Estudian la destrucción de depósitos de carbono en el mar de Aral
Los investigadores del grupo de Ecología Marina y Limnología de la Universidad de Málaga Enrique Moreno-Ostos y Sofía Rodríguez se encuentran desde finales de agosto en el Mar de Aral (Kazajistan) para estudiar, por primera vez, la destrucción de depósitos de carbono, así como las emisiones de CO2 y metano desde sus lechos sedimentarios expuestos al contacto con el aire.
Fuente: Universidad de Málaga
Los investigadores del grupo de Ecología Marina y Limnología de la Universidad de Málaga Enrique Moreno-Ostos y Sofía Rodríguez se encuentran desde finales de agosto en el Mar de Aral (Kazajistán) para estudiar, por primera vez, la destrucción de depósitos de carbono, así como las emisiones de CO2 y metano desde sus lechos sedimentarios expuestos al contacto con el aire.

Los investigadores de la UMA Enrique Moreno-Ostos y Sofía Rodríguez midiendo niveles de CO2 atmosférico a orillas del Gran Aral (Foto de Laura Carrau).
Esta expedición científica, que se prolongará durante 20 días, está dirigida por el Instituto Catalán de Investigación del Agua (ICRA). Junto a la UMA, también participan el Laboratoire des Sciences du Climat et l´Environment del CNRS francés y la Universidad de Aarhus (Dinamarca).
El Mar de Aral es el lago desecado más grande del planeta. Actualmente, ha desaparecido en un 90 por ciento como consecuencia de la derivación antrópica del caudal de los principales ríos que lo alimentan, lo que se considera “uno de los desastres ambientales más graves del siglo XX”.
“Los lagos almacenan grandes cantidades de carbono orgánico en sus sedimentos, de manera que proporcionan un servicio ecosistémico fundamental para la sociedad: la regulación del ciclo global del carbono y la compensación parcial de las emisiones de CO2 a la atmósfera”, explica el investigador de la UMA Enrique Moreno.

La documentalista audiovisual Laura Carrau, autora de esta foto del paisaje litoral de la zona inundada del Mar de Aral, también forma parte del grupo del trabajo.
Cambio climático
El experto afirma, asimismo, que cuando estos ecosistemas se secan total o parcialmente, los sedimentos entran en contacto con la atmósfera, lo que potencia que algunos microorganismos respiren la materia orgánica almacenada. “Como consecuencia, el carbono orgánico atrapado en los sedimentos se libera a la atmósfera en forma de CO2, contribuyendo de esta forma a potenciar el cambio climático”, señala.
Esta expedición científica se enmarca en el proyecto Alter-C, financiado por la Agencia Estatal de Investigación. Cuenta, además, con la ayuda logística de la ONG local ‘Aral Tenizi’, dedicada a la protección y recuperación del Mar de Aral.
Últimas publicaciones
Olavide Neuron STX, S.L. capta un millón de euros para impulsar el desarrollo de ONESTX-1. Inversores como Axon Desarrollo Andalucía, Anecon Inversiones, Biomedal, Eoniq Fund y Francisco León apuestan por un tratamiento innovador para enfermedades del envejecimiento.
Sigue leyendoUn centenar de científicos ciudadanos del IES El Alquián han elaborado un póster científico, una guía de plantas, maquetas y una presentación didáctica sobre el entorno del centro para destacar su importancia ecológica y la necesidad de su conservación. Esta iniciativa está apoyada por la Oficina de Ciencia Ciudadana de Andalucía, impulsada por la Consejería de Universidad y coordinada por Fundación Descubre y la Universidad Pablo de Olavide.
Sigue leyendoEl catedrático de Genética de la Universidad Pablo de Olavide, Juan Jiménez, propone que los ciclos térmicos del planeta pudieron impulsar la formación de las primeras moléculas vivas. Esta nueva teoría representa un nuevo marco de entendimiento e investigación sobre la transición de un planeta químico a un planeta vivo.
Sigue leyendo