Analizan joyas de oro de los prestigiosos orfebres italianos Castellani
Expertos de la Universidad de Sevilla han comprobado la presencia de cadmio, un metal añadido a las soldaduras de oro a partir del siglo XIX y utilizado a menudo para los estudios de autenticidad. Para ello, han utilizado un detector de rayos X con el uso de un fino filtro de zinc y han analizado las intensidades relativas de las líneas de rayos X del oro, gracias al cual ha sido posible comprobar de forma no invasiva la presencia de enriquecimientos superficiales en oro, utilizados en el pasado para conferir a los objetos recién producidos una patina que simulara el oro antiguo, además, obviamente, de ahorrar en el porcentaje de oro empleado en la producción de las joyas.
Un estudio llevado a cabo en colaboración entre la Universidad de Sevilla y el departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Florencia, analiza una selección de joyas de oro de los prestigiosos orfebres Castellani, una de las familias de orfebres más importantes de la Europa del siglo XIX.
En concreto, los objetos estudiados pertenecen a la colección del Museo Nacional Etrusco de Villa Giulia en Roma y es de gran interés tanto por reflejar los grandes avances tecnológicos de este periodo como por la expansión sin precedentes de falsificaciones de antigüedades. Así, el artículo publicado en la revista Scientific Report de Nature como resultado de la tesis doctoral de la investigadora Rosarosa Manca de la Universitá degli Studi di Firenze, presenta el análisis composicional de las joyas de oro de los Castellani.
Este trabajo aporta dos grandes novedades metodológicas: la utilización de un segundo detector de rayos X con el uso de un fino filtro de zinc para comprobar la posible presencia de bajas cantidades de cadmio, un metal añadido a las soldaduras de oro a partir del siglo XIX y utilizado a menudo para los estudios de autenticidad. Y el análisis de las intensidades relativas de las líneas de rayos X del oro, gracias al cual ha sido posible comprobar de forma no invasiva la presencia de enriquecimientos superficiales en oro, utilizados en el pasado para conferir a los objetos recién producidos una patina que simulara el oro antiguo, además, obviamente, de ahorrar en el porcentaje de oro empleado en la producción de las joyas.
La colección de joyas Castellani del Museo de Villa Giulia en Roma es la única que pasó directamente del taller de los orfebres a un museo público sin ser manipulada por otros, y ofrece la gama más amplia posible de joyas producidas por ellos. La colección fue reunida por Augusto Castellani entre las décadas de 1870 y 1880, sin embargo, se desconoce la fecha de producción de cada una de las joyas individuales.
Fueron seleccionadas un total de 43 joyas de oro para el análisis y posterior estudio siguiendo criterios estilísticos y tecnológicos, con el fin de cubrir la gama más amplia posible de artefactos. En concreto, la selección se basó en la presencia de: la marca Castellani ‘CC’; las decoraciones hechas con granulado (una técnica muy sofisticada copiada directamente a partir de modelos antiguos); piedras preciosas y/o esmaltes. Por último, las piezas seleccionadas incluyen joyas excepcionales realizadas en un solo ejemplar (ya que a menudo estos orfebres producían joyas para la realeza o para personajes importantes), joyas comerciales reproducidas en muchos ejemplos, joyas copiadas de un prototipo antiguo conocido, modelos para mostrar a los clientes, y grupos de joyas con características estilísticas similares.
“La detección de cadmio en una joya podría usarse como prueba de falsificación en estudios de autenticidad ya que es un material moderno que se ha encontrado en objetos falsos. Esto es relevante también porque no se puede excluir que los Castellani, al igual que muchos otros artistas que producían replicas, hayan estado involucrados en la producción de falsificaciones. Sin embargo, la detección de cadmio presenta algunos problemas técnicos, ya que los picos característicos de este elemento químico pueden quedar ocultos por otros picos que interfieren en los análisis. En el marco de este estudio, se incorporó al equipo de medida un segundo detector de rayos X con filtro para evitar ocultar la línea característica principal del cadmio”, explica la investigadora Simona Scrivano de la Universidad de Sevilla.
La orfebrería europea del siglo XIX
Los Castellani fueron una familia de influyentes orfebres, coleccionistas y anticuarios de Roma. La actividad de los orfebres Castellani – Fortunato Pio (1794–1865) y sus hijos Alessandro (1823–1883) y Augusto (1829–1914) – data de 1814 a 1930, con su apogeo entre las décadas de 1850 y 1880. Dedicaron gran parte de su actividad a investigar joyas arqueológicas principalmente etruscas, gracias al descubrimiento y estudio en aquellos años de varias tumbas etruscas de grandísima relevancia que le permitió estudiar de primera mano las antiguas técnicas de producción. Realizaron joyas notables inspiradas en modelos arqueológicos (etruscos, griegos y romanos, pero también medievales y renacentistas), introduciendo así la moda de la “joyería arqueológica” en la Europa del siglo XIX.
“Este tipo de orfebrería tiene su máximo exponente con los Castelani pero sin embargo no hay muchos otros orfebres capaces de reproducir y vender buenas copias de objetos antiguos. Algunos ejemplos los encontramos en Francia y en Inglaterra, pero en España este tipo de orfebrería no tuvo lugar. Podemos considerarlo, de alguna manera, un estilo de producción muy exclusiva”, añade la experta.
Referencia bibliográfica:
Rosarosa Manca, Simona Scrivano, Chiara Manfriani, Francisco J. Ager Vàzquez, Inés Ortega Feliu, Marco Ferretti, Miguel Angel Respaldiza y Marco Benvenuti Characterization of Castellani nineteenth-century gold jewellery by in situ micro-XRF spectroscopy. Scientific Reports 12:7813 (2022)
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