Estudian el impacto del COVID-19 en personas migrantes y refugiadas
La Universidad de Sevilla es una de las diez instituciones académicas europeas que participa en este estudio, destinado a recabar información sobre el impacto que está teniendo la crisis del coronavirus en este colectivo e informar y orientar a los agentes políticos e instituciones nacionales y europeas sobre cómo dirigir los esfuerzos durante y tras la pandemia.
Fuente: Universidad de Sevilla
Las investigadoras Virginia Paloma y Rocío Garrido, del Centro de Investigación y Acción Comunitaria de la Universidad de Sevilla (CESPYD), son las representantes del consorcio europeo en España de ApartTogether, una propuesta liderada por la Universidad de Ghent y donde participan otras nueve universidades europeas.
El objetivo de este estudio es recoger información sobre el impacto que está teniendo la crisis del COVID-19 en personas migrantes y refugiadas de Europa, así como informar y orientar a los agentes políticos e instituciones nacionales y europeas sobre cómo dirigir los esfuerzos durante y tras la pandemia.
Para este fin, se ha elaborado un cuestionario online, disponible en 26 idiomas, que se está difundiendo de manera simultánea en Bélgica, Dinamarca, Francia, Grecia, Italia, Portugal, España, Suecia, Holanda y Reino Unido.
Este documento está dirigido a personas migrantes y refugiadas mayores de 16 años, con un interés particular en las personas solicitantes de asilo, indocumentadas y recién llegadas.
Últimas publicaciones
Un equipo de investigación de la Estación Experimental el Zaidín de Granada (CSIC), del Centro Tecnológico EnergyLab y de la Universidad de Copenhague ha aplicado una solución a partir de residuos vegetales para reducir la liberación de sustancias nocivas de los desechos de la ganadería porcina. El hallazgo ofrece una alternativa al uso de productos químicos agresivos y abre la puerta a nuevas formas de gestionar el estiércol con menor impacto ambiental.
Un equipo de investigación de la Universidad de Sevilla ha confirmado que este aceite reduce las alteraciones del ojo provocadas por los niveles elevados de la presión sanguínea. Los resultados del estudio con células y animales validan su potencial uso terapéutico en enfermedades oftálmicas.
Un equipo de investigación de la Universidad de Huelva ha obtenido un tipo de celulosa que mejora las propiedades de las grasas industriales y logra pavimentos más resistentes al calor y al desgaste. Así, modifican un residuo agrícola y lo transforman en un material versátil, ecológico y muy útil para el mercado.