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LA TEMPERATURA SUPERFICIAL DEL MEDITERRÁNEO AUMENTA 0,05 GRADOS CADA AÑO, SEGÚN LA UNIVERSIDAD DE MÁLAGA


18 de junio de 2010

Fuente: AndaluciaInvestiga.com – Irene Catalán

 

La línea principal de este proyecto de excelencia se centra en el intercambio de aguas en el Estrecho de Gibraltar, concretamente en la vinculación de ese intercambio en el Estrecho con los fenómenos climáticos que afectan al mar Mediterráneo.

 

El grupo de trabajo en el Estrecho de GibraltarUn grupo de investigadores de la Universidad de Málaga (UMA), dirigido por el profesor Francisco Criado Aldeanueva, constata que la temperatura del agua superficial del mar Mediterráneo tiene una tendencia creciente de 0,05 grados centígrados al año en los últimos 25 años.

 

Así lo confirman los primeros resultados del proyecto Índices para el diagnóstico de tendencias climáticas en el mar Mediterráneo, liderado por este profesor perteneciente al Departamento de Física Aplicada II.

La principal línea de investigación de este grupo,  denominado Oceanografía Física y cuyo responsable es el doctor Jesús García Lafuente, se centra en el intercambio de aguas en el Estrecho de Gibraltar. Concretamente fija su atención en la vinculación de ese intercambio en el Estrecho con los fenómenos climáticos que afectan al mar Mediterráneo.

 

Según explica el científico, “el Estrecho es un punto estratégico clave puesto que es la única conexión entre el Mediterráneo, que es un mar semicerrado, y las aguas oceánicas».

Este estudio se enmarca en un proyecto de excelencia de la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia incentivado con 120.168 euros.

 

La investigación también estudia la temperatura del aire como una de las variables para diagnosticar las tendencias climáticas en el Mediterráneo. En este caso, según la investigación, la temperatura promedio del aire aumenta en 0,012 grados centígrados al año desde hace 60 años.

En este sentido, Criado Aldeanueva precisa que en el periodo comprendido desde 1948 hasta finales de los años 50 la temperatura promedio del aire presentaba una tendencia descendente, momento a partir del cual «inicia un crecimiento con una tendencia de 0,02 grados centígrados al año».

La estratificación del océano no favorece que la tendencia detectada en las aguas superficiales se traslade también a las aguas intermedias y profundas. En este caso, “aunque existen indicios que apuntan también a su calentamiento, éste es mucho más moderado y depende de la masa de agua concreta que se analice”.

Series temporales de precipitaciones con el Índice NAOVariables climáticas

Continuando con la línea de investigación marcada por este grupo, en estos momentos trabaja en el seguimiento de las variables climáticas en el Mediterráneo para dar una descripción pormenorizada de factores como la precipitación, evaporación, temperatura del aire y agua y nivel del mar.

Toda esta información la obtienen de bases de datos climáticos procedentes de la NASA, en concreto del National Centre for Environmental Prediction (NCEP). Para vincular estas variables con el intercambio por Gibraltar, los expertos de la UMA utilizan medidores que registran datos de forma continua en el Estrecho desde septiembre de 2004 y cuyo mantenimiento se realiza en campañas oceanográficas cada cuatro meses.

De igual modo, estos investigadores analizan la relación existente entre estas variables con índices climáticos sencillos, como el conocido con el nombre de índice NAO (North Atlantic Oscillation). Éste viene determinado por la diferencia de anomalías de presión atmosférica a nivel del mar normalizada entre el anticiclón de las Azores y la depresión de Islandia. También se sirven del Índice de Oscilación del Mediterráneo (MOI), calculado de forma similar entre puntos de los extremos occidental y oriental del Mediterráneo.

Este equipo de científicos también investiga de qué manera la climatología del Mediterráneo condiciona el intercambio de aguas en el Estrecho de Gibraltar. De hecho, Criado Aldeanueva insiste en que «todos esos datos pueden vincularse con el estudio del flujo de agua intercambiada, porque el intercambio de agua está condicionado. Sobre todo, por el déficit hídrico, es decir, la diferencia entre la evaporación y la precipitación, ya que el flujo medio de entrada tiene que compensar ese déficit», puntualiza el experto.

 

Descargue aquí imágenes de la noticia:

 

El grupo trabajando en el Estrecho de Gibraltar

 

Series temporales de precipitaciones con el Índice NAO

Más información:

Francisco Criado Aldeanueva
Departamento de Física Aplicada II
Universidad de Málaga
Teléfono: 952 132849
E-mail: fcaldeanueva@ctima.uma.es

 


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