VOLVER

Share

Descubren importantes deformaciones en los mocárabes de la Alhambra

Los mocárabes –o muqarnas- constituyen uno de los más singulares episodios arquitectónicos de la Alhambra nazarí y del arte islámico medieval por su sofisticada construcción geométrica tridimensional, cuyo trazado es aún hoy poco conocido. Investigadores de las universidades de Granada y Sevilla emplean tecnología 3D para comprender la configuración de estos frágiles elementos arquitectónicos del siglo XIV.  Esto permite conocer nuevos detalles de un monumento considerado Patrimonio de la Humanidad.

Fuente: Universidades de Granada y Sevilla


Granada, Sevilla |
07 de junio de 2019

Un grupo de expertos de las universidades de Granada y Sevilla ha descubierto importantes deformaciones en los mocárabes de la Alhambra de Granada. A través de un estudio pionero y la precisión del escáner laser 3D, se ha podido comprender mejor la configuración de estos frágiles elementos arquitectónicos del siglo XIV caracterizados por su compleja agrupación geométrica tridimensional. Esto permite conocer nuevos detalles de un monumento considerado Patrimonio de la Humanidad.

Mocárabes de la Alhambra de Granada.

Para ello se han analizado los dibujos publicados por los arquitectos Owen Jones y Jules Goury en 1842-1845 de las pechinas de la Sala de la Barca, junto al salón de Embajadores en el Palacio de Comares, y se ha comprobado que su formulación teórica sobre el proceso de agrupación geométrica no se ajusta a la realidad en este caso. Las nuevas imágenes obtenidas permiten conocer y dar a conocer de forma fidedigna las complejas formas de los mocárabes y facilitan su mejor preservación para generaciones venideras.

“Por primera vez en este artículo se documentan y se analizan deformaciones que hasta ahora eran prácticamente desconocidas en la bibliografía científica”, afirman el profesor de la Universidad de Sevilla y coautor de este trabajo, Antonio Gámiz.

Los mocárabes –o muqarnas- constituyen uno de los más singulares episodios arquitectónicos de la Alhambra nazarí y del arte islámico medieval por su sofisticada construcción geométrica tridimensional, cuyo trazado es aún hoy poco conocido. Son pequeños prismas que se yuxtaponen y agrupan generando una gran diversidad de configuraciones espaciales. Su composición se adapta a situaciones arquitectónicas muy diversas en bóvedas, arcos, capiteles y cornisas. Alcanzaron gran virtuosismo durante el reinado de Muhammad V (1354-1359 y 1362-1391) en el que se acometieron obras cruciales en los palacios de la Alhambra.

“Aunque se trata de materiales frágiles, como el yeso, producen efectos visuales sorprendentes. Cualquier persona que haya visitado este monumento seguramente recordará con cierta admiración las sofisticadas composiciones tridimensionales con mocárabes, así como sus ritmos y secuencias sutiles, que guardan relación con la música y la poesía”, señalan los investigadores.

Diferentes hipótesis

Ante estas deformaciones los investigadores señalan distintas hipótesis. Por un lado, se puede pensar que fueron concebidas desde el propio diseño previo a la construcción las pechinas de la Sala de la Barca por los artesanos nazaríes para adaptar la compleja geometría de los mocárabes al arco de circunferencia en el que se apoya la bóveda superior. Para resolver ese difícil problema geométrico deformarían sus piezas de la forma más armoniosa posible.

Por otro lado, también se han detectado deformaciones debidas a desplazamientos constructivos horizontales. A lo largo de siglos la Alhambra ha sufrido incendios, explosiones, terremotos, falta de mantenimiento, etc. Estas eventualidades han provocado pequeños movimientos en los muros que sustentan las pechinas, que hoy no forman entre sí ángulos exactos de 90 grados. Respecto a deformaciones verticales, cabe pensar en asentamientos diferenciales del terreno debidos a las distintas cargas soportadas por los distintos muros, especialmente el de la torre de Comares, y por ello algunos arranques de mocárabes de un mismo nivel no se sitúan a similar altura.

Para esta investigación se ha utilizado un escáner 3D del Área de Ingeniería Cartográfica y al SMlab (Survey and Modelling Lab of Architectural Heritage) de la Universidad de Granada, del que forma parte Juan Francisco Reinoso Gordo, doctor ingeniero en geodesia y cartografía, profesor titular de dicha Universidad y coautor de este artículo.

Ignacio Ferrer Pérez-Blanco, arquitecto y también coautor, realiza su tesis en el programa de Doctorado en Arquitectura de la Universidad de Sevilla, dirigida por Antonio Gámiz Gordo, y tras una estancia en la École Polytechnique Fédérale de Lausanne, en Suiza, trabaja allí como asistente científico. Esta investigación ha contado con la colaboración del Patronato de la Alhambra y Generalife.


Share

Últimas publicaciones

Andalucía celebra los 25 años de la Semana de la Ciencia con más de 1.400 actividades en las 8 provincias
Andalucía | 03 de noviembre de 2025

El secretario general de Investigación de la Junta destaca en la inauguración que la nueva Ley ACTIVA reforzará la divulgación y la cultura científicas en la comunidad. La cita, organizada por la Consejería de Universidad y coordinada por la Fundación Descubre, prevé para este año la participación de más de 28.700 personas.

Sigue leyendo
Identifican mecanismos que explican cómo se adaptan las personas con TDAH y TOC a las situaciones de cambio
Almería | 01 de noviembre de 2025

Investigadores de la Universidad de Almería definen factores relacionados con las dificultades de pacientes con trastorno por déficit de atención e hiperactividad y trastorno obsesivo-compulsivo para adaptarse al entorno. Una distinta sensibilidad al castigo y a la recompensa, junto con diferencias en la conectividad en ambos hemisferios del cerebro, ayudan a explicar síntomas como el miedo al error o la excesiva flexibilidad, que pueden servir a los profesionales para adaptar su terapia.

Sigue leyendo
Los posos de café mejoran la calidad y seguridad nutricional de los pepinos, según un estudio de la UGR
Granada | 30 de octubre de 2025

Los investigadores han conseguido transformar este residuo en fertilizantes que enriquecen las hortalizas con hierro y zinc mientras reducen metales tóxicos como cadmio y mercurio.

Sigue leyendo

#CienciaDirecta

Tu fuente de noticias sobre ciencia andaluza

Más información Suscríbete

Ir al contenido