Reintroducen la lechuza común en el Parque Natural de los Toruños y el Pinar de La Algaida
El Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN-CSIC) está colaborando en un proyecto que pretende reintroducir la lechuza común en el paraje natural que rodea al centro. Los pollos que se utilizarán en este hacking proceden de los Centros de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA), dependientes de la Junta de Andalucía.
Fuente: ICMAN-CSIC
El Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN-CSIC) está colaborando en un proyecto que pretende reintroducir la lechuza común en el paraje natural que rodea al centro. La iniciativa, denominada ‘Proyecto de reintroducción de la lechuza blanca (Tyto Alba) en el Parque Metropolitano de Los Toruños y Pinar de La Algaida, mediante técnica de hacking’, está realizada por las entidades SYMIA, GREFA y la Asociación Amigos de los Toruños.
Estos organismos solicitaron al ICMAN su colaboración para alojar en sus instalaciones un cajón de hacking (técnica conocida en ornitología que se utiliza para criar ejemplares jóvenes de ciertas especies de aves). Este dispositivo, que ha sido instalado en la terraza que está orientada al pinar de La Algaida, funciona como un nido artificial para la lechuza, permitiendo alimentarla y monitorizar su desarrollo de una forma no invasiva.
El proyecto tiene una duración total de cinco años, aunque el periodo de realización del hacking solo comprenderá los meses de cría (de junio a septiembre, ambos incluidos). El cajón se instaló el pasado 11 de junio y, unos días después, se incorporó la primera lechuza, a la que se añadió un segundo ejemplar este lunes. “La más grande procede de Bornos y la pequeña de Sanlúcar de Barrameda, ambas se cayeron del nido original. Pero aún se espera que lleguen más lechuzas, ya que la temporada de cría está ahora mismo en su punto caliente y el cajón tiene capacidad para 6-8 ejemplares, dependiendo de los tamaños y edades”, explica Nazaret Batista, responsable de SYMIA y del proyecto, junto al director de GREFA-Andalucía, José María Ayala.
Un lugar propicio
Según describen, hace años que no se detecta la presencia de esta especie de lechuza en el Parque de Los Toruños y Pinar de La Algaida, y consideran que es “un lugar propicio” para su reintroducción. “Este sitio se escoge por varios motivos, como la presencia de hábitats que les gusta y la abundancia de alimento, pero la principal razón es la ausencia de factores de amenazas, que son los que están produciendo el declive de las poblaciones en toda la península (casi un 50% en los últimos 20 años)”, indica Batista.
Además, otra de las ventajas del área elegida es que permite la instalación de cajas nido que favorezcan el asentamiento de algunas parejas. “El principal problema por el que no existen lechuzas en el parque es la falta de refugios y zonas de nidificación que puedan utilizar una vez independizadas”, añade. De esta manera, se colocarán seis de estos instrumentos dentro del pinar, en un área de 5,5 hectáreas, aunque el objetivo es ampliar su número por todo el parque.
Los pollos que se utilizarán en este hacking proceden de los Centros de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA), dependientes de la Junta de Andalucía. Los ejemplares se introducen con unos 30 días de vida, cuando ya son capaces de alimentarse por sí mismos, regulan su temperatura con normalidad y tienen la impronta propia de la especie. A partir del mes y medio de vida, comenzarán a salir del cajón y realizar sus primeros vuelos, aunque seguirán volviendo para alimentarse. Posteriormente, dejarán de acudir al nido de forma paulatina hasta ser totalmente independientes y unos buenos cazadores de roedores y micromamíferos. Todos los ejemplares estarán marcados con una anilla para realizarles un seguimiento óptimo.
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