Un entorno inteligente de asistencia domiciliaria que se adapta a cada usuario
Fuente: Carolina Moya Castillo
El grupo ISIS
del Departamento de Tecnología Electrónica de la Universidad de Málaga ha desarrollado varios prototipos para configurar un entorno inteligente que reconoce los hábitos de los usuarios y les proporciona dispositivos para desplazarse mejor por él. En concreto, los investigadores han implementado un sistema inalámbrico de sensores, que se distribuirán en el domicilio, capaz de extraer información acerca de los patrones de conducta del habitante y, a partir de las desviaciones de éstos, generar las alarmas correspondientes. Asimismo, han incorporado a la red de sensores, una silla de ruedas con navegador y un asistente robótico que acomete tareas sencillas como la búsqueda de objetos o la emisión de avisos.
El sistema, en fase de pruebas, está formado por una serie de sensores que se distribuyen por el domicilio y se encargan de monitorizar dos tipos de parámetros. Por un lado, datos de tipo ambiental, como la temperatura, la luz o la presencia. Por otra parte, los dispositivos rastrean datos de parámetros biológicos de la persona como la temperatura corporal y el ritmo cardiaco o respiratorio.
La novedad del sistema distribuido es la utilización de etiquetas con tecnología RFID (Radio Frequency Identification). Este sistema de identificación por radiofrecuencia permite transmitir la identidad de un objeto mediante ondas de radio. Los expertos adhieren etiquetas a los objetos del la vivienda, mientras que el usuario lleva consigo un pequeño lector portátil del tamaño de un paquete de cigarrillos sujeto al cinturón. Este dispositivo lee las etiquetas distribuidas por el entorno. Si la persona se acerca a la nevera y la abre, el sistema ambiental lo detecta porque el lector que lleva el usuario lo registra, explica el responsable del proyecto, Francisco José Coslado, de la Universidad de Málaga.
Por otra parte, además de acometer un seguimiento de los usuarios, que serán personas dependientes o mayores, los expertos ubican sensores de tipo ambiental para monitorizar sus acciones rutinarias. El sistema aprende patrones de actividades del individuo como las horas que se levanta, sus movimientos o sus desplazamientos típicos por el entorno… Si los sensores detectan anomalías que se salen de la rutina, como el aumento de temperatura de la vivienda o modificaciones en los comportamientos, hacen saltar una alarma, ejemplifica.
De esta forma, el sistema detecta automáticamente los cambios en los patrones del usuario generando de forma autónoma las alertas. Adicionalmente, un cuidador puede supervisar la evolución de los parámetros que se están generando
Robot y sillas de ruedas con navegador
Este entorno se completa con un sistema de ayuda a la navegación de las sillas de ruedas eléctricas y la asistencia de un pequeño robot. En el primer caso, se incorpora una silla de ruedas autónoma con un dispositivo de navegación, de forma que la conducción de ésta aproveche al máximo las capacidades del usuario. Cuenta con un dispositivo de asistencia guiada que, en función de la discapacidad, deduce los intentos de movimiento, ayuda a la persona a desplazarse y la protege de situaciones peligrosas. Por ejemplo, si se acerca a una escalera, el sistema detecta la posición y detiene la silla, ejemplifica Coslado.
En cuanto
al asistente robótico, los expertos incorporan un dispositivo que lee los códigos RFID y acomete labores sencillas como la búsqueda de objetos, avisos de voz o comunicación con el cuidador. Si el usuario pierde unas llaves, el robot que guía a la persona hasta donde están. También incorpora un altavoz, que avisa de mensajes programados, por ejemplo, a la hora de tomar un medicamento. Por otra parte, el cuidador podrá mantener una conversación con el asistido a través del robot, relata el experto.
Actualmente, han finalizado los distintos prototipos de los dispositivos, que van a probar en instalaciones del Parque Tecnológico de Andalucía. Estamos montando una vivienda sencilla para integrar todos los elementos: el prototipo de la silla, el robot, los sensores… y comprobar cómo funcionan de forma conjunta, adelanta Coslado.
El proyecto se desarrolla en colaboración con Novasoft. La empresa andaluza gestiona la ingente cantidad de datos que generan todos los parámetros de los sensores de la vivienda mediante un cerebro externo que los procesa, en este caso un servidor. Ellos se encargan de la representación de la información también de la generación de los patrones de conducta de cada usuario en función de su perfil y la generación de las correspondientes alertas y alarmas en situaciones fuera de lo común. En definitiva, del procesado de alto nivel del sistema, apostilla el experto.
Vídeo del sistema: http://www.grupoisis.uma.es/SIAD/index.php?ficha=videos
Más información:
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