Avanzan en el conocimiento de dos proteínas supresoras de tumores
Fuente: Universidad de Sevilla
Miembros del grupo de investigación Reparación de cortes de doble cadena en el ADN y patologías humanas de la Universidad de Sevilla y del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (CABIMER), han publicado en la revista científica Cell Reports un trabajo en el que ahondan en la función de dos genes implicados en la reparación del ADN que son, además, genes supresores de tumores: CtIP y BRCA1.
La correcta reparación del ADN es esencial para asegurar la viabilidad celular y del organismo. Cuando estos mecanismos de reparación no funcionan correctamente, se produce una acumulación progresiva de mutaciones en el ADN que pueden propiciar la aparición de enfermedades, incluido el cáncer.
“Aunque se sabía que las proteínas codificadas por ambos genes actuaban juntas, se desconocía qué importancia funcional tenía la interacción entre ambas. Nuestros resultados demuestran que mientras CtIP es esencial para iniciar el proceso de reparación, BRCA1 modula la velocidad a la que actúa CtIP”, explica el investigador de la Universidad de Sevilla y autor del artículo, Pablo Huertas.
Para poder obtener este modelo, los expertos han desarrollado nuevos métodos que analizan los pasos iniciales de la reparación del ADN a nivel de moléculas individuales.
Últimas publicaciones
Una investigación con participación de la EBD-CSIC revela una cobertura insuficiente de las Áreas Marinas Protegidas. El trabajo sienta las bases para definir políticas que gestionen de forma sostenible los desafíos ecológicos que implica el transporte marítimo.
Sigue leyendoUn estudio internacional en el que participa un investigador de la Universidad de Sevilla, ha analizado el caso del sudeste asiático, una de las regiones con mayor diversidad biológica del planeta, y ha identificado una nueva especie de ardilla, posiblemente la ardilla arborícola más grande del mundo.
Sigue leyendoGracias a una herramienta CRISPR que elimina el ARN, investigadores del CABD han observado por primera vez el momento en que el embrión toma el control de su desarrollo. Una modificación química permite al embrión encender su propio genoma y borrar las instrucciones heredadas de la madre para iniciar su formación.
Sigue leyendo
