservación y potenciación de la biodiversidad existente. Así, por ejemplo, investiga sobre el tipo de material utilizado en los muros centrales de los cristalizadores (llamados ‘madriz’ en argot salinero) con el fin de que sea favorable tanto para las aves que crían como para el desarrollo de actividades humanas. Otra línea de investigación diferente se centra en cómo evitar o disminuir las posibles alteraciones del entorno natural causadas por estas intervenciones. En la madriz crían cuatro especies de aves limícolas diferentes, siendo la salina de La Esperanza la mejor zona de cría para el chorlitejo patinegro (‘Charadrius alexandrinus’) del Parque Natural Bahía de Cádiz, cuya densidad de nidos es de las más altas de Europa. El chorlitejo patinegro fue nombrado Ave del año 2019 por SEO Birdlife, se incluye en el Libro Rojo de las aves de España en la categoría de ‘Vulnerable’ y aparece considerado como ‘De interés especial’ en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Durante el invierno pueden observarse alimentándose en esta zona chorlitejos patinegros y grandes ('Charadrius’ sp.), archibebes ('Tringa totanus') y distintas especies de correlimos ('Calidris’ sp.)
1. UN ECOSISTEMA DE ESPECIALISTAS
El ambiente hipersalino que encontramos en las tajerías o cristalizadores, donde las concentraciones de sal son muy altas debido a la evaporación del agua de mar, exige una fuerte adaptación a las especies que en ella habitan. Es éste un entorno para especialistas, de organismos únicos y valiosos que se adaptan a vivir en un ecosistema extremo. Las especies más numerosas que encontramos en las zonas de mayor salinidad son microalgas, 'Dunalliella salina' y 'Dunalliella viridis) y un crustáceo que se alimenta de ella, la 'Artemia salina'. Ambos son la base de la red trófica en la salina. Estas microalgas son también las causantes del color rosa del flamenco común y del tono rosáceo de las salinas en verano: sintetizan un pigmento de este color, el caroteno. Éste a su vez se transmite a la Artemia, alimento del flamenco.