La identidad andaluza se construyó en la transición gracias a la movilización social, según un estudio de la UPO
Fuente: Universidad Pablo de Olavide
El proceso autonómico andaluz fue uno de los acontecimientos más significativos de la transición a la democracia en España. Un estudio dirigido por el profesor de la Universidad Pablo de Olavide David Soto, y recientemente publicado por el Centro de Estudios Andaluces, analiza el proceso de construcción de la identidad andaluza en este período y estudia su influencia como conciencia cívica.
El estudio “La identidad cívica durante la construcción de la autonomía (1975–1982)” concluye que la identidad andaluza construida durante la transición estuvo libre de elementos étnicos a diferencia de otros nacionalismos periféricos y del nacionalismo español. Por el contrario, sus rasgos definitorios fueron, por un lado, el carácter cívico vinculado a la defensa de la democracia y, por otro, de reivindicación socioeconómica en torno a la cuestión del subdesarrollo andaluz. “Esta identificación entre democracia, autogobierno y solución a los problemas sociales y económicos constituyó un poderoso instrumento movilizador que no solo acabó por conseguir una autonomía con las máximas cotas competenciales, sino que también logró alterar el modelo de articulación territorial en el conjunto del Estado”, explica David Soto.
Este carácter original de la identidad andaluza surgió en la década de los setenta de la confluencia de diversas tradiciones políticas e intelectuales y, según los investigadores, en ningún caso puede limitarse en exclusiva al andalucismo político, es decir, todo este proceso no se entiende sin las movilizaciones sociales. “La reivindicación autonómica andaluza está lejos de poder entenderse como una manipulación exclusivamente táctica de lucha partidaria como han señalado algunos autores”, señala David Soto, quien añade que “frente a los partidarios de una transición promovida desde arriba, el proceso autonómico andaluz les da la razón a los defensores de un proceso de construcción de la democracia entendido como una interacción entre la movilización social y la respuesta de las élites”.
Por último, los autores destacan el escaso carácter nacionalista del caso andaluz. “Con una población mayoritariamente autodefinida como regionalista y con un sentimiento andaluz muy marcado pero compatible con el español, nos encontramos con la paradoja de la existencia de una identidad andalucista muy fuerte y con capacidad de movilización pero explícitamente antinacionalista, al entender este de manera simplificada como exclusivamente étnico”, aclara David Soto.
El proyecto “La identidad cívica durante la construcción de la autonomía (1975–1982)”, desarrollado por los investigadores de la UPO David Soto, Inmaculada Villa y Juan Infante, y por el investigador de la Universidad de Jaén Santiago Jaén, se estructura en cuatro grandes bloques que analizan los conceptos de “Andalucismo y Nacionalismo”, “La conciencia del atraso y la crisis económica en la Andalucía de los setenta”, “La identidad de los andaluces durante la transición a través de las encuestas de opinión” y “La identidad andaluza en los partidos de izquierda durante la transición”.
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