La acidificación de los océanos
La quema de los diferentes combustibles fósiles, la propia deforestación de los bosques y los cambios en el uso del suelo forestal al agrícola producen dióxido de carbono CO2 que es emitido a la atmósfera.
Este gas, además de contribuir al efecto invernadero, causa otros efectos negativos, ya que también está afectando la vida de muchos animales marinos.
Tanto las plantas como los océanos juegan un papel importante en la retirada del dióxido de carbono de la atmósfera, pero la absorción de este gas por los océanos provoca la acidificación del medio.
Esta disminución del pH podría afectar gravemente la capacidad de los arrecifes de coral para recuperarse de las perturbaciones y comprometería la viabilidad, a largo plazo, de estos ecosistemas.
A su vez, esto sería perjudicial para el millón de especies que se estima que dependen del hábitat de estas estructuras subacuáticas.