Así cambia el cerebro de las víctimas de la violencia de género
Investigaciones recientes sugieren que, ante las agresiones físicas y psicológicas continuadas propias de la violencia de género, el cerebro experimenta daños neuronales detectables. En concreto, varios estudios con técnicas de neuroimagen han mostrado que el maltrato daña una de las estructuras más relevantes en la conectividad cerebral: la materia blanca.
Fuente: Universidad de Sevilla
La violencia de género hacia las mujeres es un gravísimo problema que afecta a todas las sociedades del mundo. Por tanto, no cabe duda de que la lucha por su erradicación es absolutamente irrenunciable.
Lejos de tratarse un problema anecdótico, según el Instituto Nacional de Estadística, la violencia de género afecta al 28,7 % de las mujeres en España y se calcula que, en todo el planeta, casi una de cada tres han sido víctimas de algún tipo de violencia de género. Estas personas están en peligro, padeciendo un estrés inimaginable.
Las agresiones que causa la violencia machista siguen siendo una de las manifestaciones más claras de la desigualdad. Este maltrato histórico se traduce en que las mujeres siguen sufriendo daños por el mero hecho de ser mujeres. Sus parejas (o exparejas) les agreden con el objetivo de producirles daño y conseguir el máximo control sobre ellas.
Algunas mujeres que sufren violencia de género en el marco familiar muestran daños en áreas corticales concretas relacionadas con el cerebro social. Lo mismo ocurre con las estructuras relacionadas con el procesamiento de la información: según una investigación de 2016, las mujeres que sufren violencia de género sufren lesiones que afectan al comportamiento y la toma de decisiones como la amígdala, la corteza prefrontal, el hipotálamo y el hipocampo. Y eso puede mermar su capacidad de planificar, organizar, resolver problemas, tomar decisiones, mantener la atención y adaptarse al entorno.
Así lo manifiesta la profesora titular de Fisiología de la Universidad de Sevilla Susana P. Gaytan en un artículo publicado en The Conversation, titulado ‘Así cambia el cerebro de las víctimas de la violencia de género’.
En este trabajo la profesora Gaytan indica que también se ha comprobado que los cerebros de las mujeres víctimas de malos tratos son menos voluminosos. Además, la exposición a la violencia hace que se reduzca la profundidad de los pliegues y surcos del cerebro humano, que al aumentar su área total permiten la presencia de un mayor número de neuronas.
Estas conclusiones han sido extraídas de estudios especializados provenientes de Obstetrics & Gynecology, Frontiers in Psychology, Neurologya.com, National Library of Medicine, y SageJournals.
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