BIOFÁBRICAS DE INSECTOS MALAGUEÑOS PARA COMBATIR PLAGAS
Fuente: Fundación Descubre
Granada. 1994. Unas palmeras procedentes del Norte de África transportan la especie que se convertirá en la pesadilla de estos árboles en España: el picudo rojo. Un insecto silencioso, ya que es difícil detectarlo en sus primeras fases, pero cuyas larvas se alimentan del tejido vegetal interno de la palmera y, como consecuencia, construyen galerías internas de hasta un metro de longitud. Hasta el momento, la tala y la aplicación de productos fitosanitarios son los métodos más extendidos para el control de esta plaga. Sin embargo, una spin off malagueña apuesta por una alternativa respetuosa con el medio ambiente. La empresa Insecta comercializa una solución basada en nematodos, es decir, gusanos portadores de una bacteria que se introducen en el insecto devorador y le producen la muerte.
En concreto, el producto Carpocapsae-biocontrol se comercializa en sobres con 50 millones de individuos. Los gusanos penetran en sus hospedadores por los orificios respiratorios. Una vez dentro, liberan sus bacterias, que causan la muerte del insecto por infección generalizada en un período de aproximadamente dos días. Las bacterias, a la vez que se multiplican, producen condiciones favorables para la alimentación de los nematodos que, a su vez, requieren la presencia de la bacteria simbiótica para reproducirse y completar su ciclo. Los nematodos se desarrollan hasta el estado de adultos y se reproducen dentro del cadáver. Se trata de un método indirecto. La bacteria es la que acaba con el picudo, pero el gusano actúa como vector, precisa una de las promotoras de la empresa, María Roa.
Sin embargo, esta lucha bacteria-insecto resulta inapreciable para los usuarios que tan sólo diluyen el polvo en 10 litros de agua, que vierten en la corona de ramas, de manera que aproximadamente 20 millones de nemátodos actúan en cada palmera. Una operación que tiene una función tanto curativa, tras detectar al picudo, como preventiva, antes de que se produzca la infección, ya que una palmera puede estar infectada y no mostrar síntomas en 2 años, matiza.
Cuando han colonizado una palmera, los machos liberan feromonas para atraer a las hembras para agregarse y aparearse. Éstas producen unos agujeros en la base de las hojas, de los brotes y en las heridas y cicatrices de la planta donde ponen los huevos. Las larvas comienzan a alimentarse de los tejidos de la planta, excavando largas galerías en el árbol. En la zona mediterránea si las condiciones son favorables se desarrollan 4 generaciones al año.
Esta capacidad de reproducción y dispersión es la que persigue atajar el método de los nematodos frente a los productos químicos. Es una técnica que no contamina, es decir, no produce tóxicos que luego afecten al ecosistema, además, no necesita indumentaria especial para su aplicación, subraya la bióloga.
Los expertos de Insecta han aplicado ya este producto a palmeras de varias localidades malagueñas como Vélez-Málaga o Nerja.
Insectos malagueños
A su experiencia en el exterminio del picudo rojo, Insecta suma otras áreas de actuación. La producción de la empresa se basa en la construcción de biofábricas, es decir, módulos de cría donde aplican una producción controlada de los insectos destinados a la polinización de cultivos y la lucha biológica, es decir, la utilización de insectos que son enemigos naturales de otros con los que acaban. Nuestros productos siguen rigurosos controles de calidad, tanto el ambiente de las cámaras de cría, como el control de los reproductores, así como el producto que envasamos y su transporte, destaca.
La ventaja de la firma es que produce sus propios insectos con un control riguroso y con una manipulación humana mínima, frente a la exportación de especies por la que optan otras empresas. Este proceso de cría garantiza un ciclo de vida del producto más duradero y adaptado a las condiciones ambientales de la cuenca mediterránea. No hay que olvidar que nuestra materia prima son seres vivos y deben sufrir lo menos posible en el transporte. Nosotros los envasamos y aplicamos, por lo que no deben se someten a largos procesos de manipulación ni traslado, matiza.
De ahí que su área de actuación sea el territorio nacional. De esta forma, insectos malagueños se aplican en la provincia, en Almería, Murcia o Valencia. En concreto, cuentan con productos destinados a la lucha contra las plagas más comunes en cultivos hortícolas como la mosca blanca, trips y pulgones, además comercializan un fertilizante a base de algas marinas.
Sobre Insecta
Insecta nació en el año 2007, liderada por dos biólogos especializados en el campo de la agricultura y la entomología. Esta spin off de la Universidad de Málaga, perteneciente a Andalucía BioRegión, se hizo realidad gracias al apoyo de la institución universitaria, la Junta de Andalucía, la Fundación Genoma España y el Ayuntamiento de Málaga. Asimismo, ha accedido a distintos programas de ayuda, como Campus, Bioances o Innocámara, además ha sido premiada en distintas ocasiones, con el Primer Premio Junior de Empresas y también como finalista en el IV Premio Joven Emprendedor.
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