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Consumir alcohol disminuye la sensibilidad al contraste y aumenta la sensación de velo luminoso sobre lo que vemos, afectando a la conducción

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada pertenecientes al departamento de Óptica, revela cómo el consumo de alcohol deteriora la función visual y afecta a la conducción. Los resultados apuntan que el rendimiento en la conducción disminuye tras consumo de alcohol, especialmente para la mayor ingesta de vino.

Fuente: Universidad de Granada


Granada |
23 de octubre de 2020

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada (UGR), pertenecientes al departamento de Óptica, ha revelado cómo el consumo de alcohol deteriora la función visual y afecta a la conducción: disminuye la sensibilidad al contraste (esto es, la habilidad de discriminar contrastes luminosos) y crea un velo luminoso sobre la escena observada, al aumentar la luz difusa que llega a retina (retinal straylight).

Participante en el estudio realizando la sesión con el simulador de conducción.

En este trabajo, publicado en la revista Scientific Reports, participaron un total de 40 sujetos, con una edad promedio de 28 años. La bebida alcohólica consumida en el experimento fue vino tinto de la provincia de Granada (Pago de Almaraes, Benalúa de Guadix, Granada), y para medir la tasa de alcohol en aire espirado se usó un etilómetro. La Policía Local de Granada y Drager Iberia colaboraron en el estudio con la cesión de los etilómetros.

Cada uno de los participantes realizó tres sesiones en diferentes días: una sesión sin consumo de alcohol; otra en la que el participante consumió 300 ml de vino y una tercera con un consumo de 450 ml de vino.

Se establecieron dos grupos en función de la concentración de alcohol en aire espirado o BrAC (Breath Alcohol Content) alcanzada en la tercera sesión (consumo de 450ml de vino) con respecto al límite legal para la conducción en la mayoría de los países (BrAC de 0.25mg/l): un grupo de baja tasa de alcoholemia (bajo BrAC, aquellos que alcanzaron 0.25mg/l o menos); y un grupo de alta tasa de alcoholemia (alto BrAC, aquellos que superaron el límite legal para la conducción, es decir, una tasa mayor de 0.25mg/l)

En cada sesión se evaluaron dos funciones visuales: la sensibilidad al contraste y la luz difusa (straylight) que llega a la retina. Además, se llevó a cabo una sesión con un simulador de conducción, de donde se extrajo la información para caracterizar el rendimiento en la conducción. El itinerario con en el simulador de conducción contenía tres escenarios diferentes: autovía, carretera de montaña y recorrido en ciudad.

Uno de los participantes, durante una medida de la luz difusa intraocular.

Los resultados apuntan que el rendimiento en la conducción disminuye tras consumo de alcohol, especialmente para la mayor ingesta de vino.

En carretera de montaña

Este deterioro en el rendimiento de la conducción es mayor en el tramo de la carretera de montaña, debido a la complejidad del recorrido. Las variables de conducción que se vieron más afectadas fueron aquellas que determinan la posición del coche en la vía, y el tiempo de reacción en los eventos de frenada.

Se demostró que el rendimiento en la conducción tras consumo de alcohol depende de la sensibilidad al contraste y de la luz difusa o straylight que llega a la retina, indicando que estas funciones visuales pueden parcialmente predecir el rendimiento en la conducción en esas condiciones.

El artículo publicado forma parte de la tesis doctoral de Miriam Casares López, cuyo director es José Juan Castro Torres, profesor del departamento de Óptica de la UGR, ambos investigadores del Laboratorio de Ciencias de la Visión y Aplicaciones, cuya IP,  Rosario González Anera, ha sido autora en otros trabajos de investigación que relacionan la visión y la conducción.

Como apunta Miriam Casares, “el consumo de alcohol se ha convertido en algo tan habitual y natural cuando socializamos, que a veces no nos paramos a reflexionar sobre las importantes consecuencias que puede tener sobre nuestra salud y nuestra seguridad. Es por ello que este trabajo, resulta de gran importancia bajo nuestro punto de vista, sobre todo teniendo en cuenta que los exámenes visuales que se realizan para la obtención y renovación del permiso de conducir no tienen en cuenta estos aspectos de la función visual».

Etilómetro utilizado en el estudio listo para realizar la prueba.

Según el profesor José Juan Castro, “los resultados de este estudio creemos que son relevantes en materia de conducción, ya que el consumo de alcohol está presente en aproximadamente el 30% de los accidentes de tráfico en países como España o Estados Unidos. Además, se pone de manifiesto en estas condiciones la importancia de aspectos de la visión en la conducción diferentes a la agudeza visual, por lo que es importante también estudiar cómo afecta la visión en esta tarea, especialmente tras el consumo de alcohol, que por desgracia, sigue estando presente en un importante porcentaje de los accidentes de tráfico».

Referencia bibliográfica:

Casares-López, M., Castro-Torres, J.J., Martino, Ortiz-Peregrina, S., Ortiz, C., Anera, R. G.Contrast sensitivity and retinal straylight after alcohol consumption: effects on driving performance. Scientific Reports 10, 13599 (2020). https://doi.org/10.1038/s41598-020-70645-3


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