INTELIGENCIA ARTIFICIAL PARA UNA EDUCACIÓN MULTICULTURAL
Fuente: Carolina Moya Castillo
Expertos del Departamento de Lenguajes y Ciencias de la Computación de la Universidad de Málaga (UMA) aplican técnicas de Inteligencia Artificial (AI) a la educación infantil en escuelas multiculturales. En el marco del proyecto PATIO: Técnicas de aPrendizAje colaboraTivo y modelado de usuarIo aplicadas a la integraciÓn multicultural, financiado con 252.923 euros por la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia, los expertos desarrollan aplicaciones que integran las tecnologías de la Información y la Comunicación en la rutina escolar para favorecer la integración y superar los problemas de aprendizaje de niños procedentes de distintos países.
La forma de impartir conocimientos en las escuelas infantiles ha evolucionado desde las tradicionales cartillas para aprender a leer a soluciones donde la Sociedad de la Información se cuela en las aulas. No obstante, en los colegios, donde ya los alumnos cuentan con portátiles, no basta con utilizar estos instrumentos de forma pasiva y hoy se impone la metáfora aprender con el ordenador en contraste con la de aprender del ordenador. No obstante, las clases no sólo comparten con la sociedad actual la tecnología, también el hecho de vivir en un mundo globalizado. De ahí, que los niños compartan pupitre con compañeros procedentes de distintos países.
Una investigación del Departamento de Lenguajes y Ciencias de la Computación de la Universidad de Málaga conjuga en un estudio ambas facetas: las tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y la multiculturalidad. En concreto, los expertos aplican técnicas de Inteligencia Artificial (AI) a la educación infantil en escuelas multiculturales. En el marco del proyecto PATIO: Técnicas de aPrendizAje colaboraTivo y modelado de usuarIo aplicadas a la integraciÓn multicultural, financiado con 252.923 euros por la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia, los expertos desarrollan aplicaciones que integran las TIC en la rutina escolar para favorecer la integración y superar los problemas de aprendizaje de niños procedentes de distintos países.
Aprendizaje multicultural
El proyecto diseña, implementa y evalúa métodos para definir tareas de aprendizaje en un marco multicultural, gracias al uso de técnicas derivadas de la Inteligencia Artificial. En concreto, los investigadores proponen a los alumnos tareas colaborativas con ayuda de los ordenadores y otras tecnologías, como dispositivos de computación ubicua, pantallas táctiles o tabletas gráficas, que fomentan la comunicación y el trabajo en grupo. Así, por ejemplo, las actividades asociadas a la pre-lectura son una excusa para practicar y aprender el castellano, distinguir los símbolos del alfabeto, aprender a comunicarse y practicar técnicas para trabajar en grupo. Todo ello, con dispositivos y tareas en el ordenador.
Para ello, los responsables de este proyecto están definiendo un conjunto de elementos tecnológicos, que ayuden al alumnado y al profesorado como una herramienta más en el aula. La idea es modelizar los procesos de aprendizaje a partir de la Inteligencia Artificial de forma que permitan inferir a los alumnos automáticamente diferentes situaciones, intervenir y mejorar el rendimiento de los niños en el aula y, en general, favorecer su desarrollo personal y social.
El proyecto propugna el uso de la tecnología en el aula como un instrumento que se añade al lápiz, el cuaderno o el libro, de forma que no es necesario que el alumno se traslade a una sala especial descontextualizada y apartada de su entorno habitual de trabajo. Estas facilidades abren nuevas posibilidades para definir y crear tareas ricas y participativas de forma no intrusiva, explica la responsable del proyecto, Beatriz Barros.
Los investigadores están aplicando sus dispositivos en el colegio Los Claveles (Mijas Costa, Málaga) por sus peculiaridades en cuanto a multiculturalidad. En las aulas del centro conviven alumnos de 3 a 5 años, que proceden de más de 10 países.
La diferente procedencia de los alumnos plantea una serie de obstáculos que estas aplicaciones pretenden solventar. Por un lado, aunque los niños de un aula están organizados por edades, su madurez cognitiva es muy diferente debido al desconocimiento del idioma. Asimismo, algunos de alumnos proceden de sistemas educativos diferentes. Así, por ejemplo, hay situaciones en las que un niño posee un nivel de conocimiento en destrezas cognitivo muy alto, pero no ha trabajado nunca técnicas de escritura, aclara Barros.
Por otro lado, cuando los pequeños llegan al colegio, con tres años, cuentan con escaso manejo del castellano. Esta situación provoca, en algunos casos, falta de interacción, que podría solventarse con tareas de grupo que dirijan y favorezcan la integración. Es por ello que este proyecto ha empezado a trabajar con las aulas de primer curso de infantil con intención de ayudar a su integración dando un suplemento formativo (y divertido) en aquellos elementos del currículo que las profesoras consideren necesario. Un buen ejemplo de esto es el diseño de tareas específicas con fichas interactivas para ayudar a la pronunciación de los fonemas del español, para practicar vocabulario, formas y colores, por mencionar algunos, expone la investigadora.
Variedad de dispositivos
De ahí, que los dispositivos que plantean los investigadores de la UMA favorezcan la comprensión y el desarrollo de destrezas lingüísticas y cognitivas, a la par que la interacción de los alumnos. Es el caso de las pantallas táctiles, con las que se han implementado las aplicaciones APRENDO, TRAZO. Con la primera, el alumno realiza de forma interactiva las clásicas fichas que se realizan en el aula (con elementos hipermedia tales como sonidos de refuerzo o animaciones) para el desarrollo de destrezas cognitiva tales como realizar series, ordenar elementos, fomentar la memoria, colocar objetos dentro de un contenedor, seleccionar objetos que cumplen una condición, etc. Por su parte, TRAZO es una herramienta de ayuda a actividades de grafomotricidad, escritura de dedos en la pantalla táctil.
Las tabletas digitales permiten a los niños escribir, mover objetos o ver un vídeo. Gracias a estas funcionalidades, se utilizan en el aula, en primer lugar, en actividades de grafomotricidad del programa TRAZO, que posibilita realizar trazos con un lápiz (en el caso de los niños de tres años) o escritura (en los de cuatro y cinco años).
Por su parte, la pizarra interactiva se utiliza en actividades de grupo. Los niños se colocan a su alrededor y la profesora organiza los turnos de salida. Esta forma de trabajo fomenta la comunicación y la participación de todos. Los turnos se organizan de modo que cada vez que un alumno utiliza el dispositivo primero se identifica, buscando para ello su foto en la parte inferior y pulsando sobre ella. Luego, continúa con la actividad donde la había dejado su compañero. El resto de los niños atienden y participan desde su sitio, explica la investigadora.
Siguiendo este esquema de trabajo, se complementan las actividades clásicas de pre-lectura con tareas en la pantalla interactiva asociadas a sonidos y fonemas, a sílabas y a palabras. En estas tareas las letras caminan, se dan la mano y juegan formando palabras que dicen cosas. Para ello, dependiendo del nivel y edad de cada clase, con la supervisión de la profesora correspondiente, se van realizando los distintos tipos de tareas con los contenidos (qué letras, qué sílabas, qué palabras) que se estén estudiando en ese momento del curso. El ordenador configura y genera automáticamente las tareas con los contenidos indicados.
Durante la aplicación de estas técnicas en las experiencias que se realizaron el aula, los expertos han comprobado que el tipo de tareas que realizan los niños se pueden trasladar a un entorno informático y configurar para que se adapten al nivel adecuado. Los niños aceptan y entienden de forma natural la tecnología como un instrumento más del aula y no tienen problema en cambiar de medio de aprendizaje: papel, juguetes, plastilina, ordenador, libros… Con ayuda de las tecnologías disponibles actualmente los resultados son muy positivos y los alumnos están muy motivados, apunta Barros.
Descargue aquí las imágenes de la noticia:
Clase del colegio Los Claveles (Mijas Costa, Málaga) donde se aplica el proyecto
Una niña utiliza una de las aplicaciones
Un niño utiliza una pantalla táctil
Un alumno en la pizarra digital
Ejemplo de una de las aplicaciones
Más información:
Beatriz Barros
Teléfono: 952 13 33 56
E-mail: barros@lcc.uma.es
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