EL HOSPITAL REINA SOFÍA USA POR PRIMERA VEZ EN ESPAÑA YODO RADIACTIVO PARA GUIAR INTERVENCIONES DE CÁNCER DE TIROIDES
Fuente: Delegación del Gobierno de la Junta en Córdoba
Los profesionales del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba han empleado por primera vez en un centro español la cirugía radioguiada con yodo 131 para la localización y eliminación de la recurrencia en cáncer de tiroides. El uso de este procedimiento la cirugía orientada con este trazador- es habitual en otras enfermedades, si bien no se había descrito hasta ahora su aplicación en la patología tumoral tiroidea.
Además, según la literatura científica consultada por los especialistas del hospital cordobés, no se tiene constancia del uso de este marcador para intervenir el cáncer de tiroides a nivel mundial, aunque sí otros productos, como es el caso del yodo 123.
La primera paciente que se ha beneficiado de esta aplicación evoluciona satisfactoriamente y el empleo de la nueva técnica ha ayudado a la extirpación completa de la lesión y a que sea mejor su postoperatorio. Se trata de una mujer de 64 años con diagnóstico de cáncer diferencial de tiroides hace ya 15 años; la enfermedad remitió pero hace cinco años volvieron a aparecer restos tiroideos que se trataron con yodo radiactivo sin conseguir una respuesta completa.
La técnica se emplea en casos muy especiales, cuando el tratamiento convencional no es suficiente. En este hospital se diagnostica anualmente alrededor de un centenar de cánceres de tiroides, de los que solo unos 5 ó 6 no responden al tratamiento tradicional con yodo radiactivo.
Ventajas
Las principales ventajas de realizar esta cirugía guiada se relaciona con una menor agresión quirúrgica, ya que al conocer con precisión la ubicación del tumor se puede eliminar perfectamente a través de una pequeña incisión. El tiempo que se emplea en la cirugía también se reduce, el enfermo tiene un mejor postoperatorio y además resulta más fácil el acceso al tumor en estas personas que suelen presentar fibrosis considerable a nivel del cuello por intervenciones previas.
En el Hospital Reina Sofía, la sonda de detección intraoperatoria equipamiento que permite llevar a cabo la cirugía radioguiada- la manejan los médicos nucleares para facilitar el trabajo del cirujano en determinadas operaciones su indicación más generalizada es en biopsia selectiva de ganglio centinela en cáncer de mama-. Además, en el centro cordobés también se emplea en melanoma y en la localización de adenoma paratirodeo, fundamentalmente fuera del cuello.
A estas tres indicaciones se ha sumado recientemente una cuarta, que consiste en tratar de eliminar las células tiroideas, ya que el uso de la cirugía radioguiada va en aumento por sus múltiples ventajas respecto a las técnicas convencionales. El Reina Sofía ha participado en diversos estudios multicéntricos por su amplia experiencia en el tratamiento del cáncer de tiroides.
El complejo sanitario cordobés ha incluido recientemente este tratamiento pionero a su cartera de servicios y, en estos momentos, varios pacientes se encuentran en estudio como posibles candidatos a someterse a este tipo de intervención. La literatura científica no recoge ninguna experiencia previa de uso de yodo 131 como trazador en la resección de este tipo de tumores, de ahí que el mérito de los profesionales de este hospital sea la incorporación del yodo radiactivo como marcador para la cirugía radioguiada en cáncer de tiroides como técnica novedosa que, a partir de su publicación, podrán incorporar otros centros.
En el desarrollo de esta intervención ha participado un equipo multidisciplinar formado por personal médico y de enfermería de Medicina Nuclear, Cirugía General, Radiodiagnóstico, Anatomía Patológica y Endrocrinología y Nutrición, fundamentalmente.
Pasos de la intervención
En primer lugar, a la paciente se le inyectaron dos dosis de una hormona que favorece la captación del yodo (TSH recombinante). A continuación, recibió una dosis baja de yodo radiactivo por vía oral y se le realizó una gammagrafría especial conocida como SPET/CT para conocer la localización exacta del tumor.
El siguiente paso fue trasladar a la enferma al quirófano para extirpar la lesión con la ayuda de la sonda de detección intraoperatoria, que detecta la actividad radiactiva del yodo. Puesto que este isótopo el yodo- se aloja en el tumor, resulta fácil su completa resección. Una vez que se extrae la lesión, se comprueba que, efectivamente, no queda ninguna actividad radiactiva en el cuello del paciente, señal de que el tumor se ha erradicado.
Cáncer de tiroides
El cáncer de tiroides, que se sitúa como el tumor endocrino más común y representa el 1% de los tumores detectados, aparece generalmente como nódulos en el cuello que en la mayoría de los casos no son cancerosos. El yodo radiactivo se emplea en su diagnóstico y también como tratamiento.
La complicación surge en aquellos casos, poco frecuentes, en los que los pacientes no responden a esta terapéutica, ya que no existe en la actualidad otro tratamiento con la misma eficacia. Por tanto, los pacientes candidatos a someterse a esta nueva intervención son aquellos con recurrencia del tumor, persistencia de la enfermedad o bien con afectación ganglionar.
Últimas publicaciones
La ciudadanía, la comunidad científica e instituciones andaluzas se han dado cita en este evento celebrado en el Parque Científico y Tecnológico Cartuja, donde se han presentado los resultados de los ocho proyectos que integran ‘Andalucía + Ciencia Ciudadana’ y otros de referencia regional. Esta iniciativa, impulsada por la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación y coordinada por la Fundación Descubre y la Universidad Pablo de Olavide, pretende potenciar la utilización de esta metodología entre distintos agentes de la región.
Una investigación liderada por el Instituto de Biomedicina de Sevilla y con la colaboración de la University of Texas Medical Branch (UTMB, Texas, USA), pone de manifiesto la eficacia y seguridad de una nueva molécula antiviral de amplio espectro. Este trabajo surgió de la necesidad de identificar y desarrollar nuevas moléculas antivirales, dada la falta de alternativas terapéuticas para la gran mayoría de infecciones causadas por virus.
Sigue leyendoLa incidencia de este tipo de tumor en adultos jóvenes ha crecido el doble en los últimos 20 años. La razón puede ser la exposición en la niñez a la toxina bacteriana colibactina, producia por cepas de Escherichia coli y capaz de alterar el ADN de las células del colon, según un estudio publicado en Nature. Si alguien adquiere una de estas mutaciones impulsoras a los 10 años, podría adelantarse décadas en el desarrollo de este tumor.
Sigue leyendo