VOLVER

Share

El cambio climático podría modificar las corrientes del Mediterráneo y alterar la pesca

Fuente: Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)


05 de marzo de 2013

Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) comprobó que la corriente de agua atlántica que irrumpe en el Mediterráneo a través del Estrecho de Gibraltar comúnmente conocida entre los investigadores de la zona como “El Chorro Atlántico” es la responsable de que el Mar de Alborán, ubicado en el extremo más occidental de la cuenca mediterránea, haya presentado tasas muy diferentes de captura de anchoas en distintos años. Durante el otoño e invierno de 2001, por ejemplo, se capturaron más de tres mil toneladas de anchoas, mientras que en el 2010 la cantidad no rebasó las doscientas toneladas. La investigación ha aparecido en el último número de PLOS one.

El Mar Mediterráneo presenta una alta tasa de evaporación que no es  compensada con las precipitaciones. Además, cuenta con una suerte de desagüe: una corriente de aguas profundas mediterráneas pasan constantemente al Atlántico a través de los fondos del Estrecho de Gibraltar. El Mediterráneo suple este déficit de agua gracias a las fuertes corrientes que le inyectan agua desde el Atlántico. El estudio fue llevado a cabo por científicos del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN), centro del CSIC en Cádiz, y del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA), centro mixto del CSIC y la Universidad de las Islas Baleares en Mallorca.

En el Estrecho de Gibraltar, como punto donde el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo se unen, ocurre un particular intercambio: las aguas profundas mediterráneas pasan al Atlántico, y las aguas superficiales atlánticas entran en el Mediterráneo. Este intercambio es una de las razones de la rica biodiversidad que caracteriza a la región, y de su elevada producción primaria. El “chorro atlántico” irrumpe con gran  intensidad en el Mediterráneo como si fuera una autopista de alta velocidad en las aguas del Mar de Alborán. El equipo de investigación ha comprobado que cuando esas aguas superficiales entran, se produce en la cuenca de Alborán una fuerte dispersión que desplaza los ejemplares de anchoa en estado larvario; lo que posteriormente repercute en bajas tasas de captura. En opinión de Javier Ruiz, investigador principal, el estudio permite pronosticar cuál sería el panorama pesquero futuro si las aguas mediterráneas se tornaran más salinas o cálidas.

Agrega Ruiz que si, por ejemplo, como consecuencia del cambio climático, se diera un escenario de escasez de lluvias, las aguas mediterráneas se harían más salinas y por lo tanto más densas y pesadas. Cuanto más pesadas, mayor sería la corriente de salida de aguas profundas desde el Mediterráneo, y como consecuencia el “chorro atlántico” irrumpiría en la superficie de Alborán con más potencia, causando así una mayor dispersión de larvas y menos capturas. Por el contrario, si se diera un escenario de aguas más cálidas, las aguas mediterráneas perderían densidad y el “chorro” atlántico sería menos intenso, causando menor dispersión y desplazamiento de larvas, y por lo tanto abundantes pescas futuras. Enfatiza Ruiz que el Mediterráneo parece enfrentar esas dos tendencias contrapuestas, aguas más salinas y cálidas, sin que resulte aún evidente a la comunidad científica si en el  futuro el “chorro atlántico” será de mayor o menor intensidad.

Los investigadores combinaron la revisión de los registros históricos de Captura y de Captura por Unidad de Esfuerzo (CPUE), junto al estudio de otras variables como las corrientes superficiales, la energía cinética y la concentración de clorofila.  Cuando el chorro atlántico entra con una poderosa energía cinética, aumenta la actividad en los primeros escalones de la cadena alimentaria, es decir, en la producción primaria; lo que quiere decir que habrá un mayor crecimiento de algas, plantas y microorganismos que son beneficiosos para la supervivencia de las anchoas jóvenes. Sin embargo, esa misma potencia mueve a las larvas de anchoa de sus lugares de cría habituales. Durante el año 2001 el motor atlántico fue particularmente débil, por lo que el Mar de Alborán permaneció excepcionalmente tranquilo. Durante este período, se capturaron enormes cantidades de anchoas en comparación con otros años. Explica Ruiz, que si bien esta investigación se llevó a cabo tomando en cuenta los registros de captura de anchoa, sus resultados también se podrían extrapolar a otras especies.

Ruiz J, Macías D, Rincón MM, Pascual A, Catalán IA, et al. (2013) Recruiting at the Edge: Kinetic Energy Inhibits Anchovy Populations in the Western Mediterranean. PLoS ONE 8(2): e55523. doi:10.1371/journal.pone.0055523

Más información

Área de Comunicación y Relaciones Institucionales

Casa de la Ciencia-Delegación del CSIC Andalucía

Consejo Superior de Investigaciones Científicas

Pabellón de Perú

Avda. María Luisa, s/n

41013 – Sevilla

954 23 23 49 / 687 08 85 15

comunicacion.andalucia@csic.es


Share

Últimas publicaciones

Obtienen biomasa producida por microalgas cultivadas en aguas de almazara
Jaén | 23 de noviembre de 2025

Un equipo de investigación de la Universidad de Jaén consigue bioproductos que se pueden usar en la generación de combustibles o fertilizantes a partir de microorganismos depuradores de los vertidos del aceite de oliva. De esta forma se impulsa la economía circular del sector además de minimizar la contaminación ambiental.

Sigue leyendo
Investigadores españoles identifican la célula que provoca el tumor pediátrico del Sarcoma de Ewing
España | 21 de noviembre de 2025

El sarcoma de Ewing es un tipo de tumor que se forma a partir de cierta clase de célula en el hueso o el tejido blando. Ahora un grupo de investigación español ha determinado la célula que origina este tumor pediátrico muy agresivo que se produce durante el desarrollo fetal. Este hallazgo permitirá desarrollar abordajes más dirigidos y precisos.

Sigue leyendo
La Oficina de Ciencia Ciudadana de Andalucía participa en la semana de la alianza europea NEOLAiA en la Universidad de Jaén
Jaén | 18 de noviembre de 2025

La Fundación Descubre-Consejería de Universidad, Investigación e Innovación y la Universidad Pablo de Olavide coordinan esta entidad regional que persigue la atención y asesoramiento a las iniciativas basadas en la participación activa de la ciudadanía. En su nueva convocatoria de ayudas, financiará 8 proyectos que aborden retos científicos y sociales de la región hasta junio de 2027.

Sigue leyendo

#CienciaDirecta

Tu fuente de noticias sobre ciencia andaluza

Más información Suscríbete

Ir al contenido