ENTREVISTA A FERNANDO WARLETA, JOVEN INVESTIGADOR DE LA UNIVERSIDAD DE JAÉN: «LOS COMPONENTES DEL ACEITE DE OLIVA SON TODO UN MUNDO POR EXPLORAR»
Fuente: AndaluciaInvestiga.com – Alicia Barea Lara
Fernando Warleta Arias, joven investigador de la Universidad de Jaén, es becario de la Fundación de Investigación Médica Mutua Madrileña y está realizando su tesis doctoral sobre Aceite de oliva, inmunidad y cáncer. Este biólogo trabaja desde hace cuatro años en el estudio de la implicación de determinados componentes minoritarios del aceite de oliva y en los efectos saludables atribuidos a este producto, prestando especial atención a su posible capacidad antitumoral o de prevención del cáncer, estudios de los que actualmente se tiene muy poca información.
Pregunta (P.-) ¿Qué le llevó a relacionar en un mismo estudio el aceite de oliva con el cáncer?
Respuesta (R.-) Se sabe que el aceite de oliva es un alimento natural en el que no han intervenido procesos químicos, por lo que las propiedades de los componentes del fruto permanecen inalterados en él. Muchos de estos compuestos del aceite todavía no han sido estudiados en cuanto a su acción dentro del organismo, y pueden estar relacionados con la capacidad antitumoral o preventiva de tumores atribuida al aceite de oliva. Debido a esto, comenzamos un estudio con determinados componentes minoritarios del aceite sobre cultivos in vitro de células tumorales de mama.
(P.-) ¿Qué componentes del aceite de oliva quedan todavía por analizar?
(R.-) Hasta el momento, los investigadores se han centrado principalmente en el estudio de los ácidos grasos, y han prestado una menor atención a los componentes minoritarios. Es más, todavía no se ha descrito la cantidad total de ellos.
(P.-) ¿Qué efectos pueden tener estos componentes sobre el cáncer?
(R.-) Nuestra investigación consiste en ver qué hacen esos componentes en nuestros organismos, y los analizamos desde la perspectiva del cáncer para tratar de conocer en qué sentido el aceite de oliva puede ser beneficioso para nuestra salud. Creemos que algunos de los componentes del aceite de oliva podrían frenar el crecimiento de algunas células tumorales, incluso podrían hacer que mueran, o simplemente prevenir su transformación a tumorales. Entre nuestros estudios, trabajamos para saber si los componentes minoritarios del aceite de oliva, en una persona que esté recibiendo quimioterapia, pueden potenciar su efecto antitumoral y reducir los efectos secundarios producidos por la terapia. Para eso estudiamos in vitro la aplicación a la célula tumoral de los componentes del aceite que creemos beneficiosos, y analizamos su acción y la repercusión en su supervivencia.
(P.-) ¿Cuáles son los mecanismos que utiliza para desarrollar este estudio?
(R.-) Una de las causas de la aparición de tumores es el aumento del estrés oxidativo, estrés que también es uno de los efectos secundarios del tratamiento con quimioterápicos. Como el aceite de oliva es un antioxidante natural, uno de nuestros objetivos es saber si estos componentes que estamos estudiando ayudan a reducir este estrés en el organismo, y si esa reducción pudiera ser la responsable de la alteración en el crecimiento de la célula tumoral, o bien de que el organismo pueda atacar mejor a dicha célula al reducir la oxidación en las células tumorales. Hay que tener en cuenta que el estrés oxidativo es una parte muy importante del sistema de defensa de nuestro organismo. Se sabe que las células tumorales tienen mayor oxidación que una célula normal, y lo utilizan como vía de escape. Incluso en una clínica de EEUU están apostando por una técnica pionera que consiste en oxidar más aún la célula tumoral hasta inducir su muerte por la saturación de su maquinaria antioxidante.
(P.-) ¿Sólo estudian la oxidación de las células tumorales?
(R.-) No, además de la oxidación, estudiamos en profundidad la muerte de la célula, desde cuántas mueren a cómo y por qué lo hacen, y la inflamación. Algunas personas, por diversas enfermedades, al tener una inflamación continua o crónica, tienen más facilidad de padecer cáncer. Por tanto, también estudiamos si los componentes minoritarios del aceite de oliva pueden modular esa inflamación, ya que está documentado que el aceite de oliva es un antiinflamatorio natural. Hace muy poco, a través de un Proyecto Campus, en el que colaboramos con la empresa Biaveda, pudimos estudiar en pacientes con insuficiencia renal crónica, que recibían diálisis peritoneal, cómo gracias al consumo de una dosis diaria de un determinado aceite de oliva virgen, los pacientes mejoraban en un período corto de tiempo. Pero no nos olvidemos de que el aceite es, con mayores o menores propiedades, un alimento, no un medicamento, y por tanto previene y ayuda, no cura.
(P.-) ¿Cuál es el futuro de esta investigación?
(R.-) En los últimos proyectos que estamos realizando, las empresas están muy interesadas en los resultados que obtendremos, sobre todo las almazaras. Con nuestros estudios, podrían valorar la producción diseñada para obtener un aceite que sea más rico en unos componentes o en otros, y por tanto con propiedades beneficiosas dirigidas hacia una u otra patología.
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Más información:
Fernando Warleta Arias
Departamento de Ciencias de la Salud
Universidad de Jaén
Teléfono: 953 21 20 02
Email: fwarleta@ujaen.es
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