VOLVER

Share

25N – Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

Investigan por primera vez las secuelas cerebrales que provoca la violencia de género en las mujeres maltratadas

Un equipo de investigación de la Universidad de Granada realiza el primer estudio del mundo a cerebro completo de las víctimas de violencia de género utilizando técnicas de Resonancia Magnética Estructural.

Fuente: Universidad de Granada


Granada |
25 de noviembre de 2020

El equipo de investigación del proyecto BELIEVE de la Universidad de Granada (UGR) ha determinado las numerosas alteraciones cerebrales que provoca la violencia de género en las mujeres maltratadas, en el que supone el primer estudio de este tipo que se realiza a nivel mundial utilizando técnicas de Resonancia Magnética Estructural con una metodología de ‘cerebro completo’. Los resultados de esta investigación se han publicado en la revista Journal of Interpersonal Violence.

Investigadores responsables del estudio.

Dicho estudio, realizado en el Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC), supone la primera investigación sobre las diferencias estructurales entre mujeres supervivientes y no-víctimas utilizando esta metodología. La mayoría de los estudios de neuroimagen previamente realizados con mujeres supervivientes se habían centrado en el estudio de una zona concreta del cerebro vinculada con el estrés postraumático. La presente investigación amplía el objetivo de estudio, analizando el cerebro en su totalidad.

Como explican Miguel Pérez y Natalia Hidalgo, investigadores de la UGR, “se conoce ampliamente que la violencia de género provoca multitud de secuelas en las mujeres que la sufren, pero, sin embargo, han sido poco estudiadas las alteraciones cerebrales consecuentes a sufrir esta violencia”.

En esta investigación participaron 60 mujeres de entre 18 y 62 años, a quienes se realizó una Resonancia Magnética Estructural en el CIMCYC de la UGR para analizar su cerebro completo, esto es, las 160 áreas que lo componen. De ellas, 28 eran supervivientes de violencia de género.

Menos volumen y superficie cerebral

Los resultados de este estudio mostraron diferencias cerebrales estructurales entre las mujeres que no habían sufrido violencia de género y las víctimas en términos de área, volumen y grosor en el surco lateral y las áreas temporales, frontales, occipitales, parietales y límbicas.

Las mujeres víctimas de malos tratos mostraban menos volumen y superficie cerebral en surco temporal derecho e izquierdo, el giro inferior frontal, el córtex cingulado anterior izquierdo y el precúneus y occipital derechos, principalmente.

Además, el análisis morfológico mostró una relación entre las alteraciones en estas regiones y diferentes mecanismos causales potenciales, como las experiencias adversas sufridas durante la infancia, el estrés postraumático consecuente a la violencia, y diversas situaciones traumáticas sufridas durante las relaciones violentas, como son los intentos de estrangulamiento, los traumatismos cerebrales y la misma gravedad de la violencia.

Alteraciones en el área/superficie cerebral.

Alteraciones en el volumen cerebral.

Alteraciones en el grosor cortical.

“En nuestro estudio encontramos que un número importante de mujeres supervivientes de violencia de género muestran secuelas cerebrales tras la violencia. En estas mujeres, encontramos además una asociación de dichas alteraciones con determinadas experiencias adversas sufridas, como son el estrés postraumático, los intentos de estrangulamiento, traumatismos cerebrales provocados por su pareja y eventos traumáticos durante la infancia. Las alteraciones encontradas podrían así ser explicadas por estos posibles mecanismos causales”, señala Hidalgo.

Una de las contribuciones de estos resultados es, precisamente, el descubrimiento de esta compleja interrelación entre diferentes variables relacionadas con la violencia de género que están provocando una serie de alteraciones cerebrales, no estudiadas ni evaluadas normalmente, pero que puede ocasionar consecuencias en la vida cotidiana de las mujeres supervivientes.

Referencia bibliográfica:

Structural Brain Alterations in Female Survivors of Intimate Partner Violence. Julia C. Daugherty, Juan Verdejo-Román, Miguel Pérez-García and Natalia Hidalgo-Ruzzante. Journal of Interpersonal Violence, 1-34. doi 0886260520959621.


Share

Últimas publicaciones

Descubre organizará más de 300 Cafés con Ciencia en Andalucía en los próximos 12 meses para acercar la investigación a la ciudadanía
Andalucía | 26 de julio de 2024

En su 15ª edición, esta actividad de divulgación científica contará con encuentros sobre salud mental, Cafés dedicados al colectivo LGTBI y un Café con Ciencia para conmemorar el Año Cajal dedicado a Ramón y Cajal. La organización de los Cafés con Ciencia se puede solicitar por correo electrónico cafeconciencia@fundaciondescubre.es hasta el 15 mayo de 2025.

Sigue leyendo
Patentan pastillas de soja biodegradables para el abono controlado de cultivos
Huelva, Sevilla | 25 de julio de 2024

Un equipo de investigación de las universidades de Sevilla y Huelva ha creado unas tabletas a partir de proteínas de soja que liberan progresivamente nutrientes a las plantas. El nuevo producto permite un crecimiento saludable, optimiza la producción agrícola y evita la contaminación de suelos y aguas subterráneas.

Sigue leyendo
Muestran la escasa importancia del mosquito tigre en la transmisión de la malaria aviar
Sevilla | 25 de julio de 2024

El equipo científico, formado por expertos de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); la Universidad de Granada y el Nature Research Centre de Lituania ha analizado el papel de este díptero como vector de patógenos de la malaria aviar. El estudio apunta a la preferencia del mosquito tigre por alimentarse de mamíferos como una de las posibles causas de la baja relevancia en la dispersión de la enfermedad.

Sigue leyendo

#CienciaDirecta

Tu fuente de noticias sobre ciencia andaluza

Más información Suscríbete

Ir al contenido