HELADOS SANOS Y NATURALES AL INSTANTE
Fuente: Andalucía Investiga-Rafa Muñoz
Tomar un helado natural 100% y en el momento ya no es una idea descabellada: con la máquina M 16 desarrollada por dos estudiantes de la Universidad de Córdoba, es posible. Concretamente, será en verano de 2009, una vez finalizadas las gestiones para patentarla, cuando se comercialicen estos productos. Se han realizado 16 prototipos del artilugio hasta llegar al aparato final, de ahí su nombre.
Este helado natural se elaborará en una máquina de medio metro de ancho por medio de alto. Ésta tiene un recipiente para introducir fruta helada y otro para yogur, que se mantendrán a una temperatura constante de dos grados. La intención de los ceradores de la máquina es que ésta se encuentre en restaurantes de calidad, con lo que se busca diferenciar el producto. Los establecimientos tendrán que pagar por ella sólo un depósito, por si se produjera un robo o cualquier otro incidente, asegura José Manuel Baena, inventor del artilugio.
Concretamente será en Córdoba donde se empiece a vender el producto, para luego extender su comercialización a otros establecimientos de Sevilla y Málaga. El precio de cada helado rondará los 3,5 o 4 euros y su tamaño será de unos 300 centilitros. A pesar de ser más grande que los habituales, aportará menos calorías que la mayoría de los existentes en el mercado, en concreto, 6 o 7 veces menos que éstos y 3 menos que los dietéticos. «Pese a que ya existe una marca alemana con un producto similar a éste en calorías, usa edulcorantes en lugar de ingredientes naturales», asegura el investigador.
Cuando el cliente decida tomar el postre y lo solicite al camarero, éste pulsará un botón para que la máquina mezcle los sabores elegidos de fruta y de yogur, le dé el último toque de frío y le transfiera la textura suave y cremosa, hasta que se obtenga el producto elegido. En total, el proceso tendrá una duración de unos 15 segundos. A continuación el dispositivo se limpiará automáticamente en otros 15 segundos, con lo que la máquina estará lista para dispensar otro helado.
Camino hacia el producto
Respecto a los pasos seguidos hasta llegar al actual invento, la primera máquina desarrollada por los investigadores era manual. Probamos distintos prototipos hasta conseguir uno totalmente automatizado, algo fundamental, principalmente para el proceso de limpieza, ya que tras cada uso, es necesario limpiar el artilugio, como indica el joven cordobés.
Dentro de las tareas realizadas hasta lograr el aparato, según José Manuel Baena, la que más costó fue la que permitió conseguir la carta de sabores de yogur, pues aunque partíamos de los conocimientos de un profesor que nos ha ayudado a obtener la crema de yogur, apenas hay empresas que fabriquen helado de este tipo. Resulta complicado, pues, encontrar un yogur con las características deseadas, incide el autor del trabajo, es decir, sin colorantes, ni conservantes, que aguante bastante tiempo y que sea denso para que el helado no tenga la misma textura que un polo.
Finalmente, los consumidores podrán degustar únicamente un sabor de yogur y cuatro de fruta. A éstos se añadirá un sabor más, que será seleccionado en función de los gustos de la mayoría de los clientes. Además, el helado llevará aromas naturales, para solventar la pérdida del olor de algunas frutas cuando son congeladas, aunque éstas sí mantienen el sabor.
La razón por la que se ha creado este artilugio es el entusiasmo mostrado por su inventor hacia el helado desde pequeño, cuando junto a sus amigos comprobaba en la heladería de su barrio que los productos recién llegados al establecimiento estaban más ricos. De ahí, que al llegar a la Universidad, «junto con otro compañero, cuya familia se dedicaba a este negocio, decidimos empezar con esta idea», en 2005, argüye José Manuel Baena. «Pero ha sido en 2008 cuando hemos finalizado la máquina».
Más información:
José Manuel Baena
Departamento de Ingeniería Eléctrica
Universidad de Córdoba
Tel.: 957 21 83 27
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