Karen Uhlenbeck, primera mujer que recibe el Premio Abel, considerado el ‘Nobel’ de las matemáticas
La Academia Noruega de Ciencias y Letras ha otorgado el premio Abel 2019, considerado el ‘Nobel’ de las matemáticas, a la estadounidense Karen Keskulla Uhlenbeck “por el impacto de su trabajo en análisis, geometría y física matemática”. Esta profesora de la Universidad de Texas también es una firme defensora de la igualdad de género en la ciencia.
Fuente: SINC
La matemática estadounidense Karen Keskulla Uhlenbeck (Cleveland-Ohio, 1942), profesora en la Universidad de Texas en Austin, es la galardonada con el Premio Abel de este año, uno de los más prestigiosos en matemáticas.
Así lo ha anunciado hoy la Academia Noruega de Ciencias y Letras, quien reconoce “sus logros pioneros en ecuaciones diferenciales parciales geométricas, teoría de gauge y sistemas integrables, y por el impacto fundamental de su trabajo en el análisis, la geometría y la física matemática”. Sus estudios han sentado las bases para modelos geométricos contemporáneos en matemáticas y física.
El interés de la galardonada por la teoría de gauge se inspiró en los trabajos de un compañero también laureado con el premio Abel, el difunto Sir Michael Atiyah. Esta teoría es un lenguaje matemático de la física teórica, y las aportaciones de Uhlenbeck en esta área han sido esenciales para la comprensión matemática moderna de modelos en física de partículas, teoría de cuerdas y relatividad general.
Uhlenbeck también ha desarrollado herramientas y métodos en análisis global, que ahora utilizan muchos geómetras y analistas de forma cotidiana. “Karen Uhlenbeck recibe este premio por su trabajo fundamental en el análisis geométrico y la teoría de gauge, que ha cambiado drásticamente el panorama matemático. Sus teorías han revolucionado nuestra comprensión de las superficies mínimas, como las formadas por pompas de jabón, y problemas de minimización más generales en dimensiones más altas”, destaca Hans Munthe-Kaas, presidente del Comité Abel.
El sueño de ser científica
Además de investigadora, Uhlenbeck es una firme defensora de la igualdad de género en matemáticas y en la ciencia en general. Cuando era niña, le encantaba leer y soñaba con ser científica.
Actualmente es visitante senior en la Universidad de Princeton y en el Instituto de Estudios Avanzados (IAS). Dentro de este es una de las fundadoras del Instituto de Matemáticas de Park City (PCMI), cuyo objetivo es capacitar a jóvenes investigadores y promover el intercambio de conocimiento frente a los desafíos de las matemáticas.
También es cofundadora de un programa de Mujeres y Matemáticas (WAM) creado en 1993 para reclutar y capacitar a mujeres que lideren la investigación en matemáticas en todas las etapas de sus carreras académicas.
«El reconocimiento de los logros de Uhlenbeck debería haber sido mucho mayor, ya que su trabajo ha llevado a algunos de los avances más importantes en matemáticas en los últimos 40 años», sentencia Jim Al-Khalili, miembro de la Royal Society.
El rey Harald V de Noruega entregará el premio Abel a la laureada de este año durante una ceremonia que se celebrará el próximo 21 de mayo en Oslo.
El premio Abel se considera el ‘Nobel’ de las matemáticas, aunque a veces se otorga también ese reconociento a las medallas Fields, que se conceden a matemáticos que no hayan cumplido los 40 años. La primera mujer que consiguió una, en el año 2014, fue la iraní Maryam Mirzakhani, fallecida en 2017.
Últimas publicaciones
En su 15ª edición, esta actividad de divulgación científica contará con encuentros sobre salud mental, Cafés dedicados al colectivo LGTBI y un Café con Ciencia para conmemorar el Año Cajal dedicado a Ramón y Cajal. La organización de los Cafés con Ciencia se puede solicitar por correo electrónico cafeconciencia@fundaciondescubre.es hasta el 15 mayo de 2025.
Sigue leyendoUn equipo de investigación de las universidades de Sevilla y Huelva ha creado unas tabletas a partir de proteínas de soja que liberan progresivamente nutrientes a las plantas. El nuevo producto permite un crecimiento saludable, optimiza la producción agrícola y evita la contaminación de suelos y aguas subterráneas.
El equipo científico, formado por expertos de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); la Universidad de Granada y el Nature Research Centre de Lituania ha analizado el papel de este díptero como vector de patógenos de la malaria aviar. El estudio apunta a la preferencia del mosquito tigre por alimentarse de mamíferos como una de las posibles causas de la baja relevancia en la dispersión de la enfermedad.
Sigue leyendo