Crean un sistema de calas que reduce lesiones y mejora el rendimiento de los ciclistas
Fuente: Universidad de Sevilla
Investigadores del Departamento de Podología de la Universidad de Sevilla han desarrollado un sistema de calas basado en estudios matemáticos y biomecánicos que reduce lesiones y mejora el rendimiento de los ciclistas. Además, su fabricación en plástico mediante impresoras 3D permite adaptar sus componentes a las necesidades de los usuarios de forma económica.
Cuando un ciclista se monta en su bicicleta quedan unidos mediante unas piezas triangulares que anclan sus zapatos a los pedales. Son las calas, un sistema de ajuste heredado del mundo del esquí que desde mediados de los años 80 se utilizan también en ciclismo. Si bien las calas supusieron una innovación respecto al sistema de rastrales usado anteriormente, muchas de las investigaciones llevadas a cabo en relación a las lesiones por sobrecarga de los músculos en la práctica ciclista demuestran que una mala colocación de las mismas puede producir varios tipos de lesiones.
“Muchos aficionados al ciclismo alinean sus calas a través de la experiencia y del acierto-error” explica el profesor colaborador de Podología Javier Ramos, “pero nuestro grupo es el único que ha formulado matemáticamente el correcto ajuste rotacional y longitudinal de las mismas”. Los resultados de estos proyectos, publicados en las revistas Clinical Journal of Sport Medicine y en Science & Sport, son los que han supuesto las bases para el diseño de un nuevo sistema de calas que ayuda a prevenir las lesiones de rodilla del ciclista por sobrecarga o mala utilización de las calas actuales.
La invención consiste en un sistema formado por dos piezas, una fijada a la suela de la zapatilla y la otra a la anterior a través de un tornillo central por el que se realizan las rotaciones necesarias. Gracias a los estudios de biomecánica llevados a cabo por los investigadores del grupo Hermes de la Universidad de Sevilla, se han conseguido reducir los tres ajustes que disponen los modelos actuales de calas a sólo uno, el rotacional, puesto que se ha demostrado que el resto de ajustes longitudinales no son necesarios al haber calculado matemáticamente el lugar exacto y universal al que se debe colocar la base de la cala, que corresponde al 43% de la longitud de la zapatilla.
“La gran zona de lesiones del ciclista siempre ha sido la rodilla. Si la aplicación de fuerzas en el pedal no presenta un patrón de normalidad, es común que aparezcan problemas de salud relacionados con sobrecarga de esta articulación, pero también en el rendimiento muscular del miembro inferior”, explica el investigador. “Gracias al nuevo sistema que hemos desarrollado se simplifica el ajuste de las calas, pudiendo determinar la posición exacta de la misma en base a los parámetros del miembro inferior y minimizando el riesgo de sufrir una lesión como consecuencia de las fuerzas aplicadas sobre el pedal ante un posicionamiento inadecuado” concluye.
La OTRI de la Universidad de Sevilla, oficina encargada de asesorar y gestionar la protección de los resultados de las investigaciones desarrolladas en la propia institución, es también la responsable de negociar los acuerdos de licencia y trasferencia a las empresas interesadas en la explotación de estos resultados.
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