BIOTECNÓLOGOS DE LA UNIVERSIDAD PABLO DE OLAVIDE OBTIENEN ZUMO DE NARANJA CON ALCOHOL
Patricia Ortiz Caro / Programa para la Formación de Monitores en materia de Divulgación del Conocimiento.
Los antiguos griegos creían que la diosa Hera tenía un hermoso jardín en el que se encontraba el árbol de las manzanas de oro, en algún lugar de la cordillera del Atlas cuidado por las tres ninfas hespérides. Comúnmente, ese árbol mitológico se representaba como un naranjo o un limonero,y el robo de sus frutos fue objeto de uno de los doce trabajos de Hércules.
Esta fue la leyenda que inspiró a Alberto Barrera, Antonio Coronel, Juan Diego Cordón y Cristóbal Fernández para darle nombre a su empresa: Grupo Hespérides Biotech, nacida en 2008 bajo el manto de la Universidad Pablo de Olavide (UPO). El germen fue una idea de Alberto Barrera que, allá por marzo de 2007, le propuso a sus compañeros de biotecnología la posibilidad de diversificar el mercado de la naranja, que sólo se consume como fruta de mesa o como zumo, explica. Y así se plantearon hacer uso de los excedentes de la gran producción de cítricos para crear algo nuevo.
¿El producto? Una bebida de baja graduación alcohólica (2,5 grados) a partir de la fermentación del zumo de naranja. El proyecto dio sus primeros pasos en el laboratorio de Carlos Santos Ocaña, profesor del área de biología celular en la UPO, que siempre creyó en ellos.
Tras un primer año de intenso trabajo en el laboratorio, un día, paseando por Sevilla, descubrieron que en una tienda vendían vino de naranja, y el mundo se nos vino abajo, subrayan. Pero descubrieron que se trataba, simplemente, de vino de uva macerado con cáscara de naranja para darle sabor y olor. No tenía nada que ver con nuestro producto, indica Antonio Coronel, que ha tenido enorme reconocimiento porque ha creado una nueva línea de bebidas fermentadas, que se une así a las clásicas cerveza, sidra y vino. El nombre comercial del invento, que ya es patente, es Speriens, y se refieren a ella como la bebida del siglo XXI, expresión que se ha convertido en su slogan. Su objetivo es diferenciarse de la cerveza, de ahí su menor graduación alcohólica.
Todo aquello que contenga azúcar se puede fermentar, afirman y, en concreto, la fermentación del zumo de naranja, al igual que en la mayoría de estos procesos en los zumos de fruta, consisten en la metabolización de los azúcares por microorganismos seleccionados para obtener un producto de interés. Nosotros dirigimos esta reacción química para la obtención de alcohol, es decir, es una fermentación alcohólica.
En la actualidad buscan licenciatario, es decir, una empresa a la que cederle el derecho de la patente para su explotación porque, afirma Cristóbal Fernández, llevar el producto al mercado con nuestros propios medios es complicado y, además, queremos centrarnos en el desarrollo y la innovación. Destacan que ya tienen contactos con empresas importantes del sector y que también buscan distribuidores a nivel internacional. En este sentido, acaban de participar en ANUGA, la mayor feria de alimentación a nivel mundial, en la que el producto ha destacado obteniendo una magnífica crítica por parte del sector.
Aún hacen y embotellan su invento a escala de laboratorio, aunque para acudir a ferias alimentarias necesitarán una producción mayor. Para eso han contado con la ayuda de Ainia, un centro tecnológico valenciano que les ha servido de planta piloto.
Mientras tanto, continúan con el estudio y mejora de su fermentación de la naranja, colaborando con un grupo de investigación del departamento de nutrición y bromatología de la Universidad Pablo de Olavide para identificar las propiedades saludables de la bebida.
Speriens tiene un mayor potencial antioxidante que el zumo de naranja y podría ser la primera bebida de baja graduación alcohólica (su variedad de 0,9 grados) con características saludables, explica Antonio Coronel. Pero como buenos emprendedores, no se quedan sólo con la fermentación del zumo de naranja, y han creado Innoagral, una filial del Grupo Hespérides que ofrece productos y servicios para el sector agroalimentario y medioambiental, tales como mejora de cultivos, controles de calidad, etcétera.
Además, su división alimentaria sigue buscando el desarrollo de nuevos productos. En concreto, están inmersos en la obtención de una bebida tipo kéfir. Éste es un tipo de leche fermentada propio del Cáucaso en la que interviene un consorcio de microorganismos para su fermentación. Este grupo está formado por bacterias y levaduras en una matriz de proteínas, azúcares y lípidos. Como resultado de la fermentación se obtiene una bebida cremosa parecida al yogurt batido y a la que se atribuyen muchas propiedades nutricionales.
El Grupo Hespérides obtendrá un nuevo tipo de kéfir mediante modificaciones en su proceso de elaboración para cambiar sus propiedades organolépticas (sabor, textura, olor…) y occidentalizarlo, de tal forma que resulte atractivo su consumo. Esta occidentalización consiste en modificar las características del kéfir tradicional para ajustarlo a las demandas de los mercados de Europa occidental: en este sentido, trabajaremos sobre aspectos tales como la apariencia física, la textura o el color, subraya Antonio Coronel.
También se centran en la obtención de vinagre de naranja, partiendo de naranjas agrias utilizadas para decorar las ciudades y cuyos frutos apenas tienen salida. Esto, es factible mediante una fermentación acética del zumo de naranja, indica Coronel. Así, el objetivo de la empresa no se distancia de sus inicios: dar salida a los excedentes de cítricos.
Más información:
Cristóbal Fernández Zabala
Dpto. Marketing y Comunicación
Email: cferzab@grupohesperides.es
Tlf.: 954 611 419 · 635 074 490
Grupo Hespérides Biotech S.L.
Universidad Pablo de Olavide · Ctra. Utrera, km 1. 41013, Sevilla
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