Proponen el uso de escombros como solución para depurar vertidos de aguas de la industria textil
Investigadores de la Universidad de Málaga estudian un método para tratar estas aguas con materiales obtenidos de escombros y la industria de la demolición. Esta investigación del grupo de Ingeniería y Gestión Ambiental surge del proyecto Brick-Beach para regenerar una playa de Vélez.
Fuente: Universidad de Málaga
Los vertidos de agua procedentes de la industria textil representan un peligro desde el punto de vista ambiental debido a la presencia de contaminantes sintéticos, especialmente el ácido azul 113, un elemento altamente tóxico, persistente y difícil de degradar.
El grupo de Ingeniería y Gestión Ambiental de la Universidad de Málaga ha ideado una posible solución para tratar estas aguas resultantes de la producción de tejidos, alternativa a las existentes -que se basan en usar microorganismos o carbón activado con resultados no óptimos, por falta de eficacia y elevado coste, respectivamente- y con menor coste: a partir de residuos, en un proceso de economía circular.

El origen de esta investigación se encuentra en el proyecto Brick-Beach para regenerar la playa de la Mezquitilla.
En concreto, los investigadores del departamento Ingeniería Química de la UMA estudian un método para tratar estas aguas con materiales obtenidos de escombros y la industria de la demolición, arenas muy finas, que presentan una capacidad muy interesante para atrapar los restos de tintes presentes en estos vertidos.
El objetivo es el desarrollo de un absorbente para el tratamiento de estos colorantes sintéticos. Para conseguirlo, el equipo científico de la UMA ha ensayado este nuevo método en una miniplanta de laboratorio, consiguiendo unos resultados comparables a los del sistema comercial más avanzado, pero con la ventaja de un proceso de muy bajo coste. Los resultados de este trabajo han sido publicados en la revista científica Water, Air, & Soil Pollution.
“Hasta el momento, solamente se ha analizado el comportamiento de los restos de demolición con el tinte azul, pero es de esperar que funcione con otras sustancias como metales pesados, algo que se estudiará próximamente”, señala el científico de la Facultad de Ciencias José Miguel Rodríguez Maroto, uno de los autores de este trabajo.
Asimismo, este científico explica que el origen de esta investigación se encuentra en el proyecto Brick-Beach, en el que emplearon materiales residuales de la construcción y la demolición tratados para la regeneración de la playa de la Mezquitilla, en la localidad de Vélez-Málaga. Por el momento, el Grupo de Ingeniería y Gestión Ambiental de la Universidad de Málaga trabaja en la mejora de las capacidades de adsorción de los escombros y en idear un sistema a escala mayor, que pueda aplicarse en plantas de tratamiento de aguas.
Referencia:
Arhoun, Brahim & Gonzalez, Maria Del Mar & Villen-Guzman, Maria & Paz-García, Juan & Rodríguez-Maroto, José. (2025). ‘Exploring Construction and Demolition Waste as a Sustainable Adsorbent for Efficient Removal of AB113 Dye from Aqueous Solutions’. Water, Air, & Soil Pollution. 236.
Últimas publicaciones
La ciencia, esa palabra que resulta tan común y a la vez tan compleja. Se trata de uno de los pilares fundamentales del mundo moderno, gracias al cual se ha dado respuesta a innumerables incógnitas y se ha moldeado el curso de la historia humana. El científico español Severo Ochoa ya lo decía: “la ciencia siempre vale la pena, porque sus descubrimientos, tarde o temprano, siempre se aplican”. La comprensión de la gravedad que sostiene los planetas en sus órbitas o la creación de vacunas que han salvado millones de vidas, son solo algunos de los hallazgos con los que la ciencia ha guiado nuestra historia hacia el progreso. ¿Quieres entender un poco más, y mejor, qué es realmente la ciencia?
Un equipo de investigación de la Universidad de Jaén ha definido el papel de dos reguladores del proceso por el que se forma el corazón. Este descubrimiento contribuye a su comprensión y plantea posibles aplicaciones futuras en medicina regenerativa, como la reparación del daño provocado tras un infarto.
Un consorcio internacional ha elaborado los primeros atlas celulares que reconstruyen cómo se forma y madura este órgano desde el ratón hasta el ser humano. Un total de 12 estudios, publicados en Nature, describen cómo los tipos de células nerviosas emergen y se diversifican en oleadas, lo que permitirá identificar las etapas críticas en las que se gestan enfermedades como el autismo o la esquizofrenia.
Sigue leyendo

