LA CARA Y LA CRUZ DE LA PROGESTERONA: REPRODUCCIÓN Y TRATAMIENTO DEL CÁNCER
Fuente: Amalia Rodríguez Gómez
Los estrógenos y la progesterona juegan un papel esencial en la ovulación, pero también en el desarrollo de algunos tumores. Por ello, conocer su comportamiento supone un gran avance en la reproducción de hembras y al mismo tiempo en el tratamiento del cáncer. Un grupo de investigadores de la Universidad de Córdoba, liderado por el catedrático de Fisiología José Eugenio Sánchez Criado, ha comenzado a evaluar la función de estas hormonas en dos procesos celulares básicos: la diferenciación y la proliferación de las células. Para realizar este proyecto de excelencia cuentan con un incentivo por valor de 190.000 euros, concedido por la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia.
En tratamientos de reproducción asistida, uno de los medicamentos que se aplica a las mujeres es la hormona luteinizante (LH), proteína que regula el proceso de ovulación. La LH controla, además, la secreción de la progesterona (sustancia que facilita el embarazo de la hembra) y los estrógenos (hormonas que propician el celo), indispensables en la fase reproductiva, ya que su ausencia impide el embarazo en las hembras.
Con el objeto de conocer su comportamiento y saber por qué en algunos casos dejan de funcionar durante el ciclo menstrual, científicos del grupo de investigación Fisiología de la Reproducción de la Universidad de Córdoba, dirigidos por Rafaela Aguilar Cañas, están estudiando el rol que ambas hormonas desempeñan en la secreción de LH.
Al mismo tiempo, el grupo de investigación Biomarcadores Tumorales de la UCO también trabaja con la progesterona, aunque estos expertos se han centrado en analizar sus efectos sobre la proliferación celular. Bajo la dirección de la profesora Juana Martín de las Mulas, están determinando cómo actúa la progesterona sobre el desarrollo de tumores, sobre todo en casos de cáncer de mama.
Hasta ahora, el tamoxifeno es uno de los medicamentos más utilizados en el tratamiento de este tipo de cáncer, ya que bloquea la acción de los estrógenos sobre las células tumorales. La progesterona también actúa, pero su acción es menos conocida, por lo que estos investigadores están realizando experimentos in vitro para ver qué medicamentos bloquean la acción de la progesterona en el cáncer de mama.
Ambos estudios, coordinados por el catedrático en Fisiología José Eugenio Sánchez Criado, se enmarcan en el proyecto de excelencia Estudio integrado de la biología del receptor de progesterona, al que la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia ha concedido 190.000 euros.
Estudios sobre la diferenciación celular
Los científicos están comprobado cómo actúan los estrógenos y la progesterona en el proceso de diferenciación celular analizando el papel del RP, es decir, el receptor de la progesterona que regula la expresión de algunos genes en respuesta a estímulos hormonales.
Para ello, han utilizado como modelo el gonadotropo de la rata, una célula de la glándula hipófisis que produce hormonas reguladoras de la función reproductora y que se denominan genéricamente gonadotropinas.
Tanto estrógenos como progesterona son producidas en los ovarios y actúan en sus receptores de la hipófisis para facilitar la secreción de la LH. Por este motivo hemos elegido el gonadotropo, porque es la única célula de la hipófisis que tiene ambos receptores en el núcleo, matiza José Eugenio Sánchez Criado.
Con estos experimentos, podrán establecer nuevas vías para mejorar y optimizar los tratamientos de hiperestimulación ovárica controlada en mujeres.
El receptor de la progesterona es fundamental porque, según el coordinador del proyecto, «si existe y está activado, la secreción de la hormona LH es apropiada, mientras que cuando los receptores no están activados, la LH es insuficiente y se pueden producir trastornos en la función reproductora.
Uno de los aspectos novedosos del trabajo de este grupo de la Universidad cordobesa es el estudio de los efectos de la atenuina, un péptido producido en el ovario y que actúa en la membrana del gonadotropo inhibiendo la secreción del LH a través del receptor de progesterona.
Para realizar este estudio, los expertos de la UCO han utilizado ratas sometidas a diversos tratamientos que aumentan la secreción de la atenuina, como son la administración de hormona folículo estimulante (hFSH) y la administración de antisueros específicos contra la inhibina endógena. Además, se han utilizado hipófisis de rata en cultivo tratadas con líquido folicular de mujeres sometidas a fertilización asistida, con el fin de observar in vitro las acciones de la atenuina humana.
Proliferación celular
Por su parte, los científicos del grupo de investigación Biomarcadores Tumorales de la UCO, dirigido por la profesora Juana Martín de las Mulas, actual responsable del proyecto de excelencia, han estudiado los efectos de la progesterona sobre células tumorales malignas. En concreto, han estudiado el poder de división del RP presente en las células tumorales y analizado también la capacidad de algunos fármacos para bloquear estas acciones de la progesterona.
Para ello, han utilizado como modelo una línea celular carcinoma de mama canino denominada CMT-U27, procedente de la Universidad sueca de Uppsala.
La atenuina frena a la progesterona
Entre los resultados obtenidos de este proyecto de excelencia, los responsables del estudio destacan: La atenuina reduce la secreción preovulatoria de LH sin alterar la expresión del ácido ribonucléico mensajero (mRNA) o la proteína del RP.
Por otro lado, han observado que la atenuina reduce las acciones de la progesterona sobre los efectos secretores de diversos mediadores intracelulares que controlan la secreción de LH (como el Ca2+, el AMP cíclico y la PKC). Todo esto se traduce en una regulación fina de la ovulación, esto es, un ajuste preciso del proceso ovulatorio.
Como estos datos sugerían que la atenuina podría estar inhibiendo la secreción preovulatoria de LH por defosforilación del RP, hemos estudiado el grado de fosforilación del RP usando técnicas inmunohistoquímicas en diversas circunstancias fisiológicas como, por ejemplo, activando el RP con su ligando natural, que es la progesterona, y hemos observado que la atenuina disminuye la fosforilación y, por tanto, la activación del RP en forma dependiente de la dosis, señala Sánchez Criado.
Los investigadores destacan, además, que la progesterona tiene efectos proliferativos sobre las células tumorales, pero que los fármacos analizados bloquean por completo estos efectos. Entre estos fármacos destaca el antiprogestágeno de síntesis RU486, comúnmente denominado la píldora del día después. También se está utilizando el antiprogestágeno ZK299 que, al contrario que el anterior, carece de efectos que interfieran con la función de las glándulas suprarrenales.
Descargue aquí las imágenes de esta noticia:
Investigadores de la UCO que trabajan en este proyecto de excelencia
Antígeno Ki67 en los núcleos de la celula CTM U27 utilizada en el estudio.
Localización del RP en los núcleos de los gonadótropos.
Más información:
José Eugenio Sánchez-Criado
Catedrático de Fisiología y Profesor Honorífico de la UCO
Facultad de Medicina
Universidad de Córdoba
Teléfono: 957 218 283
E-mail: fi1sacrj@uco.es
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