El Parlamento Científico de Jóvenes celebra estos días su novena edición con la participación de 56 jóvenes de bachillerato de 14 centros educativos de toda Andalucía. Este particular foro de debate se está celebrando desde ayer en el Albergue Inturjoven de Sevilla y tiene mañana su asamblea final en el Parlamento de Andalucía.

Durante tres días, lunes 10, martes 11 y miércoles 12 los jóvenes se reúnen en comisiones para discutir cuestiones controvertidas relacionadas con la ciencia y el medio ambiente. Fruto de estos debates cada comité redacta una resolución, que mañana miércoles se presenta en una asamblea final en el Parlamento de Andalucía.

Sesión de trabajo de la comisión de alimentación.

El objetivo de esta actividad es promover entre los estudiantes el debate y la reflexión sobre temas científicos y darles la oportunidad de conocer de cerca cómo se toman las decisiones en democracia. En esta edición, los asuntos de discusión están relacionados con cambio global y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En concreto, se abordarán las siguientes temáticas: movilidad y salud; producción, consumo y alimentación; energía eléctrica y comunicación y cambio climático.

Tres días de trabajo

Desde ayer los cuatro estudiantes elegidos por cada centro (uno por temática), están trabajando en los temas seleccionad organizados en cuatro comisiones. En estas comisiones cuentan con la ayuda una persona que ya ha participado como estudiante en ediciones anteriores y que ejerce de moderador.

La jornada de hoy también está desarrollando en el Albergue Inturjoven de Sevilla y se dedica íntegramente a trabajar en los comités, donde se pone en común toda la información y se aclaran dudas. Además, durante este día tienen la oportunidad de charlar con un experto en cada línea de debate en la que están trabajando. En esta edición, participan José Antonio Becerra, catedrático de la Universidad de Sevilla en el departamento de ingeniería energética, en la comisión de energía eléctrica; Víctor Ramos, investigador del Instituto de la Grasa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, en la comisión de producción, consumo y alimentación; Julián Sastre, doctor ingeniero de caminos y especialista en movilidad sostenible y transporte, en la comisión de movilidad y salud y Daniel Rodrigo, investigador de la Universidad de Sevilla en comunicación, pensamiento crítico y diálogo ante el cambio global.

Sesión de trabajo en la comisión de movilidad.

El tercer y último día, que es mañana, se reúne la asamblea general con todos los participantes en el Parlamento andaluz donde se presentan las resoluciones adoptadas por cada grupo para ser debatidas. Al final del debate los participantes emiten su voto y aprueban o no las cuatro resoluciones.

Centros participantes

En esta octava edición los centros educativos participantes proceden de toda Andalucía. En concreto son: IES López Neyra (Córdoba); IES Alhaken II (Córdoba); IES Torre del Rey (Pilas, Sevilla); IES Mateo Alemán (San Juan de Aznalfarache, Sevilla); IES La Madraza (Granada); IES Fuentegrande (Alcalá del Valle, Cádiz); Colegio Aljarafe (Mairena del Aljarafe, Sevilla); IES Padre José Miravent (Isla Cristina, Sevilla); IES El Majuelo (Gines, Sevilla); Colegio Santa Ana (Sevilla); IES Cura Valera (Huércal-Overa, Almería); IES San Isidoro (Sevilla); Colegio Buen Pastor (Sevilla) e IES Tartessos (Camas, Sevilla).

 Beneficios para los jóvenes y el profesorado participante

 Aunque en el Parlamento sólo participan 4 alumnos de cada centro los beneficios del programa son extensivos al resto del alumnado. Muestra de ello es que, a lo largo del curso, en sus propias aulas, ya han estado trabajando en los temas que se proponen con la ayuda del profesorado y de la websquest con materiales que se facilita desde la organización. Son los propios jóvenes quienes eligen a los estudiantes que van a participar en esta fase final en Sevilla.

Además de la oportunidad que les da a los estudiantes de aprender este proceso de participación simulada facilita el marco necesario para que los más jóvenes puedan expresar su propia perspectiva de la realidad, a la misma vez que se fomenta el espíritu de grupo, la cordialidad, la construcción cooperativa de soluciones y la convivencia entre jóvenes de distintas procedencias.

Esta experiencia también tiene beneficios para los profesores. Se trata de una ocasión para trabajar en profundidad temas relevantes relacionados con el currículo de las asignaturas, más allá de los libros de texto, y de utilizar una metodología basada en la investigación y participación del propio alumnado.