LA PUERTA DEL TIEMPO EN JEREZ
Fuente: AndaluciaInvestiga.com – Andalucía Innova
Dentro de las actividades de la Semana de la Ciencia en Andalucía 2010, la Fundación Andrés de Ribera-Museos de La Atalaya, ha organizado la visita a El Palacio del Tiempo, en Jerez de la Frontera (Cádiz). Aquí se exhibe una colección de más de 300 relojes, de los siglos XVII al XIX, todos en perfecto estado de funcionamiento. Los visitantes se adentrarán en una atmósfera mágica, donde una explosión de luz, color y sonidos no dejará de sorprenderles.
Hace más de 300 años, un comerciante de vinos se estableció en Jerez. Obsesionado con controlar el tiempo, comenzó una colección de relojes franceses, ingleses, austriacos e italianos para decorar cada uno de los salones de su palacio. El amor que sentía por sus relojes lo convirtió en guardián eterno de esta magnífica colección, y ahora nos invita a verla, en el marco de la celebración de la Semana de la Ciencia 2010 en la provincia de Cádiz.
También en Jerez nació hace más de 30 años el Palacio del Tiempo, enclavado en un elegante caserón neoclásico victoriano del siglo XIX, rodeado de jardines y esculturas que lo sumergen en un ambiente romántico. En poco más de una hora, los visitantes pueden acceder a una de las colecciones más importantes de España. La muestra consta de 300 relojes -de los siglos XVII al XIX- todos en perfecto estado de funcionamiento, lo que la hace única en el mundo. Nos adentraremos en una atmósfera mágica donde una explosión de luz, color y sonidos no dejará de sorprendernos, aseguran los organizadores.
Este museo se adivina a través de un giroscopio sobre una fuente, que preside los jardines de La Atalaya, en continuo y rítmico movimiento. Se accede al Palacio, a su patio central o de Bienvenida, bajo una lámpara de cristal de Bohemia, manufacturada en Praga. Desde allí se puede contemplar la primera pieza relojera: el reloj de Losada, muy valorado entre coleccionistas, obra del prestigioso relojero cronometrista español, subraya.
Argumento principal
El tiempo es el argumento principal de este espacio único. Desde las fases lunares, migraciones de aves, las mareas, las estrellas, calendarios babilónicos, clepsydras egipcias (reloj de agua), obeliscos, calendarios aztecas y mayas, cuadrantes solares, hasta llegar a los primeros campanarios de las iglesias y máquinas de hierro como artefacto motriz, de grandes y pesadas ruedas.
Asimismo, el espacio cuenta con retratos de Galileo, Newton y Huygens; y estudios de piezas del engranaje del reloj. La necesidad de precisión por parte de la navegación y del comercio de ultramar impulsan el nivel de perfeccionamiento y la amplia difusión del reloj, gracias al mecenazgo de los reyes: paralelos, meridianos, franjas horarias distintas en el mundo, y grabados de tratados sobre relojería. Nos encontramos en la Sala Luis XV. La preside un reloj fabricado con marquetería de concha de tortuga, bronce y latón. Esta forma nueva de decoración se llamó de Boulle por ser éste el nombre de su inventor francés, subrayan.
Ahora, los interesados podrán ver este espacio único de martes a viernes, mediante visitas guiadas en horario de 9.30, 10.30, 11.30, 12.30, 13.30.
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