LA COLA DEL ASTEROIDE SCHEILA SURGIÓ A CAUSA DE UNA COLISIÓN
Fuente: Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
Los asteroides del cinturón principal, donde se halla Scheila, giran en torno al Sol en órbitas casi circulares, de modo que no sufren los cambios de temperatura que, en el caso de los cometas, producen las características colas.
Se barajaban varias explicaciones para este inusual fenómeno, pero dada la brusca disminución de brillo en pocos días lo acotamos a dos. Podía deberse a una colisión con otro objeto o a un proceso similar al que se registra en los cometas frecuentemente, y que consiste en la liberación repentina de gas y polvo por algún mecanismo desconocido hasta ahora, que produce a su vez un aumento del brillo. Sin embargo, las conclusiones de este trabajo descartan esta segunda opción, explica el investigador del CSIC Fernando Moreno, del Instituto de Astrofísica de Andalucía.
Gracias a un complejo y preciso modelo numérico los investigadores de este estudio hallaron que la velocidad a la que fueron expulsadas las partículas que formaron la cola de Scheila solo podía explicarse con una colisión, y calcularon que dicha colisión se produjo en torno al 27 de noviembre. Además, estiman que el impacto expulsó unos veinte millones de toneladas de material y que el objeto que chocó contra Scheila medía entre 60 y 180 metros de diámetro.
Actividad en el cinturón principal
Los resultados de esta investigación convierten a Scheila en un objeto peculiar por varias razones. En primer lugar, se trata del séptimo objeto de lo que se conoce como cometas del cinturón principal, denominación que reciben los asteroides de esta región que muestran características propias de cometas. Además, constituye un ejemplo de colisión entre asteroides, algo muy poco común, apunta Moreno.
A pesar de lo concurrida que se halla la franja en torno a Marte y Júpiter que ocupan y a la abundancia de choques que se produjeron en el pasado remoto del Sistema Solar, hoy día la mayor parte de los asteroides del cinturón principal se sitúan en órbitas bastante estables, y las colisiones, incluso sobre objetos grandes como Scheila, que mide unos 110 kilómetros de diámetro, son poco frecuentes.
Esta investigación, junto con los hallazgos cada vez más frecuentes de algún tipo de actividad en asteroides (el año pasado se registraron otros dos objetos con aumento súbito de brillo), parece apuntar a que esta región del Sistema Solar es más activa de lo que se creía.
F. Moreno et al. (596) Scheila in outburst: a probable collision event in the main asteroid belt. The Astrophysical Journal, 738:130. DOI: 10.1088/0004-637X/738/2/130
Últimas publicaciones
El secretario general de Investigación de la Junta destaca en la inauguración que la nueva Ley ACTIVA reforzará la divulgación y la cultura científicas en la comunidad. La cita, organizada por la Consejería de Universidad y coordinada por la Fundación Descubre, prevé para este año la participación de más de 28.700 personas.
Sigue leyendoInvestigadores de la Universidad de Almería definen factores relacionados con las dificultades de pacientes con trastorno por déficit de atención e hiperactividad y trastorno obsesivo-compulsivo para adaptarse al entorno. Una distinta sensibilidad al castigo y a la recompensa, junto con diferencias en la conectividad en ambos hemisferios del cerebro, ayudan a explicar síntomas como el miedo al error o la excesiva flexibilidad, que pueden servir a los profesionales para adaptar su terapia.
Sigue leyendoLos investigadores han conseguido transformar este residuo en fertilizantes que enriquecen las hortalizas con hierro y zinc mientras reducen metales tóxicos como cadmio y mercurio.
Sigue leyendo

