Investigan nuevas cianotoxinas en agua
Fuente: Universidad de Sevilla
El vicerrector de Investigación de la Universidad de Sevilla, Manuel García León,inauguró la reunión anual de un proyecto europeo sobre cianobacterias y cianotoxinas que integra a un total de 32 países. En España lideran el proyecto la profesora Ángeles Jos Gallego, del área de Toxicología de la Universidad de Sevilla, y el Dr. Antonio Quesada, de la Universidad Autónoma de Madrid.
Este encuentro se ha celebrado en Sevilla con la participación de cerca de un centenar de investigadores europeos.
La acción COST ES1105 ‘Cyanobacterial blooms and toxins in water resources: Occurrence, impacts and management’ (2012-2016) presidida por el Dr. Triantafyllos Kaloudis, tiene como objetivos transmitir el conocimiento más actual sobre cianotoxinas y cianobacterias a las administraciones, compañías de aguas y otros agentes implicados. Las cianobacterias toxigénicas se consideran uno de los principales riesgos para la salud asociados a los recursos hídricos europeos. Dichos organismos producen una amplia gama de potentes toxinas, muchas de ellas de reciente descubrimiento, con efectos adversos para la salud en los seres humanos y los animales expuestos a través del agua potable, la acuicultura y las actividades acuáticas recreativas.
En el Área de Toxicología de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla una de las líneas de investigación está dedicada precisamente a las cianobacterias y cianotoxinas (efectos tóxicos, determinación analítica, evaluación de riesgos, etc.), siendo ésta liderada por la profesora Ana M. Cameán.
La investigación europea en este campo ha permitido mejorar la capacidad para gestionar este riesgo, no obstante aún existen desequilibrios. Entre los objetivos de la acción se encuentra transferir este conocimiento a todas las regiones europeas: ampliar la sensibilización, la difusión de la competencia técnica en este ámbito, y el intercambio de experiencias en gestión de riesgos.
Los expertos además pretenden proporcionar herramientas a los usuarios finales (autoridades públicas, servicios públicos de agua, acuicultura, turismo y sectores de recreación) mediante la puesta en común y la coordinación de los conocimientos en toda Europa, así como armonizar los métodos y prácticas, protegiendo así la salud pública, las empresas y la inversión realizada.
“Las actividades de esta acción son de un gran interés en la actualidad, ya que recientemente han aparecido toxinas emergentes y especies de cianobacterias hasta ahora desconocidas en Europa, que pueden requerir la elaboración de nuevas regulaciones o directrices en algunos países europeos para salvaguardar la salud de los usuarios y los ecosistemas”, explica la investigadora Jos Gallego.
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