Un estudio afirma que los polinizadores prosperarían si se mejoran los esquemas agroambientales en Europa
Fuente: CSIC Andalucía
Un nuevo estudio dirigido por el Colegio Rural de Escocia (SRUC) en el que participa la Estación Biológica de Doñana (EBD), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha encontrado que los polinizadores podrían prosperar si se realizan mejoras en los esquemas agroambientales en toda Europa.
Más de 20 expertos en polinizadores de 18 países diferentes evaluaron diversos hábitats donde prospera la vida silvestre en tierras de cultivo, llamadas “Áreas de Enfoque Ecológico” (EFA), para determinar su potencial para cubrir las necesidades de los polinizadores como abejorros, abejas solitarias y moscas voladoras. A pesar de la importante inversión en EFA por parte de la Unión Europea, el estudio, publicado en el Journal of Applied Ecology, descubrió que no están proporcionando todos los recursos que requieren los polinizadores.
Con más del 70 por ciento de los cultivos en todo el mundo que dependen de los polinizadores destaca la necesidad de crear una variedad de hábitats interconectados y bien administrados que se complementen entre sí en los recursos que ofrecen.
El declive en el número de polinizadores está atribuido a la agricultura intensiva y la pérdida asociada de hábitats ricos en flores que proporcionan sitios de alimentación, anidación y reproducción.
En un intento por disminuir el impacto ambiental de la agricultura, la Política Agrícola Común (PAC) de la UE de 2014 definió un conjunto de características de hábitats y paisajes que los agricultores debían incorporar para poder recibir las subvenciones agrícolas básicas. Investigadores del CSIC unieron fuerzas con 22 expertos en polinizadores de toda Europa para evaluar cómo las diferentes opciones de EPT variaron en su potencial para apoyar a los polinizadores, tanto bajo un manejo estándar como bajo un manejo “amigable” con los polinizadores, así como el alcance de la implementación de los agricultores. Identificaron oportunidades sustanciales para mejorar la calidad de los hábitats agroambientales mediante la implementación de prácticas de manejo “amigables” con los polinizadores. Estos no solo aumentan la abundancia de recursos en un hábitat, pero también amplían la gama de recursos ofrecidos.
Los hallazgos del estudio, que fue financiado bajo el programa Cost Action Super-B – Polinización sostenible en Europa, se utilizarán para informar a la PAC post-2020. El investigador del CSIC Ignasi Bartomeus, comenta que: “necesitamos recomendaciones sólidas y claras para informar las políticas agrarias, sobre todo ahora que habrá una reforma de la PAC post-2020, nuestro estudio destaca que para conservar eficazmente a los polinizadores, necesitamos mejorar la calidad y diversidad de hábitats en los paisajes agrícolas, ya que solo una alta diversidad de insectos beneficiosos puede garantizar que nuestro campo proporcione cosechas estables”.
Últimas publicaciones
Un equipo del Instituto Universitario de Investigación Marina (INMAR) de la Universidad de Cádiz ha aplicado un modelo matemático para el seguimiento de las partículas que se vierten en la desembocadura de los ríos gaditanos. Con él ha observado cómo estos contaminantes se mueven y se acumulan en el océano. Este estudio proporciona información clave para diseñar estrategias que protejan los ecosistemas marinos y garanticen un futuro más sostenible.
Un grupo de investigación de la Universidad de Cádiz ha empleado un sistema de extracción ‘verde’ para identificar la cantidad de este aminoácido esencial, necesario para producir proteínas, así como la hormona melatonina y el neurotransmisor serotonina en el organismo. Tras los ensayos, realizados con hongos comestibles del sur de Andalucía y el norte de Marruecos, los resultados evidencian su alta concentración en este tipo de alimentos y abre nuevas vías de estudio para determinar su potencial terapéutico.
Sigue leyendoUn equipo de investigación de la Universidad de Málaga ha evaluado a casi un centenar de estudiantes de entre 8 y 12 años para entender mejor los desafíos léxicos a los que se enfrentan aquellos con pérdida auditiva. Las expertas sugieren un enfoque basado en relaciones entre determinadas clases de palabras para mejorar su aprendizaje y que puedan estudiar en igualdad de condiciones que sus compañeros oyentes.