El hormigón autocompactante se hace más sostenible gracias al uso de residuos de granito
Un estudio de la Universidad de Córdoba constata la viabilidad de sustituir hasta un 40% de los áridos convencionales del mortero autocompactante por lodo de granito, reduciendo el impacto ambiental del sector de la construcción. Se consiguen dos objetivos: la gestión de un residuo perjudicial para la salud y la sostenibilidad medioambiental de uno de los materiales más valorados en la actualidad en el sector de la construcción debido a que se compacta sin tener que aplicar energía de compactación.
Fuente: Universidad de Córdoba
El sector de la construcción choca frontalmente, de base, con la sostenibilidad medioambiental. La extracción de materias primas y su transformación en materiales de construcción tiene un alto coste energético. La producción de granito, que fue de 614.000 toneladas en España en 2013, deja tras de sí una serie de residuos difíciles de gestionar. Es el caso del lodo de granito, el material resultante de la mezcla entre las partículas de polvo que suelta la piedra durante el corte y el agua que se usa para refrigerar la hoja de corte. Cuando el lodo de granito se deposita en el vertedero y el agua se evapora, el polvo de silicio que queda pasa a la atmósfera y puede ser inhalado, con consecuencias negativas para la salud. También puede intervenir en la mecánica normal del suelo.
Con el objetivo de hacer una adecuada gestión de estos residuos que evite ese problema medioambiental y de salud, tres grupos de investigación de la Universidad de Córdoba se han unido para analizar la viabilidad de usar lodo de granito para sustituir los áridos convencionales en mortero autocompactante.
En este sentido, “es posible sustituir los áridos convencionales por lodo de granito hasta en un 40%, manteniendo las cualidades de durabilidad, resistencia y compactación del mortero” según la investigadora principal del estudio Angélica Lozano, del grupo de Ingeniería de la Construcción de la UCO. El lodo de granito se erige, así, en una alternativa sostenible al uso de áridos convencionales.
Con este trabajo de sinergia entre los grupos de “Ingeniería de la construcción”, “Materiales y aplicaciones” y “Física de plasma, diagnosis, modelos y aplicaciones”, liderados por los profesores José Ramón Jiménez, José María Fernández y Antonio Rodero respectivamente, se consiguen dos objetivos: la gestión de un residuo perjudicial para la salud y la sostenibilidad medioambiental del hormigón autocompactante, que se trata de uno de los materiales más valorados en la actualidad en el sector de la construcción debido a que se compacta sin tener que aplicar energía de compactación. A pesar de las ventajas de este nuevo material, la necesidad de un alto porcentaje de áridos que hay que extraer no es sostenible medioambientalmente. Sin embargo, con la introducción del lodo de granito se estaría solventando, en gran medida, esta falta de sostenibilidad.
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