LA ONUBENSE AÍSLA UNA MOLÉCULA RICA EN SELENIO CON PROPIEDADES ANTIOXIDANTES
Fuente: Esther Colchero / Programa para la Formación de Monitores en Materia de Divulgación del Conocimiento.
La abundancia de poblaciones de microalgas existentes bajo el océano, así como su rápida capacidad de reproducción, hacen que estos microorganismos sean especies apropiadas y aptas para hacer ensayos científicos que reviertan en beneficio humano. En este sentido, los grupos de investigación Análisis Medioambiental y Bioanálisis, y Bioquímica y Biotecnología de Organismos Fotosintéticos de la Universidad de Huelva están utilizando las posibilidades que ofrecen estas microalgas en la producción de nuevos alimentos funcionales ricos en selenio. Se trata del proyecto de excelencia Estudio analítico de selenobiomoléculas en la producción biotecnológica de alimentos funcionales ricos en selenio, incentivado con 180.000 euros por la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia.
Es el primer estudio que utiliza microalgas enriquecidas para comprobar los beneficios que producen estos compuestos en la dieta humana. El selenio es un mineral capaz de prevenir enfermedades cardiovasculares y cancerígenas, además de proteger a las células de los radicales libres, según resultados de investigaciones anteriores. Éste es un mineral con elevadas dosis de nutrientes y propiedades antioxidantes, asevera José Luis Gómez Ariza, responsable del grupo.
Por el momento, los científicos de la Onubense han caracterizado una nueva biomolécula denominada selenimetionina. Éste es el primer resultado de la investigación que persigue transformar el selenio inorgánico en moléculas de valor añadido y aptas para la dieta humana. Concretamente, la selenimetionina es un aminoácido sintetizado por las microalgas en laboratorio, explica Gómez Ariza.
Para el logro de este hallazgo, los científicos han desarrollado cultivos de microalgas enriquecidas con selenio, utilizando poblaciones de Chlorella. El propósito de este trabajo, que culminará en 2013, es observar cómo los microorganismos asimilan esta sustancia y cómo la convierten en otras apropiadas para el consumo humano, cuál es la mejor forma de implementar el producto y en qué dosis para que sea óptimo y beneficioso, aclara el catedrático Gómez Ariza.
Asimismo, los investigadores examinarán si a lo largo del proceso de estudio surgen metabolitos que puedan ser tóxicos o perjudiciales para el organismo humano. Una vez se compruebe la efectividad del proceso, el siguiente paso consiste en trasformar la biomasa de algas enriquecidas en un alimento. Esta fase de transferencia deberá acometerla el sector industrial, concluye el experto.
Más información:
José Luis Gómez Ariza
Grupo de Investigación:
Análisis Medioambiental y Bioanálisis
Tel.: 959 01 99 68
Email: ariza@uhu.es
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