LOCALIZAN UNA REGIÓN GENÉTICA IMPLICADA EN LA PREDISPOSICIÓN A PADECER CÁNCER DE COLON
Fuente: AndaluciaInvestiga.com – C. Moya / UPO
Un equipo internacional, con participación de investigadores de la Universidad Pablo de Olavide, ha logrado identificar una de las causas moleculares que aumentan el riesgo de tumores colorectales. El trabajo aparece publicado en el último número de la revista PLos Genetics.
El cáncer es una disfunción del organismo que hace que las células se reproduzcan y crezcan de forma anormal. Cuenta con causas relacionadas con los hábitos vitales y otras que se encuentran en los genes, esa cadena de aminoácidos que conforma el código de la vida. De ahí que haya personas que sean más proclives a padecer un tumor, porque su herencia genética está más predispuesta a esos fallos que provocan la patología.
Resulta difícil concretar qué trozos defectuosos de la cadena genética están implicadas en una determinada enfermedad. Sin embargo, en el caso del cáncer de colon la respuesta a este interrogante está un poco más clara. Un equipo internacional con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) ha localizado la región del genoma asociada al gen EIF3H que contribuye al desarrollo de la enfermedad. El trabajo aparece publicado en el último número de la revista PLos Genetics.
Hasta el momento, ese gen estaba considerado como un marcador de riesgo de la patología. Sin embargo, los expertos han localizado la zona específica del genoma que, en condiciones normales, reprime al gen. No obstante, en algunos casos esa región no ejerce su función represora, lo que provoca que la actividad del gen se incremente y con ella el riesgo de padecer cáncer de colon. Nuestros experimentos han demostrado que esa región del genoma se encarga de moderar la actividad del gen, pero con la mutación deja de frenar al gen y éste se dispara, incrementando el riesgo de padecer la enfermedad, explica uno de los autores del estudio, José Luis Gómez-Skármeta.
Precisamente, la novedad del estudio radica en localizar la mutación que causa el riesgo. Hemos logrado identificar y asignar una región reguladora al gen EIF3H, además de demostrar que al aumentar la expresión de dicho gen aumenta el crecimiento y la capacidad de invasión de las células cancerígenas, explica Gómez-Skármeta.
Los expertos destacan la importancia del avance de cara a futuras investigaciones, ya que, a partir de ahora, se podrá trabajar tomando como base el estudio de la región reguladora identificada, al estar en el origen de la patología. Si se reconstruye la actividad represora de la región reguladora, por ejemplo con fármacos, podría atenuarse el riesgo de padecer la enfermedad. Sin embargo, esto habrá que desarrollarlo en estudios futuros, matiza el investigador.
Para obtener estos resultados, los investigadores han acometido experimentos con modelos animales, además de estudios en cultivos celulares humanos y ensayos de conformación tridimensional de ADN. Estos experimentos han servido para confirmar que una región del genoma está implicada en la regulación del EIF3H, ya que entre ambas partes existe una distancia y resulta difícil relacionar cada región con su gen. Si hacemos un símil y cada gen es una vivienda, las regiones del genoma que los regulan estarían en los patios de dichas casas. Si dos parcelas contiguas no están delimitadas por un muro es muy dificil trazar el límite entre el patio que pertenece a una o a otra. Lo mismo ocurre en el genoma, es muy dicifil saber que regiones reguladoras pertenecen a un gen o al vecino, explica el experto.
Equipo internacional
La investigación es fruto de la colaboración de los grupos dirigidos por José Luis Gómez-Skarmeta, del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo, centro mixto del CSIC, la Universidad Pablo de Olavide y la Junta de Andalucía; por Miguel Manzanares, del Departamento de Biología del Desarrollo Cardiovascular del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares, en Madrid, y por Richard Houlston, del Institute of Cancer Research (Reino Unido).
Este avance se enmarca dentro del esfuerzo que está realizando la comunidad científica para identificar aquellas mutaciones genéticas que confieren susceptibilidad a numerosas enfermedades humanas, abre la puerta al diseño de futuras estrategias terapéuticas. El proceso de búsqueda de los genes defectuosos se basa en la comparación de genomas. Las diferencias entre ellos son mínimas, ya que sólo algunas letras del código, los llamados nucléotidos, varían.
Sin embargo, junto a estos estudios genéticos, son también necesarios trabajos funcionales, como el desarrollado por los equipo del CSIC y del CNIC. De esta manera, no sólo es posible conocer el gen responsable, sino también por qué éste contribuye al desarrollo de la enfermedad, apuntan los investigadores españoles.
Más información:
José Luis Gómez-Skarmeta
Tlf: 954348948
Email: jlgomska@upo.es
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