‘Foodtransitions’ evidencia la necesidad de recursos públicos para garantizar una alimentación sostenible
Un proyecto de investigación en el que ha participado la Universidad de Córdoba explora los impactos ecológicos de la deslocalización alimentaria y revela cómo la población vulnerable se expone a alimentos de baja calidad nutricional pese a la disponibilidad de productos frescos.
Fuente: UCC+i Universidad de Córdoba
Las políticas participativas son necesarias para garantizar sistemas alimentarios sostenibles que permitan el acceso a alimentos saludables, pero no son suficientes. Esta es al menos una de las principales conclusiones del Informe sobre Gobernanza de las Políticas Alimentarias Urbanas, realizado por investigadoras de la Universidad de Córdoba (UCO) en el marco del proyecto ‘Foodtransitions’, cuyo principal objetivo es fomentar la transición ecológica en ciudades españolas mediante la promoción de redes alimentarias sostenibles.
El análisis, en el que han participado las investigadoras del Área de Sociología Mamen Cuéllar Padilla y África Jiménez, resalta que, aunque las políticas participativas son “esenciales” para alcanzar modelos alimentarios sostenibles, requieren “un respaldo de recursos y políticas públicas a medio y largo plazo y de forma sostenida en el tiempo”. Aunque se han implementado “mecanismos de gobernanza multi-actor, su efectividad es aún limitada”, detalla el informe. Por ello, para lograr un cambio estructural, y según concluye la investigación, “es esencial que la alimentación sea una política municipal en sí misma, y que esté integrada en políticas urbanas más amplias, como el clima, vivienda, transporte, servicios sociales o salud”.
El proyecto ‘Foodtransition’ cuenta con la participación de una decena de instituciones, lideradas por la Universitat de Barcelona y el Instituto de Economía, Geografía y Demografía del CSIC. Entre sus principales objetivos se encuentran el de evaluar los sistemas alimentarios urbanos y su impacto en la seguridad y sostenibilidad, analizar la efectividad de las políticas alimentarias y proponer estrategias que lideren la transición hacia sistemas más sostenibles.
De esta forma, el trabajo ha puesto sobre la mesa que en las dos mayores ciudades españolas, Madrid y Barcelona, la población más vulnerable sigue expuesta a alimentos de baja calidad nutricional pese a la disponibilidad de elementos frescos. Según destaca el informe, estas ciudades “se han convertido en entornos obesogénicos”, donde el acceso a alimentos poco saludables es más fácil y económico, especialmente para las poblaciones vulnerables y en las zonas de elevada presión turística. Además, se han identificado ciertos «desiertos y pantanos alimentarios», es decir, áreas donde el acceso a productos frescos y ecológicos es limitado y en las que “se impide de manera estructural que puedan darse dietas saludables y sostenibles”.
En ciudades como Madrid o Valencia, según destaca la investigación, el autoabastecimiento de alimentos que provienen del entorno provincial no supera el 5% y la deslocalización de la cadena alimentaria “genera importantes impactos ecológicos”. Por ello, el trabajo subraya la necesidad de diversificar la producción local y “planificar las infraestructuras agroalimentarias” para adaptarse a la capacidad ecológica del territorio.
Según las conclusiones del proyecto, para avanzar hacia la seguridad alimentaria sostenible, “es crucial fortalecer las políticas alimentarias urbanas y mejorar la cohesión entre el sistema agroalimentario y el territorio”. Para ello, es necesario “situar la alimentación en la agenda política e involucrar a múltiples actores sociales en procesos de gobernanza participativa”
Referencias:
Todas las publicaciones del proyecto FOODTRANSITIONS están disponibles en abierto en este enlace.
Últimas publicaciones
Un equipo del Instituto Universitario de Investigación Marina (INMAR) de la Universidad de Cádiz ha demostrado que el exceso de nutrientes y la acción de los animales que se alimentan de las plantas afectan al secuestro de carbono del fondo del mar. Los expertos analizan cómo estos factores interactúan con las estaciones del año, subraya los peligros del cambio climático y la creciente presión humana sobre estos ecosistemas.
La Infraestructura Científico-Técnica Singular de Doñana acoge el proyecto de investigación ECOFIRE, con la colaboración del INFOCA, para mejorar el hábitat del parque mediante la eliminación del matorral envejecido. Se trata de una práctica para que pueda crecer pasto de calidad y así favorecer a las poblaciones de conejo, una especie en declive en Doñana que, sin embargo, es la principal presa de dos emblemáticos depredadores de la zona: el lince ibérico y el águila imperial.
Sigue leyendoEl Centro de Desarrollo Empresarial Local de Herrera acoge hasta el 18 de enero la exposición ‘Paseo Matemático al-Ándalus’ de la Fundación Descubre / Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía.
Sigue leyendo