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Las dietas hiperproteicas pueden ser beneficiosas para los huesos

Fuente: Universidad de Granada


05 de junio de 2014

 

El grupo de investigación ‘AGR-145: Fisiología Digestiva y Nutrición’ de la Universidad de Granada, al que pertenecen los científicos que han realizado este trabajo. Virginia Aparicio es la quinta por la izquierda (de pie), y Elena Nebot, la primera por la derecha.

El grupo de investigación ‘AGR-145: Fisiología Digestiva y Nutrición’ de la Universidad de Granada, al que pertenecen los científicos que han realizado este trabajo. Virginia Aparicio es la quinta por la izquierda (de pie), y Elena Nebot, la primera por la derecha.

Investigadores de la Universidad de Granada han descubierto en un experimento realizado con ratas que las dietas hiperproteicas podrían ser beneficiosas para los huesos, lo cual sería de gran utilidad para poblaciones débiles como ancianos y mujeres postmenopáusicas.

Su trabajo ha revelado, asimismo, que la proteína vegetal (en este estudio se empleó proteína de soja) es más recomendable que la proteína animal (de suero de leche o ‘whey protein’), ya que aumentó hasta un 7 por ciento el nivel de calcio en los huesos.

En un artículo publicado en la revista Food&Function, los investigadores examinaron los efectos de una dieta normoproteica y de otra hiperproteica en el estado óseo de las ratas. Para ello, emplearon una muestra formada por 140 ratas Wistar macho, que dividieron en cuatro grupos distintos, a los que administraron durante 12 semanas una dieta diferente.

Así, dos grupos fueron alimentados con una dieta normoproteica (10% de riqueza), la mitad de ellos con proteína de soja y la otra mitad de suero de leche (lactosuero); los dos restantes grupos, ingirieron una dieta hiperproteica (45% de riqueza) basada en proteína de soja o de suero de leche.

Mejores propiedades óseas

Los resultados de este experimento demostraron que las ratas alimentadas con una dieta hiperproteica mantuvieron mejor sus propiedades óseas que las que siguieron una dieta normoproteica, a pesar de verse afectados algunos marcadores de acidez como la urea en plasma (que fue un 46% más alta) y el pH urinario (8% más ácido). Estos aparentes efectos negativos fueron neutralizados en los grupos que consumían como fuente proteica la soja, que redujo esta acidez.

Además, el grupo alimentado con proteína de soja presentó más cenizas del fémur (esto es, una mayor cantidad de minerales totales), un 7% más de calcio en los huesos y un área diafisaria cortical más espesa que los alimentados con la dieta de proteína de suero de leche.

Como explican Virginia A. Aparicio García Molina y Elena Nebot, investigadoras del departamento de Fisiología de la Universidad de Granada y dos de las autoras del estudio, “el impacto que la cantidad y el tipo de proteína que consumimos tiene sobre nuestra salud es un tema muy debatido por la comunidad científica, sin que exista aún un acuerdo al respecto en algunos aspectos”.

Las dietas hiperproteicas son muy frecuentes entre deportistas y personas que quieren adelgazar, pero todavía no existe consenso respecto a los efectos que éstas tienen sobre el organismo.

Las investigadoras advierten de que se trata de un estudio realizado en ratas, cuyos resultados todavía deben confirmarse en humanos. “Recomendaríamos estudiar cada caso particular por parte de profesionales, y abordarlo teniendo en cuenta las ventajas e inconvenientes que presentan las dietas hiperproteicas y las características específicas de cada persona”.

En este trabajo han participado investigadores del departamento de Fisiología y Bioestadística de la UGR, del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos y también científicos de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena (Austria).

NOTA: En el siguiente enlace puede consultar un vídeo ilustrativo sobre esta noticia realizado por la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Granadahttp://youtu.be/3fly8LAPjVM

Referencia bibliográfica:
Effects of the amount and source of dietary protein on bone status in rats
Elena Nebot, Reinhold G. Erben, Jesús M. Porres, Pedro Femia, Daniel Camiletti-Moirón, Pilar Aranda, María López-Jurado and Virginia A. Aparicio
FoodFunct., 2014, 5, 716
DOI: 10.1039/c3fo60525f

El artículo completo está disponible en la dirección:

http://pubs.rsc.org/en/content/articlepdf/2014/FO/C3FO60525F

Contacto:
Virginia A. Aparicio García Molina
Departamento de Fisiología de la Universidad de Granada
Teléfono: 958 243 882
Correo electrónico: virginiaparicio@ugr.es


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