VOLVER

Share

EL FIN DE LA NECROSIS APICAL DEL MANGO


24 de enero de 2011

Antonio de Vicente Moreno, investigador del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea, centro mixto de la Universidad de Málaga y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha expuesto en la Estación Experimental del Zaidín los avances que ha logrado su grupo de investigación en la mejora de la producción de cultivos tropicales en Andalucía.

 

Este grupo de investigación colabora con la cooperativa Trops, una de las principales comercializadoras de subtropicales de España, esta cooperativa representa actualmente a 1.800 agricultores de Málaga y Granada, factura 25 millones de euros anuales, comercializa en veintidós países el 30 por ciento de la producción española de aguacate y el 60 por ciento de mango. En su exposición, Antonio ha dado un repaso a diferentes “herramientas” de las que dispone una bacteria fitopatógena, Pseudomonas syringae pv. syringae, que le permiten provocar la necrosis apical del mango, o la mancha bacteriana del tomate.

 

Esta bacteria vive sobre los cultivos de mango todo el año, pero en las regiones donde no es autóctono este tipo de cultivo, en la época de lluvias y bajadas de temperaturas esta bacteria ataca al mango estropeando las cosechas. Este es el caso de las zonas de
cultivo de mango en Andalucía, Israel y Australia. En estas regiones hay bajadas de temperatura y abundantes lluvias propiciando que la bacteria infecte los cultivos de mango provocando grandes pérdidas económicas en el sector de los cultivos tropicales.

 

Ante este problema el grupo de investigación de Antonio se embarcó en el estudio de la respuesta de plantas de interés agrícola a las infecciones microbianas a nivel microscópico, bioquímico y molecular. Así han podido diseñar estrategias y condiciones de cultivo que favorezcan la producción reduciendo el empleo de tratamientos fitosanitarios químicos. Mediante la detección y caracterización genética y molecular de toxinas producidas por diferentes cepas de P. syringae, cuya diana son enzimas implicados en la biosíntesis de aminoácidos en la planta; han logrado una aplicación de estas toxinas como herbicidas biológicos y/o en control biológico.

 

En su presentación, Antonio ha planteado las estrategias de la bacteria tanto cuando actúa como patógeno infectando los tejidos de la planta, como cuando actúa como epifito, sencillamente viviendo sobre la planta y adaptándose a un ambiente hostil (tolerancia a radiaciones UV, resistencia a cobre,…).

 

En la interacción patogénica son fundamentales los factores de virulencia (nucleación de hielo, sideróforos, efectores, toxinas,…), prestando especial atención a la producción y relevancia de la mangotoxina como factor de virulencia. Este investigador también
ha hecho algunas consideraciones sobre el control y la epidemiología de la necrosis apical del mango.

 

Medidas de control

 

Entre las medidas de control se encuentran los sistemas de tratamiento químico de las plantas como son el caldo bordelés que contiene cobre y se utilizaba para tratar las viñas en Burdeos y el gel de sílice que protege a la planta. Estos dos tratamientos se están aplicando actualmente en los cultivos de mango logrando excelentes resultados frente a Pseudomonas syringae.

Las líneas de investigación en las que participa el grupo de investigación de Antonio se centran fundamentalmente en el estudio de enfermedades bacterianas y fúngicas sobre cultivos vegetales importantes en nuestra zona, como los hortícolas (p.e. melón) o los
tropicales (p.e. mango, aguacate), así como en el estudio de la respuesta de defensa de la planta frente a la infección microbiana; y el desarrollo de estrategias de control de las mismas.

 

Trayectoria científica

 

Antonio de Vicente Moreno se licenció en Ciencias Biológicas en la Universidad de Granada (1979) y es Doctor por la Universidad de Málaga (1986). Es Profesor Titular del Departamento de Microbiología de la UMA, donde realizó su Tesis Doctoral sobre Pseudomonas aeruginosa en aguas. En una primera etapa postdoctoral trabajó en
métodos microbiológicos para detectar toxicidad química. Desde 1992 dirige el grupo de investigación “Microbiología y Patología Vegetal”, que se dedica al estudio de diferentes aspectos de bacterias (Pseudomonas syringae) y hongos (Podosphaera fusca y
Rosellinia necatrix) patógenos de plantas, así como al análisis de los mecanismos bacterianos (Pseudomonas y Bacillus) implicados en el control biológico de enfermedades de plantas. Ha sido Director del Departamento de Microbiología de la UMA (1997-2008) y Vicepresidente del Grupo Especializado de Microbiología de
plantas de la SEM hasta hace unos meses.

 

Más información:

Silvia Alguacil Martín
Servicio de Divulgación Científica de la EEZ
E-mail: silvia.alguacil@eez.csic.es
Tlf.: 958 18 16 00 Ext.: 262


Share

Últimas publicaciones

Andalucía celebra los 25 años de la Semana de la Ciencia con más de 1.400 actividades en las 8 provincias
Andalucía | 03 de noviembre de 2025

El secretario general de Investigación de la Junta destaca en la inauguración que la nueva Ley ACTIVA reforzará la divulgación y la cultura científicas en la comunidad. La cita, organizada por la Consejería de Universidad y coordinada por la Fundación Descubre, prevé para este año la participación de más de 28.700 personas.

Sigue leyendo
Identifican mecanismos que explican cómo se adaptan las personas con TDAH y TOC a las situaciones de cambio
Almería | 01 de noviembre de 2025

Investigadores de la Universidad de Almería definen factores relacionados con las dificultades de pacientes con trastorno por déficit de atención e hiperactividad y trastorno obsesivo-compulsivo para adaptarse al entorno. Una distinta sensibilidad al castigo y a la recompensa, junto con diferencias en la conectividad en ambos hemisferios del cerebro, ayudan a explicar síntomas como el miedo al error o la excesiva flexibilidad, que pueden servir a los profesionales para adaptar su terapia.

Sigue leyendo
Los posos de café mejoran la calidad y seguridad nutricional de los pepinos, según un estudio de la UGR
Granada | 30 de octubre de 2025

Los investigadores han conseguido transformar este residuo en fertilizantes que enriquecen las hortalizas con hierro y zinc mientras reducen metales tóxicos como cadmio y mercurio.

Sigue leyendo

#CienciaDirecta

Tu fuente de noticias sobre ciencia andaluza

Más información Suscríbete

Ir al contenido