UNA AGRICULTURA QUE CONTAMINÓ DURANTE DÉCADAS
Fuente: Andalucía Investiga-Rocío Gómez Rodríguez
Con la intención de aumentar la producción agrícola prácticamente todos los países durante décadas han aplicado sobre sus cosechas, de forma indiscriminada, fertilizantes y plaguicidas. Este hecho, prolongado en el tiempo ha provocado la contaminación de los suelos agrícolas, los acuíferos subterráneos y las agua superficiales.
En este sentido, el grupo de investigación Química Analítica de Contaminantes de la UAL, liderado por Antonia Garrido Frenich, está caracterizando los niveles de contaminación de los suelos almerienses originados por el empleo de compuestos orgánicos en el modelo de agricultura almeriense. Cabe esperar que los niveles de contaminación más elevados correspondan a los elementos que integran los formulados de plaguicidas, y los metabolitos secundarios que se originan a partir los mismos, debido a que su utilización se ha prolongado durante décadas en la agricultura intensiva de Almería.
Para completar el proyecto Estudio de la Contaminación/Degradación de Residuos y Contaminantes Orgánicos en Suelos de Agricultura Intensiva, financiado por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa con 200.000 euros, estos expertos incluyen el análisis de otros compuestos. Entre ellos destacan los hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAHs), los bifenilos policíclicos (PCBs), los compuestos fenólicos y los ftalatos.
El origen de estos compuestos es múltiple. Los PAHs y los compuestos fenólicos constituyen parte del formulado de numerosos productos fitosanitarios o se generan como subproductos de la degradación de los mismos. Mientras que, los PAHs, PCBs y ftalatos se presentan como consecuencia de prácticas agrícolas poco recomendadas. Por ejemplo, se generan en los procesos de combustión de residuos vegetales y de plásticos, volviendo al suelo por deposición desde la atmósfera.
Agua y enmiendas orgánicas
Con el fin de caracterizar la contaminación de los suelos agrícolas de la provincia que abastece el mercado hortofrutícola europeo, el equipo de Garrido Frenich va más allá incorporando el análisis del agua de riego y el uso de enmiendas orgánicas en agricultura. La inclusión de estos dos elementos responde a su consideración como posibles fuentes de contaminantes orgánicos. Y es que, tanto las aguas residuales como los lodos de depuradora son previamente tratados para su utilización como tal, sin embargo, se quiere definir con exactitud qué niveles de contaminantes orgánicos aportan a los suelos agrícolas.
Por otro lado, se realizará la caracterización físico-química de las muestras de suelo tomadas con la intención de definir la existencia, o no, de una relación entre la textura del suelo y su nivel de contaminación. Para la consecución de este propósito, los científicos cuentan con la colaboración de Carlos Gil Carrasco, miembro del grupo de investigación Edafología Aplicada de la UAL. Asimismo, se analizaran los frutos (al principio, a mitad y al final de la campaña agrícola) para ver sí éstos presentan algún analito definido como contaminante debido a la absorción del mismo por la planta.
Nuevos métodos de análisis
La metodología analítica que apliquemos deberá darnos una garantía de que lo que estamos determinando sea realmente lo que buscamos. Para ello, utilizamos técnicas de cromatografía acoplada a detectores de espectrometría de masas, que justamente ofrecen información sobre la estructura molecular de cada analito. Este hecho nos permite identificar y confirmar la naturaleza de cada compuesto que analicemos. Estas técnicas son, además, sensibles y selectivas, es decir, permiten identificar cantidades muy pequeñas de analitos integradas en matrices muy complejas, como es el caso de los suelos.
Para la adecuada consecución de los objetivos de este estudio, los expertos de la UAL tienen que diseñar nuevos métodos de análisis para los diferentes analitos y validar su eficacia para cada tipo de matriz suelo, agua, aire, etc. Posteriormente, se analizan las muestras de suelo y haciendo uso de la espectrometría de masas se determina con inequívoca exactitud las sustancias presentes en las muestras analizadas
Actualmente, las nuevas metodologías analíticas necesarias para el desarrollo de este proyecto están prácticamente concluidas. Y, a partir del próximo mes de septiembre los investigadores comenzaran, coincidiendo con la campaña agrícola, con el muestreo de campo. Hemos seleccionado unas 50 parcelas. Principalmente, corresponden a las áreas de cultivo del poniente almeriense donde la producción agrícola es mucho más intensiva, aunque incluiremos alguna del levante almeriense (Campos de Níjar), asegura la doctora Garrido Frenich.
Evolución natural de los contaminantes
La idea principal consiste en analizar una amplia lista de contaminantes, la cual alcanzará alrededor de los 400 compuestos, y determinar los niveles actuales de contaminación de cada una de las especies halladas. Posteriormente, en las parcelas que se determinen un mayor número de compuestos y/o en mayor concentración se realizará un seguimiento durante dos años para ver su evolución en el propio suelo de una forma natural, ya que las parcelas seleccionadas en este estudio comenzarán en la campaña agrícola 2009 – 2010 con prácticas de producción y control de plagas integrado. De tal forma, el inicio de este estudio coincide con una inhibición en la adición de contaminantes orgánicos.
La Empresa de Base Tecnológcia Laboratorio de Analítico Bioclínico será la encargada de poner en valor y a disposición de la comunidad andaluza, nacional e internacional los nuevos métodos de análisis desarrollados en la UAL. Asimismo, la producción de esta investigación está dirigida a afinar el conocimiento de los niveles de contaminación actuales en los suelos agrícolas, requisito exigido en el II Plan Nacional Integrado de Residuos 2007-2015. El cual, para las Comunidades Autónomas, establece la obligación de definir los niveles de contaminación de sus suelos y su recuperación.
Más información:
Antonia Garrido Frenich
Universidad de Almería
Tel.: 950015985
E-mail: agarrido@ual.es
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