Un estudio de la UPO visibiliza el desafío que supone el regreso laboral de las personas supervivientes de cáncer
Salud, felicidad y productividad se alzan como los pilares para una carrera laboral sostenible tras superar un cáncer. Con más de dos millones de personas en España que han superado un cáncer y más de 110000 nuevos diagnósticos anuales en edad laboral, el estudio aporta claves para una inclusión laboral efectiva de quienes han enfrentado una enfermedad grave, basadas en salud emocional, apoyo institucional y buenas prácticas de gestión de recursos humanos.
Fuente: Universidad Pablo de Olavide
En un escenario laboral cada vez más complejo, en el que el futuro suele asociarse con avances tecnológicos como la inteligencia artificial o la digitalización, una nueva investigación liderada por la Universidad Pablo de Olavide pone el foco en un reto social de creciente relevancia: el regreso al empleo de las personas que han superado un cáncer.
El estudio, publicado recientemente en la revista científica Employee Relations, ha sido realizado por Mónica Santana y Rocío Aguilar Caro, profesoras del departamento de Organización de Empresas y Marketing de la Universidad Pablo de Olavide, junto a la experta internacional Beatrice van der Heijden (Universidad Radboud en Nijmegen, Países Bajos).
La investigación, pionera en el ámbito español, se basa en un enfoque cualitativo y propone un modelo de carrera profesional sostenible que integra tres pilares: salud, felicidad y productividad. En palabras de Mónica Santana, investigadora principal del estudio, “esta publicación se enmarca dentro de una línea de investigación sobre el futuro del trabajo y trabajadores y trabajadoras vulnerables, donde buscamos aportar soluciones sostenibles desde los recursos humanos”.
Con más de dos millones de personas en España que han superado un cáncer y más de 110000 nuevos diagnósticos anuales en edad laboral, el estudio propone un conjunto de prácticas de gestión de recursos humanos (GRRHH) que atienden las necesidades específicas de este colectivo: desde el rediseño de puestos hasta procesos de evaluación del desempeño y planificación de carrera, así como acceso a recursos de salud y bienestar. Estas medidas permiten reconocer el talento de las personas supervivientes y promover relaciones laborales más justas e inclusivas.
Una respuesta organizacional integradora
Una de las aportaciones clave del trabajo es el concepto de “respuesta integradora y de aprendizaje”, donde las organizaciones deben ir más allá del simple principio de equidad. “Muchas veces los y las responsables de gestionar personas no saben cómo actuar. ¿Asignar las mismas tareas que antes o reducir la carga? ¿Evaluar igual o con menos exigencia? Estas dudas, legítimas, requieren una visión más comprensiva y sensible a la trayectoria de cada persona”, explica Santana.
Rocío Aguilar añade otro matiz esencial: “Algunas mujeres entrevistadas expresaron incomodidad por ser etiquetadas como personas con discapacidad, ya que eso no refleja su situación ni sus capacidades y puede generar un estigma añadido. Prefieren medidas de apoyo similares a las que se aplican en maternidad o conciliación, al menos durante los primeros años tras su reincorporación”.
Comunicación, la herramienta más importante
La clave, coinciden ambas investigadoras, está en la comunicación: “Tan básica y a la vez tan difícil. Este estudio puede ayudar a romper el tabú y facilitar un diálogo honesto en los entornos de trabajo”. Además, esta investigación ayuda a crear conciencia sobre cuáles son los principales desafíos de las personas supervivientes de un cáncer, cuestión muy importante y que ayuda a mejorar esa comunicación necesaria.
Según el estudio, muchos supervivientes regresan a sus puestos mientras lidian aún con un dolor persistente en zonas del cuerpo afectadas por los tratamientos, además de afrontar duros efectos secundarios físicos y psicológicos derivados, por ejemplo, de tratamientos hormonales prolongados. A este desgaste físico se suma un cansancio extremo que, junto con la lucha por recuperar la autoestima y adaptarse a nuevas limitaciones, puede dificultar su desempeño y aumentar la tensión en situaciones laborales que antes gestionaban con mayor facilidad. “Aprender a convivir con el trabajo y el dolor es una realidad para muchos”, señala Mónica Santana. La investigación también subraya la carga emocional que implica enfrentarse al temor constante de una posible recaída, un factor que impacta profundamente en la estabilidad psicológica de estas personas.
Además, subrayan que la problemática se agudiza aún más en supervivientes desempleados y autónomos. En este sentido, iniciativas como las impulsadas por la Asociación Española Contra el Cáncer —que celebró en febrero de 2024 unas jornadas sobre impacto laboral— contribuyen a visibilizar una realidad aún poco atendida en las políticas públicas y estrategias empresariales.
Sin embargo, frente a estas dificultades, algunas organizaciones comienzan a identificar en los supervivientes una fuente valiosa de crecimiento. Tal como indican directivos de empresas participantes en el estudio, “cuando una persona supera estas situaciones difíciles es más creativa, ha crecido en momentos difíciles; incluso hemos ascendido a supervivientes de cáncer a puestos de alta dirección”. Otro responsable añade: “Una persona que se enfrenta a una enfermedad potencialmente mortal, una vez superada, ve las cosas desde otro punto de vista, prioriza lo que hay que priorizar, deja de lado las trivialidades y así aprende de los valores recién adquiridos, lo que aumenta la confianza entre sus compañeros”.
El estudio plantea, además, líneas de investigación futuras en torno a las diferencias de género, los procesos de selección tras la enfermedad y la percepción social de los supervivientes como trabajadores útiles y comprometidos.
Este trabajo no solo enriquece el debate académico en torno a la sostenibilidad laboral y la diversidad, sino que también ofrece herramientas prácticas para empresas, instituciones y responsables de políticas laborales comprometidas con la inclusión, no únicamente en relación a personas supervivientes de cáncer, sino personas que han padecido alguna enfermedad de larga duración.
Referencia:
Mónica Santana, Rocío Aguilar-Caro, Beatrice I.J.M. Van der Heijden. ‘A sustainable career path for cancer survivors returning to work: new theorising from an inductive qualitative case study’. Employee Relations (2025).
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