LA COLECCIÓN DE ANIMALES DE LA ESTACIÓN BIOLÓGICA DE DOÑANA ESTRENA SEDE EN CARTUJA 93
Fuente: Parque Científico y Tecnológico Cartuja 93
Esta colección de la EBD, institución fundada en el último tercio del pasado siglo por el científico José Antonio Valverde de forma paralela a la creación de la reserva biológica de Doñana, está compuesta por unos 140.000 ejemplares de vertebrados pertenecientes a más de medio millar de especies, según declaraciones a EFE de su conservador, el investigador José Cabot.
La importancia de esta selección de vertebrados, la mayoría disecados, no sólo radica en su amplitud y variedad sino en que la buena catalogación científica y la detallada información de cada ejemplar facilita la tarea de los investigadores y la convierte «en una biblioteca abierta».
Además, es también muy valiosa porque incluye ejemplares de especies extintas o en peligro de extinción, como el guepardo del Sahara, el lince y el águila imperial ibéricos, el quebrantahuesos o el torillo andaluz, una ave huidiza y de pequeño tamaño de la que no hay avistamientos en las últimos años.
«Si alguna de estas especies desapareciera, esta colección serviría para mantener sus características y su genética», ha añadido.
La colección incluye, por ejemplo, el conjunto más importante de perdiz, pues contiene la más amplia variedad genética de ejemplares de las distintas especies que habitaban no hace mucho en la Península Ibérica, muchas de ellas ya extinguidas o genéticamente alteradas con perdices de cría.
Cabot también ha destacado que la serie de vertebrados de la EBD es «una de las mejores colecciones del mundo, si no la mejor» en especies de murciélagos y en fauna sahariana, en este último caso porque su origen fue un primer grupo de animales saharianos trasladados a Sevilla por Valverde desde el centro de fauna africana del CSIC en Almería en el que trabajaba.
Las técnicas científicas usadas para crear y ampliar esta colección y su relativa juventud ha favorecido que sus 140.000 ejemplares estén mejor conservados que los de otras colecciones de grandes museos naturalistas europeos.
En opinión de Cabot, el gran valor científico del conjunto de animales que ahora se trasladan a la nueva sede de la EBD radica también en que aglutina especies de la Península Ibérica, América del Sur y del Norte y Oeste de África «poco representados» en otras colecciones y museos.
Esta colección se nutrió al principio con animales capturados en expediciones científicas por personal de la EBD en varios continentes, aunque al prohibirlo la legislaciones reciente, buena parte de los nuevos animales proceden de donaciones o de ejemplares muertos.
Así, entre los vertebrados que alberga la EBD destacan dos lobos que pertenecieron al naturalista Félix Rodríguez de la Fuente o media docena de estos cánidos que fueron abatidos en un pueblo de Galicia por vecinos atemorizados tras la muerte de una niña por una manada de estos animales.
Aunque la misión esencial de esta colección es la investigación, y de hecho es visitada por científicos de numerosos países e intercambia ejemplares con otras instituciones, Cabot ha explicado que también puede ser visitada por escolares y otros grupos interesados.
Últimas publicaciones
Los investigadores responsables realizarán actividades previas a la I Jornada de Ciencia Ciudadana que se celebrará el próximo 28 de abril en el Pabellón de la Unión Europea de La Cartuja. Estas iniciativas forman parte del proyecto ‘Andalucía + ciencia ciudadana’, impulsado por la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación y coordinado por Fundación Descubre y la Universidad Pablo de Olavide, que pretende potenciar la utilización de esta metodología entre distintos agentes de la región.
Sigue leyendoUn equipo de investigación de la Universidad de Cádiz ha demostrado cómo el tratamiento con este gas mejora notablemente la producción de biohidrógeno y otros compuestos con valor industrial. La innovación tecnológica de este estudio facilita el aprovechamiento energético de residuos orgánicos de proximidad, contribuyendo a la economía circular y reduciendo los costes ambientales asociados a su gestión.
La universidad malagueña colabora con la ciudad en una solución que aporta seguridad creando una película antideslizante protectora que no modifica el aspecto natural de la roca. En total, está previsto emplear 5.000 litros del nuevo líquido anticera y 2.500 litros del protector antideslizante, cuya efectividad ha sido verificada en condiciones reales.
Sigue leyendo