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UN EQUIPO DE LA UNIVERSIDAD DE JAÉN PARTICIPA EN LA CARTOGRAFÍA DE LA FALLA QUE HA PRODUCIDO EL TERREMOTO DE HAITÍ


01 de febrero de 2010

Fuente: AndaluciaInvestiga.com – Ana Pérez

 

El grupo de investigación de la Universidad de Jaén Procesos y Recursos Geológicos, al que pertenece Fernando Pérez Valera, participa en un proyecto europeo destinado a realizar la cartografía geológica de la República Dominicana. Este país comparte con Haití la isla de La Española, lugar donde se encuentra la falla activa Enriquillo-Plantain Garden, que ha ocasionado el terremoto que el pasado 12 de enero devastó el país.

 

El investigador Fernando Pérez Valera participa en la cartografía geológica de la República DominicanaEl objetivo general del Proyecto Sysmin II: Cartografía Geotemática en la República Dominicana es realizar la cartografía completa del país caribeño. Está financiado por la Unión Europea y lo realiza un consorcio formado por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), del Ministerio de Ciencia e Innovación, su equivalente en Francia (BRGM) y la empresa INYPSA. El director del estudio es el investigador del IGME Eusebio Lopera, y en él participan varios científicos andaluces.

En el proyecto trabaja el grupo de investigación del Departamento de Geología de la Universidad de Jaén (UJA) Procesos y Recursos Geológicos, al que pertenece Fernando Pérez Valera. Entre otros, los científicos desarrollan los denominados mapas de procesos activos, enfocados como mapas de riesgos geológicos en sentido amplio, que incluyen riesgo sísmico, inundaciones y otras catástrofes y que se realizan con el objetivo de prevenirlas.

Respecto a los mapas de la falla activa Enriquillo-Plantain Garden, que ha ocasionado el último terremoto de Haití, son útiles para tomar medidas preventivas, por ejemplo, a la hora de construir nuevos edificios. “Lo que ocurre es que estamos hablando de un país en vías de desarrollo como la República Dominicana, y de otro subdesarrollado como Haití. En ellos, la falta de recursos hace difícil e incluso imposible la aplicación de estas medidas”, indica el investigador del equipo jiennense.

Índices de predicción

Según explica Fernando Pérez, no se puede conocer con exactitud la fecha exacta en que se va a producir un terremoto, aunque sí se puede hacer una estimación. Para realizarla, los científicos tienen en cuenta los seísmos que han tenido lugar en la zona, junto a otros índices de predicción. Por ejemplo, desde el punto de vista de la cartografía geológica, “se observa que los arrecifes de coral están desplazados, que un río cambia su curso, etc.”.

Para estudiar una falla, los investigadores proceden de la siguiente manera: si no existen registros históricos del terreno, los terremotos ocurridos en él, etc., se buscan evidencias de fallas activas a partir del estudio del registro geológico y de la cartografía geológica. Si por el contrario existen registros históricos, en ellos queda reflejada la ocurrencia de grandes seísmos. En el caso de Haití, no existen datos anteriores a la ocupación europea (alrededor del 1500). A partir de esa fecha se registraron, en concreto en Puerto Príncipe, dos terremotos de similares características al ocurrido el pasado 12 de enero: uno en 1751 y el otro en 1770. “Con este dato de la ocurrencia de terremotos históricos y con las velocidades relativas de movimiento GPS se realiza una estimación”, indica el científico de la UJA.

Enriquillo-Plantain Garden

El equipo del profesor Fernando Pérez trabaja desde 1998 en la cartografía de la frontera entre República Dominicana y Haití, lugar donde se ha producido el terremoto. La falla activa Enriquillo-Plantain Garden atraviesa la isla de La Española, tiene una longitud de 1.200 Km. de anchura y puede producir terremotos superiores a 8 en la escala Richter.

Los científicos reconocer las rocas y muestrean algunas para su caracterización petrológica y su dataciónLa isla está en el borde de dos placas, la norteamericana y la caribeña. El problema es que las dos placas se desplazan a dos velocidades distintas. “Si medimos la diferencia de velocidad relativa (de movimiento de la tierra) entre una y otra, vemos que ésta es de 8 mm. de movimiento lateral al año”, explica el científico. “La diferencia de velocidad a la que se acomodan las fallas llega un momento en que provoca la fractura de la corteza”. Debido al movimiento se va acumulando una energía elástica hasta que, superado un umbral, se produce la rotura de golpe en un segmento de la falla, y tiene lugar el terremoto.

“Si tomamos este dato de la diferencia de velocidad al año y conocemos que en 1750 se produjo el último terremoto grande en Haití, sabemos que los 2 metros que tenía que haberse desplazado la tierra, poco a poco, desde esa fecha hasta ahora, lo ha hecho de golpe. Así, se ha producido un terremoto de 7,2 grados en la escala Richter”.

Prevención

Aunque existen programas para medir el desplazamiento relativo de las placas y tratar de predecir los movimientos de tierra, la única prevención posible es a largo plazo. Es decir, estos datos pueden servir a los gobiernos para elaborar normativa antisísmica, para considerar los mapas de riesgo sísmico a la hora de construir poblaciones, etc. El grupo Procesos y Recursos Geológicos de la UJA elabora recomendaciones en este sentido a partir de sus proyectos. No obstante, es muy difícil seguir estas directrices en un país como Haití, con una gran falta de medios.

“Respecto a esta falla que ha provocado el seísmo, teníamos los datos, pero una cosa es que el Gobierno disponga de la información, y otra que se puedan tomar medidas. No se puede cambiar una ciudad de la noche a la mañana. En cierto modo, nos sentimos impotentes”, indica el profesor. “Incluso la Oficina de Minas y Energía y la Dirección de Protección civil de Haití llevan años trabajando sobre programas de medición GPS del terreno en colaboración con varias universidades americanas, pero no se puede prevenir con tanta precisión algo así”, añade.

Trabajo de campo

Respecto a la cartografía completa de la República Dominicana, los geólogos han concluido ya el trabajo de campo, que se ha desarrollado en tres fases. En cada una de ellas se ha cartografiado una zona del país. Este trabajo se realiza “a la antigua usanza”, indica Fernando Pérez. “Consiste en ir al terreno para reconocer las rocas y muestrear algunas para su caracterización petrológica y su datación, ya sea mediante fósiles o por datación radiométrica”, aclara.

El trabajo de campo se ha realizado en tres fasesLos investigadores anotan más tarde todas las características de las unidades de roca (color, organización, estructura, textura, orientación, etc.). “Cada tipo de roca va en un color o trama diferente dentro del mapa, con lo que finalmente lo que se obtiene es un mapa de distintos tipos de litologías y su relación entre ellas nos da la estructura geológica de la región”, explica el investigador.

El equipo también emplea métodos de trabajo más innovadores, como la geofísica aerotransportada. “Consiste en la colocación de distintos tipos de sensores en un avión, que fundamentalmente recogen la susceptibilidad magnética de las rocas. Así se obtienen mapas que se denominan aeromagnéticos, de gran utilidad para reconocer ciertos tipos de rocas que son más magnéticas que otras, y que debido a las dificultades del terreno, como la orografía y la vegetación espesa, son difíciles de reconocer”, indica el profesor de la UJA.

Otro de los instrumentos empleados para desarrollar este trabajo es el GPS, que sirve para situar todos los puntos de observación, “puesto que debido también a la vegetación, en ocasiones es muy complicado situarte perfectamente”, aclara Fernando Pérez. Una vez concluido el trabajo de campo, los científicos se disponen a afrontar el proceso de elaboración de la memoria y la digitalización de los mapas.

Respecto a los planes de futuro, existe la intención de desarrollar en Haití un proyecto de las mismas características del realizado en República Dominicana, ya que la geología de los dos países es similar, pero primero habrá que esperar a que el país se recupere.

 

Descargue las imágenes de esta noticia:

 

El investigador Fernando Pérez Valera participa en la cartografía geológica de la República Dominicana

 

El trabajo de campo se realiza sobre el terreno

 

Los científicos reconocen las rocas y muestrean algunas para su caracterización petrológica y su datación

Más información:

Fernando Pérez Valera
Universidad de Jaén
Tel.: 953 21 29 45
E-mail: fperez@ujaen.es


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