Analizar una hormona en sangre mejora el seguimiento del niño operado de cardiopatía congénita
Fuente: Hospital Virgen del Rocío
Un equipo de especialistas en Cardiología Pediátrica y Radiología del Hospital Universitario Virgen del Rocío ha participado en un estudio conjunto que ha definido una alternativa sencilla, como es el análisis en sangre de una hormona, para el correcto seguimiento de los menores operados por una malformación cardiaca de nacimiento, la Tetralogía de Fallot. Hasta la fecha, los profesionales utilizan la resonancia magnética de corazón, una técnica que requiere que el niño se someta a anestesia general. Este avance ha merecido el primer premio en el X Congreso Nacional de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías Congénitas.
La Tetralogía de Fallot es la anomalía de corazón más frecuente en el nacimiento. Aproximadamente afecta a 400 menores por cada millón de nacidos vivos. Se caracteriza por cuatro defectos (comunicación entre los ventrículos, estenosis pulmonar, hipertrofia ventricular derecha y desplazamiento de la arteria aorta). En estos casos, la sangre arterial se mezcla con sangre venosa por lo que se reduce el suministro de sangre a los pulmones y, en general, el oxígeno que circula en sangre por todo el organismo.
Esta circunstancia causa cianosis, que se manifiesta con una coloración azulada o púrpura de la piel, los labios y las uñas. Además, puede originar mareos o convulsiones, arritmias cardiacas y, por tanto, limitar la actividad física del niño. Estos pacientes requieren cirugía cardiaca durante la infancia y, en la mayoría de los casos, nuevas reintervenciones y cateterismos cardiacos, por lo que precisan seguimiento de por vida.
En la actualidad, la resonancia magnética cardiaca es la prueba de elección para el seguimiento postoperatorio de estos pacientes. Se trata de una técnica que consume muchos recursos y es muy costosa. Además, no está disponible en todos los hospitales ni se puede realizar de forma inmediata desde las consultas externas cuando se está valorando a un paciente. Se realiza sólo en determinados hospitales ya que se requiere que el centro disponga de la tecnología, profesionales con formación específica y anestesia general en el caso de los pacientes pediátricos.
El trabajo realizado de forma conjunta por las Unidades de Gestión Clínica de Pediatría y Diagnóstico por la Imagen, en el que han participado 40 pacientes operados de Tetralogía de Fallot entre 5 y 34 años, ha revelado que existe una hormona en sangre (la hormona NT-proBNP) que podría servir como predictor en el seguimiento de estos pacientes. O lo que es lo mismo, los profesionales han descubierto unos marcadores que permiten comprobar la evolución del paciente en un análisis de sangre que se correlacionan con los resultados de la resonancia magnética cardiaca y, por tanto, se podría evitar dicha exploración.
Este hallazgo puede ser una alternativa accesible y sencilla para el seguimiento ambulatorio de estos pacientes, en consultas externas, y sobre todo en hospitales que no dispongan de equipos o experiencia en la práctica de resonancia magnética cardiaca, según el investigador principal del proyecto y cardiólogo pediátrico del hospital, el doctor Israel Valverde.
Últimas publicaciones
El grupo ATLAS de la Universidad de Sevilla participa en un estudio internacional que arroja nueva luz sobre la diversidad genética de la sociedad andalusí entre los siglos VIII y XI d. C y refuerza la relevancia histórica del dolmen como espacio sacro usado a lo largo del tiempo.
Un equipo de investigación de la Universidad de Almería y la Universidad Nacional de Mar del Plata en Argentina ha encapsulado proteínas activas extraídas de los residuos de la industria pesquera. Con esta forma esférica, mantienen su actividad y estabilidad durante más de dos meses para emplearse como base en quitamanchas o nutrición animal.
Sigue leyendoSe trata de un sistema innovador de indicación visual del tiempo de exposición en mascarillas de protección facial. Una invención que ha sido desarrollada el grupo de investigación OMEGAs, liderado por el profesor del Centro de Nanociencia Tecnologías Sostenibles (CNATS) de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla José María Pedrosa. También han participado los investigadores Javier Roales y David Rodríguez, en colaboración con el empresario sevillano José Antonio Rodríguez, quien ya ha iniciado los primeros pasos para su comercialización.
Sigue leyendo
