Desarrollan sistemas ganaderos capaces de adaptarse al cambio climático
Este proyecto denominado Re-Livestock, que cuenta con un equipo multidisciplinar de 37 socios especialistas en alimentación, genética y evaluación ambiental y con la colaboración de la industria ganadera europea, persigue la adopción de prácticas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de los sistemas ganaderos.
Fuente: CSIC Andalucía
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) lidera el proyecto europeo Re-Livestock, que busca evaluar y facilitar la adopción de prácticas innovadoras para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de los sistemas ganaderos y aumentar su capacidad para afrontar posibles impactos del cambio climático. Cuenta con la participación de dos centros del CSIC: la Estación Experimental del Zaidín (EEZ-CSIC) y el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA-CSIC). El proyecto, que tendrá una duración de cinco años, se enmarca en la primera convocatoria del programa de investigación Horizonte Europa y está financiado con 12 millones de euros.
Entre los principales desafíos que se presentan en la actualidad está la transformación del sistema alimentario de Europa para cumplir con los objetivos del Pacto Verde Europeo y la adaptación a los nuevos escenarios de cambio climático. “A nivel mundial, la agricultura genera alrededor de un tercio de todos los GEI. En Europa, casi el 70% de todas las emisiones de GEI agrícolas proceden de la ganadería; por lo tanto, las cadenas de producción y suministro deben experimentar un cambio radical para ser más sostenibles”, apunta David Yáñez-Ruiz, investigador del CSIC en la EEZ-CSIC y coordinador de Re-Livestock.
En el proyecto se quieren abordar estrategias sobre el uso de nuevos aditivos e ingredientes alimenticios, la optimización de la gestión del pastoreo para reducir la huella de carbono de la alimentación animal, y el desarrollo de sistemas de selección genética de animales que generan menores emisiones y tienen mayor capacidad para adaptarse a condiciones de estrés por calor, sobre todo empleando razas locales. “Otra estrategia -enfatiza el investigador-, consiste en el rediseño de alojamientos ganaderos y el empleo de tecnologías digitales de última generación en función de los escenarios de cambio climático de cada región”. “Y, por supuesto, la puesta a punto de herramientas de fácil uso para evaluar la sostenibilidad de los sistemas ganaderos basándose en principios de circularidad”, añade Yáñez-Ruiz.
Para alcanzar estos objetivos, Re-Livestock cuenta con 37 socios de 13 países. El equipo multidisciplinar está formado por especialistas en alimentación, genética y bienestar animal, agricultura de precisión y evaluación ambiental y socioeconómica. Además, existe una fuerte colaboración con la industria ganadera europea. En el marco de este proyecto se desarrollarán diversos núcleos de prácticas innovadoras y laboratorios de campo que cubrirán los sectores de ganado vacuno (lechero y de carne) y porcino de Europa.
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