La evidencia científica actual no permite afirmar que la estimulación cerebral mejora el rendimiento físico y deportivo
Dos estudios realizados por científicos de la Universidad de Granada descartan que, a día de hoy, la estimulación transcraneal con corriente directa (conocida por sus siglas en inglés tDCS) sea una herramienta efectiva para mejorar el rendimiento deportivo.
Fuente: Universidad de Granada
La estimulación transcraneal con corriente directa (conocida por sus siglas en inglés tDCS) es una técnica de estimulación cerebral no invasiva que puede inducir cambios en la corteza cerebral por medio de dos electrodos. Normalmente, el electrodo ánodo (electrodo objetivo) se coloca en el área cerebral objeto de la estimulación, mientras que el electrodo cátodo se coloca fuera del cráneo (por ejemplo, en el hombro). A continuación, los electrodos se conectan a una pequeña batería que emite la corriente eléctrica. En el campo de las ciencias del deporte y el ejercicio físico se han utilizado intensidades entre 1 y 2 mA.
La tDCS ha ganado mucha popularidad en el ámbito de las Ciencias del Deporte, ya que es una herramienta fácil de usar a la que se le han atribuidos efectos positivos en el rendimiento físico. En los últimos Juegos Olímpicos, celebrados en Río de Janeiro en 2016, participaron varios atletas americanos y africanos que habían sido entrenados con esta técnica.
Ahora, dos estudios realizados por científicos de la Universidad de Granada (UGR), pertenecientes al Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC), llevados a cabo tanto a nivel experimental como meta-analítico (revisión de la literatura científica existente) no parecen apoyar la hipótesis de que la tDCS sea una herramienta efectiva para mejorar el rendimiento deportivo.
El estudio experimental, que ha sido recientemente publicado en la revista PlosOne y que fue previamente pre-registrado en la plataforma Open Science Framework (OSF), ha empleado la mayor muestra de participantes de estudios similares en este campo (36 ciclistas entrenados).
Para probar la hipótesis de que la tDCS podría mejorar el rendimiento, el grupo de ciclistas recibió, en tres diferentes ocasiones, una estimulación de 20 minutos anódica, catódica o placebo antes de realizar una prueba de rendimiento de 20 minutos. Los resultados del estudio mostraron que la tDCS ni mejoró el rendimiento físico de los ciclistas, ni produjo cambios a nivel cerebral en reposo o durante el ejercicio.
A raíz de los resultados del estudio experimental, Darías Holgado y Daniel Sanabria, investigadores de la Universidad de Granada, en colaboración con Miguel Ángel Vadillo, de la Universidad Autónoma de Madrid, realizaron una revisión sistemática de la literatura y un meta análisis para comprobar los efectos de la tDCS en parámetros objetivos y subjetivos relacionados con el rendimiento físico.
Pocos participantes
Las principales conclusiones del meta análisis fueron que la media de participantes en estos estudios es baja (solo 14 sujetos de media por estudio), lo que comprometería la potencia estadística. Además, si bien la tDCS podría tener un efecto pequeño sobre el rendimiento físico, estaría muy probablemente mediado por la baja calidad de los estudios y por el sesgo de la literatura a solo publicar estudios con efectos positivos.
Los investigadores también concluyeron que la estimulación habitual de 2mA podría no ser suficiente para inducir cambios a nivel cerebral y se desconocen los efectos del uso a largo plazo. Este trabajo ha sido publicado en la revista Brain Stimulation.
Por lo tanto, a pesar de que varias compañías, como por ejemplo Halo Sport, promocionan dispositivos de estimulación cerebral como una herramienta efectiva para mejorar el rendimiento deportivo, su eficacia no está apoyada por la evidencia actual, destacan los investigadores de la UGR. Los investigadores señalan a su vez que se trata de un campo de estudio muy interesante, pero que necesita de más investigación rigurosa para conocer (si lo tiene) su potencial impacto en el rendimiento físico y deportivo.
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