Estudian cómo se mueven los escolares de entre tres y cinco años para evaluar su salud y prevenir la obesidad infantil
Un equipo de investigación de la Universidad de Granada (UGR) trabaja en un estudio con escolares de entre tres y cinco años para evaluar cómo se mueven en su día a día. El objetivo es analizar sus hábitos de vida para poder abordar problemas como la obesidad infantil o el uso desproporcionado de dispositivos digitales a edades tan tempranas.
Fuente: Universidad de Granada
Un equipo de investigación de la Universidad de Granada (UGR) trabaja en un estudio con escolares de entre tres y cinco años para evaluar cómo se mueven en su día a día. El objetivo es analizar sus hábitos de vida para poder abordar problemas como la obesidad infantil o el uso desproporcionado de dispositivos digitales a edades tan tempranas.
El colegio Sagrado Corazón de Granada es uno de los primeros de España en participar en este proyecto internacional, denominado Sunrise, y coordinado en la UGR por Cristina Cadenas Sánchez, investigadora del Departamento de Educación Física y Deportiva.
“Estudiamos el comportamiento de los niños en las primeras edades. ¿Se mueven durante el día? ¿Cómo duermen? ¿Cuánto tiempo pasan frente a una pantalla?”, explica Cristina Cadenas.
Sunrise es una iniciativa que ya se desarrolla en 43 países y aporta como gran novedad el análisis de un grupo tan joven. “Este tipo de trabajos se había realizado con personas de mayor edad, no con escolares de no más de cinco años”, argumenta la investigadora.
En el colegio Sagrado Corazón, la investigación se ha realizado con 77 escolares. El equipo de la UGR ha evaluado sus capacidades físicas (resistencia, fuerza, agilidad, velocidad…), pero también la memoria y la atención, gracias a pruebas amenas, divertidas y adaptadas a la edad de los niños: desde juegos de concentración a carreras de resistencia en el patio.
Sin embargo, el estudio no se queda solo dentro del colegio. Los investigadores han empleado un pequeño cinturón equipado con un acelerómetro y un GPS que, durante seis días, ha permitido monitorizar constantemente los niveles de actividad física de los niños, sus tiempos sedentarios y la calidad del sueño. Pablo Campos Garzón, investigador colaborador de Sunrise, detalla que gracias al GPS “hemos podido conocer si la actividad física se produce en los desplazamientos al centro educativo, en casa, en el colegio o en el patio del colegio”.
Con todos los datos recogidos, el equipo científico obtiene información sobre el índice de masa corporal y de acumulación de grasa, que son indicadores de riesgo cardiovascular, “y en todo caso conviene mantenerlos en niveles controlados”, expone Pablo Campos. El siguiente paso es compartir los parámetros obtenidos con el estudio principal de Sunrise, que intentará obtener unos valores de referencia sobre el estado físico y cognitivo de los escolares con entre 3 y 5 años. Esta información resultará útil para prevenir enfermedades y fomentar la toma de hábitos de vida saludables entre los más pequeños.
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