López Barneo considera al proyecto BRAIN uno de los mayores retos de conocimiento del hombre
Fuente: Universidad de Sevilla
El pasado 2 de abril el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, anunció en la Casa Blanca que asignará 100 millones de dólares del presupuesto de 2014 al proyecto Brain Research through Advancing Innovative Neurotechnologies, BRAIN(Investigación del Cerebro a través del Avance de Neurotecnologías Innovadoras) con el que investigadores de todo el mundo pretenden trazar un mapa exhaustivo del cerebro humano, detallando una a una todas las conexiones neuronales. Este proyecto científico unirá a las agencias federales de investigación de EE.UU. y laboratorios científicos para «desarrollar técnicas para mapear la actividad completa de los circuitos neuronales.
Como destacado investigador y referente internacional en neurociencia, ¿qué supone según usted este proyecto para la ciencia y para la sociedad en general?
En primer lugar supone un compromiso firme de los Gobiernos por la investigación básica como fuente de conocimiento y de riqueza para avanzar después en la ciencia aplicada y generar beneficios de tipo médico y humano. Y en segundo lugar, para la neurociencia es uno de los mayores retos del conocimiento del hombre, sabemos cómo funciona una célula pero este proyecto trata de registrar la actividad eléctrica de unos 100.000 millones de neuronas a la vez.
Algunos expertos, como Rafael Yuste, uno de los inspiradores de este proyecto se muestran prudentes y realistas al señalar que entre crear ese mapa del funcionamiento de los circuitos cerebrales y lograr curas para enfermedades como la esquizofrenia, el Parkinson, la epilepsia o el Alzheimer «hay un camino que andar».
¿Cree que se podrán curar esas enfermedades en el plazo de diez años?
Esta investigación, junto a otras puestas ya en marcha, ayudará a conocer mejor cómo funciona el cerebro sano y el cerebro enfermo lo que facilitará la producción de nuevos medicamentos para tratar estas enfermedades, pero es un reto muy ambicioso y enormemente complejo que se irá desarrollando poco a poco.
Por su ambición, el Brain Activity Map recuerda al Proyecto Genoma Humano. Mapear y manipular todas las neuronas del cerebro con tecnología no invasiva y 100% segura para el hombre exigirá el esfuerzo de científicos de numerosos laboratorios y países. Además, se estima que las actividades económicas que generará serán comparables a las producidas por el proyecto del genoma humano, donde cada dólar invertido acabó generando 141, según la fundación Batelle.
¿En su opinión son comparables este proyecto y la Secuenciación del Genoma Humano?
Secuenciar el genoma humano era un juego de niños comparado con la complejidad de conocer cómo funciona el cerebro en su conjunto. Aunque ambos proyectos son grandes avances científicos de un país que quiere ser líder en el mundo y que pueden generar enormes y potentes beneficios económicos, este proyecto implica desarrollar nuevas tecnologías hoy día aún inimaginables.
La Unión Europea puso en marcha en febrero el Human Brain Project (Proyecto Cerebro Humano) con un presupuesto de 1.000 millones de euros donde los mejores expertos de 87 instituciones de toda Europa investigarán durante 10 años cómo funciona el cerebro humano y tratar de dar cura a enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson.
¿Qué diferencia hay entre este proyecto y la iniciativa apoyada por el Presidente Obama?
El proyecto americano en el que trabaja Rafael Yuste y el europeo dirigido por el Prof. Henry Markram de la École Polytechnique Fédérale de Lausana son distintos y complementarios.
El Human Brain Project tratará de crear un modelo detallado de las conexiones del cerebro para entender cómo se estructura la comunicación neuronal, mientras que el proyecto BRAIN se centrará en registrar la actividad funcional de millones de neuronas simultáneamente. Si llegamos a conocer perfectamente al cerebro como máquina, al igual que ya sabemos cómo funciona el corazón, el hígado o los pulmones, podremos entender qué ocurre para que el ser humano experimente cambios de conducta, piense, sueñe, ría, llore, etc.
Perfil investigador José López Barneo
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