Una spin-off de la Universidad de Sevilla consigue homogeneizar el proceso de configuración de todos los fabricantes de cortafuegos
Fuente: Universidad de Sevilla
Fuente: US
Los cortafuegos, también conocidos como firewalls en inglés, reciben su nombre del mundo forestal. Al igual que esos caminos naturales (o artificiales) exentos de vegetación que impiden que las llamas se propaguen durante un incendio, la configuración de los cortafuegos en el entorno informático, vigilantes al más alto nivel, impiden o permiten la comunicación entre los diferentes segmentos que componen una red de comunicaciones. ¿Y qué se consigue con esto? Fundamentalmente evitar accesos indebidos a aplicaciones y servicios de cualquier tipo, como por ejemplo bases de datos, redes sociales, etc. que pueden almacenar desde números de tarjetas de crédito a información confidencial de una planta nuclear.
Sergio Pozo, investigador del Departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Sevilla, que los estudia desde hace más de diez años, se dio cuenta de que el coste del proceso de configuración de los cortafuegos estaba escalando a una velocidad desproporcionada, y que eran cada vez más necesarias otras herramientas de gestión de los mismos que las que había en el mercado.
Y es que, al contrario de lo que ocurre en la Ingeniería del Software, donde continuamente se está trabajando para reducir los recursos dedicados y los errores cometidos durante la construcción de software de propósito general, “la evolución en la gestión de firewalls ha evolucionado muy despacio, no existiendo innovaciones significativas desde que estos dispositivos se crearon en el año 84” según apunta Sergio Pozo. Así, en 2011, el investigador decidió montar su propia Spin-Off: Intelliment Security, premiada como una de las mejores Iniciativas Empresariales surgidas en la Universidad de Sevilla en la última edición del concurso organizado por su Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI).
Popularizando la configuración
Actualmente se están produciendo muchos cambios en las infraestructuras informáticas (por ejemplo la aparición del concepto de la nube) surgiendo elementos nuevos en la gestión que hacen que la curva de complejidad de su configuración esté aumentando mucho más de lo que aumentaba antes.
El problema que esta joven Spin-Off soluciona radica en la enorme variedad de fabricantes de firewalls existente, que obliga a las empresas a invertir una gran cantidad de recursos en formación específica, recursos humanos muy especializados y auditorías para eliminar errores y aumentar el rendimiento de estos dispositivos. “Nosotros homogeneizamos los procesos de configuración y gestión de todos los diferentes cortafuegos que hay en el mercado, rebajando costes operacionales y aumentando la seguridad de la red” especifica Sergio Pozo.
Esta tecnología, protegida mediante patente, aporta además el valor añadido de conservar, si el usuario así lo prefiere, las partes heterogéneas de cada fabricante durante el proceso de configuración, de tal manera que la complejidad de este proceso se adapta a las necesidades del usuario. Esto provoca, en palabras del investigador, “una popularización del proceso de configuración”, permitiendo que tanto los usuarios poco formados como los usuarios muy avanzados puedan hacer la configuración del dispositivo, quedándose o bien con lo general o bien con las partes específicas de su fabricante. Este proceso de configuración está apoyado en unos algoritmos de diagnosis de fallos en tiempo real, de manera que se evita que el usuario cometa errores durante la configuración y siempre antes de que se realice el despliegue de ésta, aumentando la seguridad de la red.
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