PREGÚNTALE A LOS ASTROS
Fuente: AndaluciaInvestiga.com – Guillermo Pedrosa Calvache
El presidente de la Asocicación Española de Astronomía e investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía, Emilio Alfaro, reflexiona sobre el conocimiento que tienen profesores y estudiantes, tanto de enseñanza secundaria como universitaria, del Universo y de todos los fenómenos que acontecen en él. El experto discierne también sobre la importancia de inculcar el espíritu científico en los más jóvenes.
¿Qué sabemos de la Astronomía? Hemos oído que la Luna afecta a las mareas pero, ¿entendemos el porqué? ¿Conocemos la edad que tiene el Sol, o la del Universo? ¿Comprendemos por qué hay primavera, verano, otoño e invierno? Estas cuestiones han sido valoradas por la ciencia y hay respuestas para ellas. Aunque la verdadera pregunta es si esta información llega a la sociedad.
2009, que ha sido declarado Año Internacional de la Astronomía, ofrece el marco idóneo para reflexionar sobre el conocimiento del espacio que aprendemos en el colegio, en el instituto o en la universidad, para valorar si es suficiente. Es un tema que ha despertado la atención de la Sociedad Española de Astronomía (SEA).
El presidente de la SEA e investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), Emilio Alfaro, explica: «Si haces una encuesta en la población española sobre cómo se producen el verano y el invierno te puedes llevar muchas sorpresas, y probablemente la respuesta más citada sea que la Tierra está más cerca del Sol en verano que en invierno, cuando es todo lo contrario, y es una cuestión del ángulo con el que inciden sobre la Tierra los rayos solares».
En este sentido, el experto relata que están muy interesados en conocer cuál es el grado de conocimiento de los profesores en esta materia. «Muchas veces se les exigen unos contenidos que ni siquiera les han sido impartidos», añade. Por eso, una de las misiones de la SEA para este año consiste en confeccionar un libro blanco, primero para la enseñanza universitaria y luego para Primaria y Secundaria, en los que constatar cuándo, dónde y cómo se estudia la Astronomía, el número de horas que se le dedica, qué temas se tratan, etcétera.
«Tampoco es que queramos que la Astronomía sea el pan nuestro de cada día, pero quizá podamos considerar el estudio de nuestro cielo como algo fundamental, al igual que estudiamos Geografía, Ecología, etcétera.», señala Alfaro.
Espíritu científico
El presidente de la SEA añade que más que dar ciencia, se trata de intentar transmitir el espíritu científico. «Éste se caracteriza más que por lo que estudia, por cómo lo estudia», subraya. Según el investigador del IAA, la manera que tienen los científicos de abordar un problema y la metodología que siguen para aprender sobre el mundo son valores muy importantes para la vida.
«La gente cada vez se preocupa menos por saber cómo funcionan las cosas, y lo que quiere es que le resuelvan los problemas de forma inmediata», destaca Alfaro. «Como dijo Arthur C. Clarke, una tecnología muy sofisticada es indistinguible de la magia. Vivimos en una sociedad que se preocupa menos por el conocimiento y más por la tecnología mágica. Por eso exigimos a los científicos que se conviertan en tecnólogos y satisfagan nuestras necesidades», añade.
El experto asegura que este problema llega también hasta los gobernantes, que sólo buscan en la ciencia que sus deseos se cumplan. De ahí la importancia de tratar de inculcar en los más jóvenes el espíritu científico, y la curiosidad y el interés por saber y aprender, más que por hallar resultados.
Esto que sucede con la Astronomía, ocurre igualmente con otras disciplinas como Geología o Ciencias Ambientales, cuyos profesionales siempre acusan la escasa preparación que reciben los alumnos en el instituto sobre estas materias. En el caso de la Astronomía y la Astrofísica, se trata de aprender a mirar al cielo no sólo para apreciar lo que estamos viendo, sino también para entenderlo.
Más información:
Sociedad Española de Astronomía
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