ENERGÍA MÁS EFICIENTE A PARTIR DE RESTOS DE PODA DEL OLIVO
Fuente: InnovaPress
Expertos de la Universidad de Jaén, dirigidos por Francisco Jurado, van a dar una vuelta de tuerca al empleo de los residuos de la poda del olivar y pretenden aumentar el aprovechamiento energético de estos subproductos. Se trata de un proyecto de excelencia sobre la aplicación de la microturbina y el motor de gas en la industria oleícola ha recibido un incentivo de 130.000 euros de la Consejería de Economía, Innovacion y Ciencia.
Del olivo, como en el cerdo. Poco a poco se vislumbran nuevos aprovechamientos del cultivo rey de Andalucía pero, sobre todo, los residuos generados en la industria del olivar. La experiencia ha demostrado que todo vale, o casi todo. Desde astillas, hojas, huesos y madera. Y parece que el sector energético verde es el más beneficiado.
Investigadores de la Universidad de Jaén pretenden incorporar la gasificación en la transformación energética de toda esta materia prima. Hasta la fecha, cuentan los expertos, para el residuo de poda, al igual que para el resto de los provenientes de la actividad agrícola, no se han encontrado aplicaciones viables. Ni desde el punto de vista tecnológico, ni económico.
La propuesta es «innovadora». Se parte de una biomasa (astillas de poda de olivar, fragmentos de hueso de aceituna, orujillo…), se somete a un proceso químico que originará un gas de síntesis (también denominado «gas pobre») constituido fundamentalmente por hidrógeno, monóxido de carbono, metano, dióxido de carbono y nitrógeno. Y a partir de este gas de síntesis, se puede poner en marcha un motor de combustión interna o generar energía eléctrica utilizando una microturbina.
Actualmente existen distintas alternativas para aprovechar estos residuos. A través de la conversión termoquímica (combustión, gasificación y priólisis) y la conversión bioquímica.
Dentro de este capítulo, la gasificación parece que apunta alto. En primer lugar, porque produce un menor volumen de gases residuales y una mayor concentración de contaminantes, por lo que los sistemas de depuración son menores y más eficientes. Por otro lado, el combustible obtenido es muy versátil ya que puede emplearse en una amplia gama de aplicaciones con equipos convencionales. Y lo más importante, «el rendimiento eléctrico ofrecido por la poda una vez que se ha sometido a la gasificación es del 30%», subraya el investigador principal.
«En este sentido, y dadas las singularidades de la biomasa como combustible y las soluciones tecnológicas particulares para la limpieza exhaustiva del gas producido por la gasificación, se puede integrar la microturbina y el motor de gas con la gasificación de la biomasa», apunta.
Precisamente este proyecto estudiará una aplicación específica de la microturbina y el motor de gas, que tendrá un elevado potencial de utilización en la provincia de Jaén. «Si las microturbinas y los motores de gas desarrollados actualmente alcanzan la fiabilidad, disponibilidad y bajos costes de mantenimiento que los fabricantes claman, las barreras que han bloqueado la difusión de las pequeñas centrales de cogeneración pueden ser salvadas», concluye.
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